Ciencias Alternas

Perdonar es avanzar en tu poder

Perdonar en realidad es un enorme acto de valentía y fortaleza, uno que tiene el poder de revelar una Luz increíble

Dr. Moisés Matamoros Muñoz

Seguramente en tu vida te has encontrado ante situaciones en donde el rencor, la ira, la venganza, se han apoderado de ti. Descuida, significa que eres un ser normal, como tantos que existimos en este planeta; la tarea es ¿cómo transformar ese deseo, sentimiento, emoción que está tan arraigado en tu corazón y que es difícil transmutar?

Piensa en algo, ¿cuántas veces te ha sucedido que hablas mucho y no dices nada? En efecto, a veces pensamos que el perdón se arregla hablando, dando discursos y creemos que con esa estrategia cambiaremos el modo de pensar de los demás. El punto más relevante de esto no es hablar con los demás, convencerlos de algo, o tratar de cambiar su parecer u opinión, incluso el concepto que tienen de nosotros.

La parte más importante del proceso es hablar con “el del espejo” para que nos demos cuenta que nosotros lo originamos y de nosotros depende el cambio al interior de nuestra esencia. Porque mientras estamos enojados somos valientes, somos de todo, es como si el mismo diablo nos abrazara, el problema es cuando ese abrazo concluye.

Perdonar no es decir “ya lo olvidé”, porque la verdad es que no se olvida, sino “ya entendí, ya comprendí, ya integré”. Perdonar es el grado de avance espiritual que yo deseo darme, no tanto al otro, sino a mí mismo. Pensamos que “el otro me lastimó”, cuando en realidad “yo lo permití”. Nadie más que nosotros, somos dueños de nosotros, y uno de los mayores obstáculos que enfrentamos en nuestro camino espiritual es lidiar con falsas creencias. Una experiencia dolorosa presenta varios desafíos significativos: manejar el dolor, aprender de la situación y encontrar la manera de seguir adelante.

Sabemos que, espiritualmente, debemos amar a todos, incluso a nuestros enemigos; pero eso es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Solemos tener miedo a que por perdonar a alguien que nos ha lastimado nos dispongamos a salir heridos nuevamente. Tenemos miedo de mostrar debilidad al dejarlos escabullirse tan fácilmente. Pero perdonar a alguien en realidad es un enorme acto de valentía y fortaleza, uno que tiene el poder de revelar una Luz increíble. A veces creemos que huir de la situación puede traer remedio, sin embargo bien dicen los sabios: “no es el lugar al que vas, sino la mochila que estás cargando”.

Cuando no nos recuperamos de la forma en la que decidimos perdernos, continúa afectándonos todo; incluso cuando no tenemos nada que ver. Usamos el dolor del pasado como una excusa para herir a personas en el presente. Por ejemplo: si una pareja anterior nos fue infiel, quizá nos volvamos suspicaces, celosos y desconfiados con nuestra pareja actual, lo cual puede crear una enorme tensión en una relación. Llevamos las cargas de experiencias previas porque en realidad no las hemos superado.

Entonces, ¿cómo aprendemos a perdonar a las personas que nos han lastimado?

1. Siempre hay Luz en cada situación.

Cada vivencia, sea una bendición o una dificultad que enfrentamos proviene de la Luz. Cuando alguien nos hiere o enfrentamos adversidades, la Luz sigue estando ahí aunque esté oculta. Incluso cuando no podamos entender por qué, el Creador ha enviado a esta persona a nuestra vida para ponernos en esta situación por una razón.

Tenemos una increíble oportunidad de revelar esta Luz oculta mediante el poder del perdón. Esto no significa quedarse expuestos a que nos lastimen nuevamente. De hecho, quizá te parezca necesario distanciarte de la persona. Pero el perdón nos ayuda a desarrollar una relación más fuerte con el Creador. Nos libera del dolor causado a la vez que nos abre a la posibilidad de aprender de la situación.

En palabras de Arcángel Metatrón: “detrás de todo caos siempre hay un orden, una bendición escondida, algo que aún no logramos ver, pero que seguro traerá un aporte a nuestra evolución”. Así que en el perdón, tal vez de momento hubo sentimientos de oscuridad, pero al final, encontraremos certezas de fe que lleven a un despertar muy profundo en el corazón.

