Comercio y Negocios

Bolivia exportará gas natural a México

Las relaciones bilaterales entre Bolivia y México son cordiales, pero también han sido bastante modestas, admitió el embajador boliviano en nuestro país, Gary Prado Salmón.

Hasta la fecha, no existen casos de coinversiones boliviano–mexicanas, y sólo se han realizado numerosos proyectos de desarrollo mutuo.

El intercambio comercial, aun con el empuje de un tratado de libre comercio bilateral firmado en 1994, apenas alcanza 50 millones de dólares anuales, y la mayor parte de esta cifra está representada por exportaciones mexicanas hacia la nación andina.

No obstante, este perfil de lazos limitados pronto cambiará.

Para el año 2004, adelantó Prado en entrevista exclusiva con Protocolo, las ventas bolivianas a México se incrementarán de apenas 6 millones de dólares por año a casi 80 millones de dólares anuales, y el 92 por ciento de éstos serán en forma de hidrocarburos.

Riqueza energética

Si bien Bolivia es el país más pobre de Sudamérica, su recién descubierta riqueza de gas natural lo está convirtiendo en un gran actor en el juego continental de energía.

En los últimos 5 años, las reservas probadas de gas natural en Bolivia han aumentado desde menos de 6 billones de pies cúbicos a 47 billones, y las principales empresas transnacionales del sector están haciendo fila para poder comercializar este energético que una vez fue llamado por los catadores bolivianos «la gran maldición».

«La demanda interna de Bolivia de gas natural es muy baja», explicó el diplomático. «Por consecuencia, durante muchas décadas, el gas sobrante fue reinyectado o simplemente quemado debido a que no tuvimos un mercado para venderlo.»

Pero el aparentemente insaciable apetito internacional de energía limpia que alcanzó su cima a finales de la década de 1990 dio ímpetus a la exploración de nuevos mercados fuera de sus fronteras.

En lo que al principio pareció un gran brinco de fe, inversionistas bolivianos y extranjeros decidieron financiar la construcción de un gran gasoducto de 32 pulgadas de grueso y 3,000 kilómetros de largo que permitiría subastar el superávit de gas a Brasil y Argentina.

Este megaducto, que costó casi 2,500 millones de dólares, resultó un gran éxito, y hoy en día, según informó Prado, Brasilia y Buenos Aires están comprando 30 millones de pies cúbicos de gas diariamente a La Paz.

«Esto quiere decir que las exportaciones de gas ya representan el 20 por ciento de los ingresos internacionales de Bolivia», afirmó. «Y con la expansión prevista de nuestros mercados durante los próximos años, consideramos que llegarán a ser entre el 40 y 50 por ciento de nuestras ventas en el exterior.»

Y he aquí precisamente donde México entrará en el juego.

Aprovechando un dictamen del tratado bilateral de 1994, Bolivia gozará del cero por ciento de tarifas en la venta de su energético a México, lo cual le permitirá transformarse en uno de los proveedores principales de gas natural hacia nuestro país vía una complicada ruta de 8,000 kilómetros que conectará a aquella nación, rodeada de tierra, con costas pacíficas de Baja California y Michoacán.

El ambicioso proyecto será financiado conjuntamente por el gobierno boliviano y un consorcio internacional llamado Pacific LNG.

Características del proyecto

El proyecto, según cálculos, tendrá un costo de alrededor de 5,000 o 6,000 millones de dólares, e incluirá el uso de gasoductos transnacionales, buques tanques y un complejo de plantas de compresores y congeladores.

«El ducto irá desde el Campo Margarita, en Bolivia, hasta Chile o Perú, lugar donde el gas será convertido en forma líquida y enviado por mar a México», señaló Prado.
«Una vez que llegue a México, se puede reconvertir el gas a su forma natural y transportarlo vía ducto a plantas y parques industriales tanto en Baja California como al este de Estados Unidos.»

Prado indicó que, eventualmente, Bolivia podría subastar unos 800 pies cúbicos de gas diarios a Norteamérica.

También aseguró que las operaciones comerciales del proyecto están programadas para iniciarse dentro de los dos próximos años, pese a que todavía queda por definir «algunos detalles menores» antes de empezar la construcción.

Uno de estos «detalles» es establecer hasta dónde llegará el gasoducto boliviano.

Las dos opciones, Chile y Perú, presentan potenciales obstáculos para el proyecto boliviano.

En primer lugar, Chile entró en guerra con Bolivia en 1879 y cortó relaciones bilaterales diplomáticas en 1978. Unos años después, las dos naciones experimentaron una parcial reconciliación cuando reabrieron un diálogo en búsqueda del establecimiento de mejores contactos políticos, económicos y comerciales, pero aun así no se puede definir esa relación como cercana.

Por otro lado, Lima cedió el puerto de Ilo a Bolivia en 1992 como zona de comercio libre, pero Perú, desesperado por atraer capital extranjero, también quiere comercializar sus propios campos de gas natural. Esto quiere decir que el ducto boliviano podría representar una competencia no deseada para sus exportaciones y ventas globales.

Pese a todo, Prado subrayó que los beneficios del proyecto Pacific LNG en el largo plazo serán incentivo suficiente para convencer a por lo menos uno de los vecinos no tan amistosos de Bolivia para aceptar el gasoducto y las instalaciones portuarias.

«El proyecto va a redefinir la economía boliviana y transformará a nuestro país en una fuente clave de energía limpia», concluyó.

Y, de paso, también redefinirá la relación entre Bolivia y México.

Datos sobre Bolivia

Ubicación: Parte central de Sudamérica, a un costado de Brasil. Sus fronteras son Perú, Chile, Argentina y Paraguay (no tiene acceso al mar).
Área total: 1’098,580 kilómetros cuadrados.
Población: 8.3 millones de habitantes.
Capital: La Paz, como capital del gobierno, y Sucre, como capital legal y judicial.
Moneda nacional: el boliviano, con un intercambio actual de alrededor de 6.5 por un dólar estadounidense.
Tipo de gobierno: República, ganó su independencia de España el 6 de agosto de 1825.
Presidente: Gonzalo Sánchez de Lozada, presidente de Bolibia desde el 4 de agosto de 2002.
Lenguajes: español, quechua y aimará.
Recursos naturales: estaño, gas natural, petróleo, cinc, tungsteno, antimonio, plata, hierro, primacía, oro y madera.
Industrias: energética, metalúrgica, alimenticia, tabaquera, textil y artes manuales.
Productos agrícolas: soya, café, algodón, coca, maíz, caña, arroz, papas y madera.
Economía: Producto Interno Bruto de 20,900 millones de dólares e ingreso per cápita de 2,600 dólares; 53 por ciento de economía se basa en los servicios, mientras que la industria y la agricultura representan el 31 y el 16 por ciento de los ingresos, respectivamente.
Intercambio total: 3,100 millones de dólares al año, de los cuales 1,200 millones son exportaciones.
Intercambio con México: 50 millones de dólares al año, de los que sólo 6 millones de dólares son exportaciones bolivianas hacia México.
Relaciones diplomáticas con México: establecidas a principios de 1831, Bolivia abrió una embajada residente en nuestro país en 1877, y México hizo lo propio en La Paz ese mismo año.

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