Aprovechar las oportunidades en comercio e inversión con este socio estratégico requeriría de esfuerzos concertados a escala regional, afirma la Cepal
China desplazará a la Unión Europea y le pisará los talones a Estados Unidos como mercado de destino de las exportaciones de la región a mediados de la próxima década, según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) publicado el 13 de abril.
El reporte La República Popular de China y América Latina y el Caribe: hacia una relación estratégica es un compendio principalmente gráfico que revisa la tendencia en el flujo de comercio e inversión entre China y la región y ofrece algunas proyecciones a diez años plazo.
De continuar las elevadas tasas de crecimiento de las exportaciones de América Latina hacia sus principales mercados de destino en la última década, la Cepal proyecta que a mediados de la próxima década, China podría ocupar el segundo lugar como destino de las exportaciones de la región, pasando de captar 7.6 por ciento del total de ventas de la región en 2009, a 19.3 por ciento en 2020.
La Unión Europea tendería a mantener su participación en torno a 14 por ciento, siendo superada por China ya desde 2015.
El crecimiento de China como destino se daría a costa de la persistente caída en las exportaciones hacia Estados Unidos (de 38.6 por ciento en 2009 a 28.4 por ciento en 2020).
La importancia de China como mercado de exportación varía notablemente dentro de la región. Es un mercado clave para Chile, Perú y Argentina, por ejemplo, pero uno bastante reducido para las ventas de Centroamérica, salvo Costa Rica. Las exportaciones de México a China en 2009, por ejemplo, representaron menos de 1 por ciento de sus ventas totales al exterior.
En cuanto a las importaciones, dice el informe, se prevé un comportamiento similar: China podría superar a la Unión Europea y a Estados Unidos al año 2020 como origen de las importaciones de la región. Este aumento se concentrará sobre todo en los mismos bienes de capital que ya tienen alta presencia en la región, como los productos electrónicos, piezas y partes, maquinarias y textiles.
Algunos países de la región dependen significativamente de China como socio comercial. Chile muestra las tasas más altas en esta relación, con 13 por ciento de sus exportaciones destinadas a China. Lo siguen Perú (11%), Argentina (9%), Costa Rica (7%) y Brasil (7%).
En cuanto a las importaciones, Paraguay es un caso extremo: 27 por ciento de sus importaciones provienen de China. Lo siguen Chile (11%), Argentina (11%) Brasil, México y Colombia (10%).
La canasta exportadora de la región en su conjunto hacia China sigue concentrándose en materias primas y sus procesados, aunque varían los grados de especialización. Costa Rica, México y El Salvador, por ejemplo, venden a China algunos productos manufactureros de alta tecnología.
La alta demanda china por alimentos, energía, metales y minerales ha mejorado particularmente los términos de intercambio de América del Sur, favoreciendo su crecimiento. Esta relación comercial fue clave para explicar en parte la resilencia de la subregión durante la reciente crisis global.
Sin embargo, indica el informe, los países de la región deberían elevar la calidad de ese comercio, diversificando sus exportaciones y elevando su valor agregado y conocimiento para facilitar su inserción en las cadenas productivas de Asia-Pacífico.
China se ha convertido en un socio comercial estratégico para América Latina y el Caribe y existen amplias oportunidades para lograr acuerdos de exportación e inversión en campos como la minería, energía, agricultura, infraestructura y ciencia y tecnología, dice la Cepal.
Dado el tamaño del mercado chino, estas posibilidades se potenciarían mediante un esfuerzo concertado o de coordinación entre varios países o a través de instancias de integración regional, recomienda el organismo.
Revista Protocolo