2. Busca las lecciones que vienen de la situación.

Es difícil ver que algo bueno puede venir de nuestro dolor mientras estamos sufriendo, pero es importante dar un paso atrás, respirar profundo y meditar en qué podríamos aprender de nuestra experiencia. ¿Qué responderíamos si el Creador se acercara a preguntarnos: “¿Por qué crees que puse esto en tu camino?”?

Usualmente podemos mirar nuestros errores y desafíos pasados para ver cómo nos han convertido en la persona que somos hoy, pero aun así nos cuesta ver que lo que estamos atravesando ahora nos está conduciendo a ser la persona que seremos mañana. Si creemos que nuestras experiencias tienen el propósito de moldearnos en personas mejores, entonces debe haber alguna lección de vida en la situación.

En mi experiencia, tuve que perdonar una situación laboral —para que veas que no eres el único—. Hace tres años trabajaba en una prestigiada universidad privada, una institución de inspiración cristiana. Yo era profesor en licenciatura, y con alegría desempeñaba mis funciones guiando a los alumnos a la luz de la Fe y la Espiritualidad. Sin embargo, fui cuestionado por las autoridades al investigar mi dedicación al trabajo energético a través de los oráculos de ángeles. La universidad tomó la decisión de despedirme, pensando que yo mal orientaba a los alumnos en temas doctrinales.

Mi ego me dijo: “es injusto, demándalos”; la Luz me dijo: “es momento de emprender otro camino, otra forma de enseñar, otra forma de brindar conocimiento y sabiduría, agradece lo vivido y que nadie detenga tu vuelo”, y así fue, Dios confirmó mi misión, y la única forma de encaminarme a este trabajo era apartándome de la vida laboral en un empleo formal. Ahora sigo trabajando, pero de otra forma, sigo aprendiendo y enseñando, con otra energía. Pero al final, tuve que hacer un proceso profundo de perdón.

3. Perdonar es una oportunidad para crecer.

Considera todos los desafíos en tu vida como una pista de obstáculos diseñada solo para ti. Hay un muro de escalar, una soga para trepar y otros obstáculos. Es una pista difícil, pero sabes que cuanto más trabajes en ella, más fuerte te volverás. Como dijeran las espiritualidades que nos hablan en el aquí y en el ahora:

“La vida es una compleja unión de carácter, sentimientos, deseos y muchas formas de buscar cada objetivo. De cada cual de ustedes depende el momento eterno o poco duradero que puede ser su camino. ¿Qué es más importante, dejar una huella con los pies descalzos o dejar una mancha cuando caminas con los zapatos manchados? Dicen que el camino se hace al andar, pues yo digo que el camino yo ya lo anduve y entonces vengo a enseñarte a caminar. Escucha esa voz que llevas dentro, quizá no soy yo, pero sí es alguien que clama desde adentro, que busca salir y mirar lo que el mundo ha preparado. Pero de cada uno depende qué será lo que se quede en su tiempo, ya que nosotros estaremos en cada momento. Lo que ustedes elijan será lo que transformaremos en la gran magia o en un olvido que se pierda en otro tiempo. Detén por momentos tu camino, inicia nuevos rumbos hacia el mismo destino. Conoce la felicidad y sé uno mismo con el supremo. Atiende tu necesidad, pero no refugies tus dolores en lo que crees no es merecido. La necesidad no es sinónimo de carencia, es la oportunidad de conocer y llevar de la mano el fruto de la inocencia mas no de la ignorancia, dejándote sorprender por cada espacio sin dejar que el espacio te sorprenda. Eres hecho de la misma tierra, eres espíritu y vida de varias eras, eres luz y fuerza, eres mar, cielo, fuego y tierra. Llegaste a ser bendición para aquel que te espera, así como tú las recibes por cada estrella que la luna despierta. Aprende a amar los sueños para que instruyas a aquel que te enseña, siente ese abrazo que lo Supremo te da con el sol al levantarse, vibra como el canto de un ave que le canta al Creador por la bendición de despertarse. Detén tus pasos para que descanses, mira el cielo y por un momento cierra los ojos mientras aún sigues viendo y descubre la maravilla que es soñar despierto, con la conciencia de ello.

¿Quieres ser luz? Sé luz…

¿Quieres ser magia? Sé magia…

¿Quieres ser vida? Sé vida…

Sé todo, pero sé todo sin reservas ni medidas”

www.moisesmatamoros.com

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