Salud

UAQ desarrolla vacuna contra el COVID-19

El proyecto aún se encuentra en su etapa inicial y se espera que en dos o tres meses se realicen ensayos de inmunización en modelos experimentales, para evaluar la seguridad y respuesta inmunitaria de la misma

Revista Protocolo

Ciudad de México, 23 de abril de 2020.— El Laboratorio de Inmunología y Vacunas de la Facultad de Ciencias Naturales (FCN) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) desarrolla una investigación para generar una vacuna contra el COVID-19, misma que está basada en la proteína “S” del virus SARS-CoV-2 que provoca esa enfermedad; por ahora, se encuentra en su fase inicial y podría avanzar a su etapa clínica en los próximos meses.

El objetivo de la vacuna es generar inmunidad en las personas e impedir que el virus pueda unirse a su receptor en las células, evitando así la enfermedad, según explicó Juan Joel Mosqueda Gualito, líder del Cuerpo Académico Consolidado “Salud Animal y Microbiología Ambiental” y responsable del Laboratorio de Inmunología y Vacunas.

“El reto que tenemos con este virus en particular es que el SARS-CoV-2 utiliza una proteína particular para unirse a las células de los humanos, entonces una estrategia es utilizar estas partes del virus como vacuna para que se generen —los anticuerpos en los humanos para que— cuando llegue el virus, se unan estos anticuerpos al virus e impidan que el virus se pegue a las células de las personas y las infecte”, explicó.

El proyecto aún se encuentra en su etapa inicial y se espera que en dos o tres meses se realicen ensayos de inmunización en modelos experimentales, para evaluar la seguridad y respuesta inmunitaria de esta vacuna; hasta el momento, la iniciativa ha sido financiada con recursos de la Rectoría de la UAQ, por lo que se espera conseguir otras fuentes externas como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), para que siga operando.

“Si bien hay dos o tres países que están desarrollando vacunas contra el COVID-19 y que van en etapas más avanzadas, se espera que estas vacunas, de servir, salgan al mercado en uno o dos años y si lo hacen, su demanda será tan alta que no se alcanzará a producir el número de dosis para todos los demás países. Esto indica que países como México deben desarrollar sus propias vacunas, que beneficien a la población nacional y local”, aseguró Mosqueda Gualito.

Las vacunas, dijo, son uno de los métodos de prevención de las enfermedades más eficaces que existen. Sin embargo, explicó, el desarrollo de estas es un proceso largo y costoso que puede abarcar hasta diez años. Implica una etapa preclínica y una etapa clínica y se deben tomar en cuenta factores muy importantes como la seguridad de la vacuna, la eficacia, su fácil producción, almacenamiento, costo y el número de dosis para alcanzar la protección de la población.

“Esperamos que en las próximas etapas se incorporen más grupos de investigación, de la UAQ, por ejemplo de la Facultad de Química y Medicina, así como de otras instituciones y que podamos trabajar en conjunto con la Secretaría de Salud del Estado de Querétaro para que este proyecto sea factible y que logre en un mediano plazo culminar con una vacuna que proteja a la sociedad contra el COVID-19”, enfatizó Juan Joel Mosqueda.

“Necesitamos generar mucha inmunidad, pero contra una parte muy pequeña del virus para que esta inmunidad logre proteger a las personas de la invasión del virus”, resaltó el universitario.

En el proyecto participan también los investigadores de la Facultad de Ciencias Naturales de la UAQ: Teresa García Gasca, Diego Josimar Hernández-Silva y Bertha Isabel Carvajal Gamez; así como los estudiantes de posgrado Miguel Ángel Mercado Urióstegui y Alma Susana Mejía López.

Países que nos están viendo

ALIANZAS