Ciencias Alternas

Misión de vida: al servicio de la Luz

Todos podemos ser un canal de la Luz, solo es necesario centrar la fe en Dios

Moisés Matamoros Muñoz

A lo largo del contacto con las personas, me han preguntado cómo es que llegué a este camino, la respuesta siempre se concreta en compartir que acepté rendirme al plan divino – voluntad de Dios, solté y dije “donde pueda hacer el bien, ahí siempre estaré”. Me permito compartir el trayecto que me lleva hasta el punto donde compartimos este espacio a través de este artículo.

Soy nacido en una familia católica, amo mi religión porque me ha dado mucho, he aprendido demasiado y me ha conectado con Dios de manera muy fuerte. Pero como todo en la vida, hay evolución, y llega un punto donde se requiere ascender, seguir creciendo y no estancarse o vivir de rentas. Durante 17 años de mi vida estuve en la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (lasallistas) y pude descubrir el apasionante mundo de la educación. Posterior a esta casi mitad de mi vida decidí retirarme y estuve dos años como catedrático en la Universidad Anáhuac México, donde tuve también grandes experiencias a través de la docencia.

Mi formación profesional se focaliza en Educación y Ciencias Religiosas, un posgrado en Administración Educativa, y tres doctorados honoris causa en Liderazgo Educativo, pero siempre existió la curiosidad por algo más. De niño recuerdo bien que mi película favorita era La espada en la piedra de Walt Disney, el icónico mago Merlín me atraía en demasía como un personaje fantástico, con la capacidad de manipular la magia, transformándose en lo que él deseaba, así como visualizar el futuro y decretar hechizos. Igualmente recuerdo tener sueños muy vívidos y con mucho simbolismo, pero que para mí no trascendían, más allá del sueño en sí mismo.

Como dijera Ralph Waldo Emerson: “La curiosidad está al acecho de todos los secretos”. Siempre fui curioso de los temas energéticos, astrológicos y esotéricos, pero nunca adentré de más, me concentré en mi formación profesional y religiosa. Sin embargo hoy confirmo que todo ese tiempo fue una preparación para llegar hasta este momento donde la Luz manifiesta su deseo por revelar el poder que cada uno llevamos dentro, lo que llamamos “vocación”, “misión de vida”; y ciertamente, nunca es tarde para redireccionar la coherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace.

Fue entonces en el año 2010, cuando en plena crisis afectiva llegué a mi primera confrontación real conmigo mismo y decido encarar mi verdad a través de una terapia de psicoanálisis, pero más que la terapia, con una gran terapeuta; lo menciono porque aquí las personas tienen un rol muy significativo, que los kabbalistas llaman “Ángel de conciencia”, ya que hay cuatro cosas que hacen que un ángel sea un ángel: que esté listo, preparado, de pie y deseando hacer lo que el Creador quiere que haga. Con eso podemos entender lo que significa convertirse en un ángel.

Año 2017, la Luz nuevamente me envió un reto, y en medio de la situación más difícil que he vivido con una pareja, por medio de otros Ángeles de conciencia llegué a un proceso de sanación que nunca había experimentado antes: la magia natural, los Ángeles, la Geometría Sagrada, los chakras, las esencias, los oráculos, los cuarzos, las velas y muchos otros elementos que hasta ese momento eran ajenos a mi realidad. Me pude acercar a libros que nunca había tenido en mis manos, confirmando que hay autores que pueden ser maestros a la distancia a través de sus propias experiencias. Y puedo afirmar que un Ángel de conciencia fue Tania Karam (no la conozco en persona) con su primer libro Una vida con Ángeles.

Fue un proceso en el que descubrí que había dones que se habían preparado durante 33 años para dar comienzo a una nueva etapa de mi vida: el clariconocimiento, la clarisensibilidad, la clariaudiencia y la clarividencia. Y los que denomino mis Ángeles de conciencia me ayudaron precisamente a alinear los cuatro ejes mencionados anteriormente:

