La canción “Limeña”, cuya autoría es de la célebre peruana Chabuca Granda y que inmortalizara con su voz la española María Dolores Pradera, es considerada un segundo himno para Perú. Este canto trae consigo una palabra que se repite en un par de frases: “son aires de marinera con tu tacón” y “para bailar marineras por San Martín”.
La mayoría de la gente de todo el mundo, por obvias razones, cree que la “marinera” a la que se refiere la melodía, es la mujer que trabaja en el cuidado del mar, pero en el habla peruana, marinera es el nombre del baile nacional del Perú.
En la pasada fiesta nacional de Perú, que organizó la embajada de ese país sudamericano en México, realizada en un salón del Club Naval, después de haber disfrutado de bocadillos de la alta gastronomía peruana y prestado atención al discurso del embajador Julio Hernán Garro Gálvez, damas peruanas se quitaron los zapatos de tacón, agarraron servilletas y le dieron el toque alegre al festejo al bailar un par de marineras, interpretadas por la orquesta de música de la Secretaría de Marina (Semar), ante la sorpresa de embajadores, diplomáticos, empresarios y demás invitados especiales.
Momentos antes de la algarabía por las marineras, se escuchó la frase con la que el embajador Garro Gálvez citara al libertador José de San Marín: “El Perú es desde este momento libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende”, y con ello el recuento de los acontecimientos que hace 196 años llevaron a la nación inca a su independencia.
“No les voy a leer toda la memoria de la embajada”, refería el diplomático cuando continuaba narrando los sucesos históricos del Perú y los detalles importantes de la relación bilateral de su país con el nuestro, lo que sí es un hecho, es que en 2017, la embajada de la patria andina guarda en sus memorias la improvisada demostración de marineras a cargo de peruanas en tierras mexicanas.
