Aprovechan visita a México de parlamentario húngaro, para develar escultura por el 60 aniversario del conflicto interno de 1956
Texto y fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán
Recientemente, la avenida Paseo de las Palmas, en la colonia Lomas de Chapultepec de la Ciudad de México, cuenta con un atractivo escultórico más.
Justo afuera de la Embajada de Hungría, en el número 2005, una escultura homenajea a la revolución de Hungría, que en el pasado 2016, celebró 60 años de haberse realizado.
Qué mejor que aprovechar la gira de trabajo por nuestro país de Lázlo Kövér, presidente de la Asamblea Nacional de Hungría, para hacer la develación oficial de esta obra de arte a cargo de Pal Kapenyes, escultor húngaro, radicado en México y sobreviviente de aquel conflicto que sacudió al país europeo, en una magna recepción organizada por la Embajada de Hungría, encabezada por el embajador Iván Medveczky, a la que acudieron diplomáticos y políticos.
En su breve discurso, Lázlo Kövér hizo un recuento de los acontecimientos que llevaron al conflicto armado en su país, en donde reconoció a los héroes que participaron en aquella guerra de libertad húngara, como nombró al conflicto bélico que Hungría sostuvo con la entonces Unión Soviética por las directrices que los políticos soviéticos querían imponer en Hungría.
“Al mismo tiempo que en México se inauguraba la Torre Latinoamericana, se realizaba la primera campaña contra la poliomielitis y se instalaba una red telefónica a nivel nacional, Hungría tenía su revolución”, dijo en su discurso, el cual concluyó con una emotiva frase del escritor mexicano Octavio Paz: “Las revoluciones del siglo XX son y fueron el semillero de las democracias”, tras recibir una emotiva ovación, que dio paso a la ceremonia de develación de la obra conmemorativa y la degustación de bocadillos de la gastronomía húngara.
Revista Protocolo