Portal 11:11

Es el puente entre la dualidad y la unicidad, una zona de transición entre dos espirales de evolución diferentes

Dr. Moisés Matamoros Muñoz

Cuando hablamos de un portal, nos estamos refiriendo a una puerta, misma que tenemos la posibilidad de cruzar o no, en este caso el número 11 abre la frecuencia dual de la Unidad, dos veces uno, es decir, la unión del divino masculino y el divino femenino, la plenitud día y noche, luz y sombra, agua y fuego. Cada uno en lo individual importante pero con deseo de complementarse. Los portales son cilindros de Luz que se activan en un momento determinado, permiten el ingreso de novedades y llegan con códigos de Luz provenientes del Sol.

El portal 11:11 es el puente entre la dualidad y la unicidad, una zona de transición entre dos espirales de evolución diferentes. Cuando estas espirales se superponen y coinciden se produce un gran impulso evolutivo para la transformación del alma.

El número 11 en numerología tradicional (pitagórica) es considerado un número maestro que significa “superconsciencia” en todas sus manifestaciones. Es percepción, sabiduría e intuición extrema. La suma del 1+1 es igual a 2. El número 2 es un estado de consciencia que habla de dualidad. Es el número del arte por excelencia que ayuda a inspirarse y a mostrar algo en la consciencia colectiva: su canto, sus pinturas, su danza, o sus fotografías. En numerología esotérica y kármica el 11 nos conecta con los misterios de la vida y la muerte, con la luz y la oscuridad al mismo tiempo.

En el Tarot el arcano mayor 11 es la Fuerza, mostrando una figura femenina tocada con un sombrero, que representa el símbolo del infinito; la mujer está elegantemente vestida y tiene a un león con la boca abierta, gracias a la fuerza que imprime en sus mandíbulas. El león representa la fuerza del instinto salvaje. La dama viste de azul, que simboliza inteligencia y estabilidad, de amarillo porque simboliza sabiduría, y rojo que simboliza acción y pasión. Esto quiere decir que con inteligencia, espiritualidad, determinación, se podrá tener dominio sobre la fuerza bruta. En Kabbalah se asocia con la letra Kaf y con el signo de Leo, planeta Saturno, elemento fuego.

El nombre Kaf viene de la palabra Koaj (potencial), que alude al poder y fuerza. Esta letra es la número 11 del alfabeto hebreo y tiene como valor guemátrico el número 20. Kaf es la letra que le sigue a la Yud, esto nos indica que Kaf es el sitio en donde esa fuerza habita y se desarrolla.

Kaf significa “palma de la mano”, dejándonos ver que ese es el sitio por donde emana su fuerza. La kipá judía (casquete) está inspirada en la forma-pensamiento de la kaf. Puesto que su nombre también significa palma, la kipá se considera la palma de la mano de Dios que se posa sobre la coronilla del hombre para recibir todo el potencial de la Kaf superior. Por eso, este gorrito (kipá) no es solo para protegerse de recibir la Luz directa de Dios, sino que representa, además, un acto de humildad y de subyugación ante el Creador.

El 11 es el fuego sagrado de la energía Kundalini. Según Doreen Virtue, el 1, 11, 111, y 1111 en los numerous angelicas significa: “Mantén tus pensamientos en positivo, porque tus pensamientos se están manifestando en la forma. Focaliza en tus deseos y no en tus miedos”.

Al estar abierto este portal, o encontrarse a menudo con esta frecuencia numérica, estamos recibiendo innumerables mensajes. Cuando el 11:11 aparece ante ti es tu llamado a despertar y conectarte con tu interior. El 11:11 es siempre un acto de Intervención Divina diciéndote que es momento de atravesar los velos de la ilusión que nos mantienen en un mundo irreal. El 11:11 abre la comunicación con Seres de Luz de dimensiones superiores, quienes miran repetidamente esta frecuencia son personas que se encuentran en etapas cruciales de su vida, así como en transiciones, en otras palabras, ver este número es “pon atención, se acerca una transformación en tu vida”.

Podemos mencionar ciertas frecuencias que vienen asociadas al 11:11:

• Eres el creador de tu propia vida. A través de tus pensamientos, sentimientos y palabras. En este caso das un paso adelante y te conviertes en cocreador que aporta su propósito para que la obra de Dios revele más Luz y Amor. Por lo tanto, cuida que todo lo que surja de ti sea positivo y ara tu más alto bien y de quienes te rodean. Esta es la manera en la que se crean los milagros.
• Estás siempre acompañado. Tus guías, guardianes, seres de luz, ángeles, arcángeles, linaje, maestros ascendidos, y sobre todo por Dios mismo, te acompañan y manifiestan su presencia amorosa. Solo tienes que abrirte y permitir que la guía llegue a ti, decreta “por mi libre albedrío acepto ser guiado”.
• Vive en conciencia. Date cuenta de que todo lo que te sucede es para algo, conlleva un aprendizaje. Date cuenta de que todas tus acciones tienen repercusiones y afectan directamente a tu entorno de manera positiva o negativa. Date cuenta de que eres un ser único, especial e irrepetible que tiene mucho que aportar a tu entorno, activa este poder desde el amor.
• Abre tu corazón. Procura que todas y cada una de tus acciones salgan desde tu corazón, deja que surjan los sentimientos que se albergan en tu interior, siempre de una manera positiva y ten la certeza de que debajo de las capas de dolor, lo único que puede existir es amor, activa ese amor y compártelo con el mundo.
• Desarrolla tu misión de vida. Sabes que estás aquí para algo, con un propósito específico que envuelve amor y servicio; no esperes mejores tiempos para empezarlo a hacer, inicia hoy, revela Luz y compártela con los demás.
• Guarda un espacio para ti. A través del silencio, de la meditación, de la contemplación, permítete entrar en contacto contigo mismo, sabiendo que Dios vive en tu interior y es ahí donde encuentras todas las respuestas.
• Celebra la vida. Que cada respiración, cada paso, cada latido sea un motivo de gozo para ti, de que estás vivo y puedes compartir vida. Que eres dueño de tu propia vida y puedes desarrollar habilidades inmensas, deja que la vida te sorprenda con buenas noticias y mayores despertares.
• Agradece. Esto te ayudará siempre a ver las bendiciones en tu vida y a generar más y más bendiciones. Honra lo que se te entrega en pureza de corazón y recta intención.
• Busca la paz interior. Un momento de silencio al día, para escuchar la voz del corazón, la voz de Dios. No todo es trabajo, no todo es ruido, no todo es prisa. Siempre hay tiempo y siempre hay más.
• Mantener el rumbo en la dirección indicada. Aquello que somos se manifiesta, dejemos caer las vendas, que se derrumben viejas barreras, parones limitantes, reacciones que bloquean.
• Sabernos Uno. El Universo es en nosotros, la Unión con el Todo y con todo lo que existe, no hay nada fuera, nada que no exista, en el Amor de Dios, somos, nos movemos y existimos.

“Siempre podemos reescribir el guion de nuestra vida; esto es nuestra elección, cada segundo de cada día”

Yehuda Berg

Facebook, Instagram y Twitter: moises.matamoros