Ciencias Alternas

Lej Lejá: sal de ti mismo

La porción de Lej Lejá es una invitación a ir dentro de ti y no afuera. Anímate a observar qué falsas creencias sobre ti o sobre el mundo te están impidiendo ser todo lo que puedes llegar a ser

Dr. Moisés Matamoros Muñoz

Hace unas semanas, correspondió en la porción de la Torá en la que Dios se revela a Abraham y le da uno de los mensajes más significativos para toda alma humana. De manera personal me fue muy significativo, ya que en todo proceso personal se requiere de este llamado que despierta a comprometerse de verdad con el propio camino espiritual: Lej Lejá… “‘Vete por ti mismo de tu tierra, de tu lugar de nacimiento y de la casa de tu padre a la tierra que te mostraré. Y te convertiré en una gran nación, te bendeciré y te daré un gran nombre, y serás bendición’” (Bereshit 12:1-2).

Algunos sabios de la Kabbalah revelan que en este segmento están contenidas grandes claves para nuestro camino, que deseamos compartir y experimentar esta semana con todos ustedes. La primera de ellas es que, para ser lo que vinimos a ser y gozar de las bendiciones que Dios tiene reservadas para nosotros, debemos movilizarnos, hacer un “viaje espiritual”, que no es hacia afuera, a una tierra es particular, sino hacia adentro de nosotros mismos.

El camino de nuestra alma requiere ir hacia adentro, conocernos, o reconocernos, a nosotros mismos y nuestra esencia, y escuchar cada vez más claramente a nuestra alma, que nos habla sutil pero permanentemente en nuestro interior.

En ese camino hacia nuestro interior, debemos —como segunda clave— abandonar “la tierra en la que crecimos”. Es decir, dejar atrás condicionamientos, falsas creencias y formas de ver el mundo que nos desconectan de nuestra verdad. Por eso es tan importante hacer el camino hacia adentro: porque debemos deshacernos progresivamente de las falsas imágenes que tenemos de nosotros mismos, del mundo y de los demás, que nos limitan y estrechan nuestras posibilidades de crecimiento espiritual. Y nos mantienen alejados de lo que somos en verdad.

De acuerdo con la Kabbalah,Abraham representa el potencial humano de alcanzar la bondad superior. Ello se logra a partir de la trascendencia de tres ámbitos: tu tierra: los deseos innatos (instintivos); tu patria: las costumbres y forma de vida que esos deseos le generan; la casa paterna: el respeto por quien le inspiró una forma de vida idólatra, para poder dirigirse “a la tierra que Habré de mostrarte”: la voluntad en armonía con los principios superiores.

A Abraham se le exige dejar todo lo que genera o pueda generar egoísmo y “partir” en pos del altruismo. El deseo es innato e inconsciente, en cambio la voluntad es consciente y adquirida. El deseo en su forma instintiva es calificado por la Kabbalah como la raíz del mal, el egoísmo que no evalúa las consecuencias de sus actos.

En cambio, a través del trabajo consciente en el estudio de los principios superiores: Torá y el desafío en implementar lo aprendido a través de actos de bien es posible transformar el egoísmo “tu tierra, tu patria y la casa paterna” en voluntad de dar, altruismo: “dirígete a la tierra que habré de mostrarte”.

El pueblo de Israel ha perpetuado esta forma de vida basado en el desafío de realizar actos de bien, “mitzvót, las cuales le brindan al hombre parámetros concretos para evaluar la realidad y un camino seguro para lograr su plenitud y la finalidad para la cual fue creado. Así, el mensaje judío se transmitió de generación en generación y su esencia universal sigue vigente e intacta hasta nuestros días.

La porción de Lej Lejá es una invitación a ir dentro de ti y no afuera. Anímate a observar qué falsas creencias sobre ti o sobre el mundo te están impidiendo ser todo lo que puedes llegar a ser; ser todo lo que eres y manifestar Luz en este mundo. Y anímate a dejar esa “tierra” atrás y ponerte en sintonía con el propósito de tu alma. Allí están las bendiciones, la satisfacción, la plenitud. Anímate porque es un camino de toda la vida, que se recorre paso a paso, y es el viaje más hermoso que puedas vivir jamás. Es un camino personal, pero descubrirás que estarás más acompañado y protegido que nunca.

A continuación te dejo estos 12 pasos, guías, que pueden ser eco de este Lej Lejá, donde podrás aterrizar de manera práctica lo meditado en esta porción:

  • El otro no existe para complacerte o para desagradarte. El otro existe para enseñarte.
  • Nadie es culpable de lo que sientes. Tú eres quien opta por los sentimientos que tienes ahora mismo. Solo tú.
  • El arte de vivir sin expectativas, pero con perspectiva, es la clave para no frustrarte.
  • Cura en ti mismo la adicción a la necesidad de aprobación del otro. Solo así podrás disfrutar de la audacia y la confianza natural de tu espíritu, tu esencia.
  • No tienes control de nada, no importa cuánto creas que haces. Recuerda, pronto la tierra reclamará tu cuerpo y dejarás este planeta para entrar en una nueva fase de existencia. Abandona el control, solo entonces tendrás dominio sobre ti mismo y tu vida. El control es un reflejo del miedo y el dominio es un reflejo del estado de absoluta ausencia de tensiones internas y de tu encuentro con la paz.
  • No te extrañes para intentar “encajar” en el estrecho espacio del pensamiento que el otro tiene hacia ti. Eso no funcionará. Cuando te cancelas para complacer a alguien, tu luz se apaga y eres solo tú, quien permanece en la oscuridad sintiéndote perdido.
  • No creas lo que te digan los demás, por muy romántico y poético que sea. Lo que importa son las actitudes y no las palabras.
  • Abandona el orgullo y la ilusión de creer que todo será como quieres, deseas o necesitas.
  • Todo es fugaz. De cerca la vida es una tragedia, de lejos es una comedia. En un rato te reirás de todos los dramas que has creado. Porque todo pasa, todo ello.
  • Eres responsable de todo lo que sucede en tu vida. Tus pensamientos y sentimientos predominantes darán forma a tu realidad, te guste o no. Entonces, si quieres cambiar tu realidad, cambia tus pensamientos.
  • La deficiencia emocional no es la necesidad de recibir, sino de entregarse. Solo tú puedes suplir tus necesidades emocionales.
  • Vive con sencillez y más realidad. Solo entonces, quien eres realmente, realmente emergerá. Ríete más y no te tomes todo tan en serio. Después de todo, la esencia de la vida es descubrir y disfrutar de esta maravillosa aventura llamada evolución.

www.moisesmatamoros.com

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