  • Estar listo: aprendí que la Luz siempre me quiere listo, y que estar listo significa tener conciencia. Durante muchos años creí que estaba en el lugar correcto, pero había inconsistencias, incoherencias, no era fiel a mi propósito personal. No seremos avisados el día, la hora, la forma, la situación; pero estar en esta sabiduría lleva a una corrección, a una restricción y por lo tanto a un despertar. Tal vez nunca estemos listos totalmente, pero si nunca tenemos miedo, entonces vamos de gane.
  • Estar preparado: lo que imaginé que “nunca pasaría” justo pasó, y entendí que no hay que hacer expectativa, pues no hay persona perfecta. Todos tenemos una agenda oculta, es lo que en Kabbalah se llama “deseo de recibir para sí mismo”, es entonces cuando confirmo que una persona que busca alimentar su espiritualidad no elimina de sí los problemas, sino que se hace de más herramientas y “tecnología espiritual” para enfrentar y revelar luz en cada circunstancia. Lo que ha sido mi “peor crisis” hasta ahorita, fue el camino que me llevó a este encuentro mágico, de no haber padecido el dolor, la soledad, el rechazo y el sufrimiento, no hubiera llegado a este encuentro con la Luz.
  • Estar de pie: hoy honro con amor a todos aquellos que me sostuvieron cuando pensé que caía. Y es que nadie llega a un despertar después de un momento de “noche oscura”. Cada Arcángel, Ángel, Guía, Maestro, Ser de Luz que se ha manifestado en mi vida, ha sido columna, soporte, faro, para poder transitar en senderos de progresión. Dios se ha valido de estos mensajeros para ser guiado y así guiar a otros. La gente no llega por coincidencia, sino por Providencia.
  • Desear hacer lo que el Creador quiere que haga: el culmen de este proceso es abandonarse, y es que durante mucho tiempo yo pensé que mi destino era otro. Intenté incursionar en la política, continuar como experto en educación, incluso como entrenador fitness; pero esa era mi visión, una visión reducida. Dios tenía preparado algo mejor para mí; no obstante, para llegar a este punto se necesitó tiempo, docilidad y certeza en el amor divino. Sin embargo, no basta decirle a Dios una vez que se haga su voluntad, es un decreto de todos los días y de todo momento, porque el ego siempre estará tentando para hacer lo que a uno más le place, mas no lo que más conviene.

Al día de hoy, atiendo a muchas personas a través de lecturas de oráculos de Ángeles, tarot, runas vikingas, bola de cristal, péndulo. Hago sesiones de alineación de chakras, reiki, apertura de registros akashicos, sanación y regresión de vidas pasadas, lectura de velas (ceromancia) y programación de cuarzos. Soy estudiante en el Centro Internacional de Kabbalah, he dictado conferencias, cursos, talleres, entrevistas, etc.

Estoy convencido de lo que afirma Michael Berg, director del Centro de Kabbalah, acerca de lo que significa ser un ángel en la realidad en la que vivimos:

“Los ángeles son seres únicos cuya esencia entera y Luz provienen únicamente de sus acciones. De hecho, los ángeles no tienen nombres; sus nombres o esencia dependen del mensaje o la acción que el Creador les está encomendando que realicen. Cuando el Creador envía a un ángel a llevar sanación, el ángel se convierte en un ángel de sanación, o cuando el Creador envía a un ángel a traer sustento, el ángel se convierte en un ángel de sustento. Y gracias a eso, el ángel obtiene su conexión y su nombre. Así que, mientras los ángeles realizan sus acciones, su Luz proviene de la tarea que están manifestando para el Creador. Por ende, existen dos tipos de ángeles: aquellos que están actuando de acuerdo a los deseos del Creador, manifestando Luz y bendiciones en este mundo, y aquellos que están a la espera de sus asignaciones, obteniendo su esencia del hecho de esperar y desear hacer lo que el Creador quiere que hagan.”

Así que este artículo va dirigido a ti: ¿qué estás esperando para convertirte en un Ángel de conciencia, en un trabajador de la Luz, en un colaborador de la verdad? Si viste la película de Walt Disney Ratatouille recordarás la frase del Chef Auguste Gusteau: “cualquiera puede cocinar”, pues de igual forma, ser un canalizador no es para gente sobrenatural, o con poderes extradimensionales, todos podemos ser un canal de la Luz, solo es necesario centrar la fe en Dios y hacer que cada acción que llevemos a cabo se convierta en una oportunidad para afirmar con el corazón: “Estoy dispuesto, listo y a la espera de anular todos mis deseos para realizar los deseos del plan del Creador. Estoy listo, de pie, preparado y deseando hacer lo que el Creador quiere que haga”.

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Acerca del autor

Hugo Martínez

Diseño Gráfico

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