Aún con diferencias pendientes como la ocupación anglo-estadounidense de Irak o una mayor presencia militar germana en Afganistán, la canciller federal alemana, Angela Merkel, abogó el 3 de enero por reforzar la cooperación económica con Washington.
Ante la competencia de los mercados asiático y latinoamericano, Merkel se pronunció por aumentar el intercambio con Estados Unidos y formar bloque con ese país, en una entrevista conjunta concedida a los diarios Financial Times y su versión alemana FT Deutschland.
La dirigente democristiana, quien inicia el 4 de enero una visita a EU, aboga por defender intereses económicos concretos de las dos naciones, como la protección de la propiedad intelectual.
Pero medios de prensa alemanes consideran que Merkel deberá discutir con el presidente estadounidense, George W. Bush, la caótica situación en la nación del Golfo Pérsico y la oposición de Berlín a trasladar tropas a la convulsa zona sur afgana.
Asimismo, Merkel se refirió a la necesidad de que Rusia abra su esfera energética a la inversión extranjera, si desea que Europa ofrezca su mercado para las empresas de la nación euroasiática.
Para ello, la Unión Europea (UE) busca la firma de un acuerdo de cooperación energética con Moscú, el cual este último califica de desequilibrado, pues beneficia a los consumidores, en detrimento de los productores de combustibles.
La canciller federal alemana, cuyo país además de presidir este año el grupo de países más industrializados y Rusia (G-8) ejerce la presidencia de la UE en el primer semestre de 2007, negó la posibilidad de resolver en ese lapso el asunto del tratado constitucional europeo.
En ese sentido, Merkel reiteró que su nación de ninguna forma sacará adelante el proceso de ratificación de la carta magna en los próximos seis meses, pues apenas redactará una especie de hoja de ruta sobre los pasos para avanzar en ese aspecto.
La cumbre del bloque regional del pasado verano debió acordar la postergación de la entrada en vigor de la Ley Fundamental comunitaria hasta mediados de este año, ante la indefinición de los casos de Francia y Holanda.
París y Amsterdam rechazaron en sendos referendos, realizados en mayo y junio de 2005, el tratado constitucional, lo cual estancó el proceso de integración de la UE. El referido documento ya fue ratificado por 18 de los 27 miembros de la entidad comunitaria.
Fuente: Prensa Latina
