El pasado 30 de abril, la reina Beatriz de los Países Bajos celebró su cumpleaños oficial y el 23 aniversario de su coronación, acontecimiento que fue conmemorado por el embajador holandés en México, Robert Arthur Vornis, y su esposa Nicole con una recepción diplomática en su residencia.
La primera hija de la princesa Juliana y el príncipe Bernard, Beatriz Wilhelmina Armgard, nació en el Palacio de Soestdijk en Baarn, donde vivió hasta mayo de 1940, cuando su familia tuvo que huir a Gran Bretaña para escapar de la invasión alemana.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la familia real regresó a su tierra nativa para reasumir sus deberes principescos, y el 30 de abril de 1980, Beatriz se convirtió en reina de los Países Bajos en el cumpleaños de su madre.
Koninginnedag, o el «Día de la Reina», se ha celebrado cada 30 de abril desde que Juliana regresó al trono, y en honor a su madre, la nueva reina escogió continuar celebrando su propio cumpleaños en ese día, ya que Beatriz nació en enero, cuando hace demasiado frío para realizar festividades al aire libre.
Tradicionalmente, los holandeses conmemoran a Koninginnedag con desfiles militares, concursos de papalotes y carreras de carritos, así como con pasteles y banderas anaranjadas, color real de esta nación.
Aunque en los Países Bajos se vive hoy en día una democracia plena desarrollada con dos cámaras legislativas, la reina todavía desempeña varias e importantes funciones políticas, tales como la selección de la formación de un nuevo gobierno y la firma de todas las nuevas leyes.
Monarquía, forma de gobierno
El rey de los Países Bajos es el jefe del reino y de las tres partes por separado. Las Antillas Neerlandesas (Donaire, Curazao, Saba, San Eustaquio y San Martín) y Aruba tienen sendos gobernadores que representan a la corona.
El gobierno en los Países Bajos está formado por el rey (lo que en la Constitución significa tanto rey como reina) y los ministros. Esta interpretación del concepto «gobierno», en el que el jefe de Estado forma parte de la administración, no es usual en muchas otras monarquías de Europa occidental.
En ellas, el gobierno sólo se compone de ministros. Desde la drástica revisión de la Constitución en 1848, los Países Bajos son una monarquía constitucional con un sistema parlamentario. Monarquía constitucional significa que la Constitución determina el poder del monarca heredero.
Una de las muchas funciones del rey como jefe de Estado es pronunciar anualmente el Troonrede o Discurso de Apertura del Parlamento, el Día de los Príncipes (Prinsjesdag: tiene lugar cada año el tercer martes de septiembre). En el Troonrede se exponen los planes del gobierno para el siguiente año.
El rey también desempeña un papel importante en la formación de los gabinetes. Después de las elecciones, el rey consulta con los jefes de los grupos parlamentarios, los presidentes de la Primera y de la Segunda Cámaras del Parlamento, y el vicepresidente del Consejo de Estado. Basándose en sus consejos, el rey nombra a un «informador»: una persona encargada de examinar qué partidos estarían dispuestos a formar juntos el nuevo gabinete pues, hasta la fecha, no ha habido ningún partido que haya logrado alcanzar la mayoría en unas elecciones.
