Comercio y Negocios

Japón y Tailandia firman acuerdo de asociación económica

Japón y Tailandia alcanzaron un acuerdo de base para la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC), que oficialmente se denominará acuerdo de asociación económica.

El acuerdo con Tailandia, uno de los principales socios comerciales de Japón, es considerado todo un éxito. No obstante, es discutible que este acuerdo pueda denominarse como un verdadero tratado de libre comercio, dada la acostumbrada renuencia de Japón a hacer concesiones en el sector agrícola y la firme resistencia de Tailandia a aplicar sustanciosas rebajas en los aranceles de productos industriales de gran interés para Japón, como son los automóviles y el acero. Se teme, incluso, que sirva de mal ejemplo para otros acuerdos parecidos, ya sea para los que se están negociando actualmente o para los que se negocien más adelante con otros países.

Tailandia es el quinto país, tras Singapur, México, Filipinas y Malasia, con el que Japón ha firmado o ha llegado a un acuerdo para suscribir un tratado de libre comercio. Al convenio con Bangkok se le considera especialmente importante puesto que Tailandia es uno de los socios comerciales más importantes de Japón en Asia y tiene una posición influyente en la ASEAN (la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático). El intercambio comercial anual entre los dos países se eleva a 3.7 billones de yenes (33,600 millones de dólares). Las empresas japonesas empezaron a trasladarse a Tailandia en los años sesenta, y constituyen el 40 por ciento del total de las inversiones extranjeras directas en el país. La industria manufacturera japonesa, encabezada por la industria automovilística, la del acero y la de los electrodomésticos, tiene grandes intereses en Tailandia, donde el montaje de coches es ahora una actividad floreciente.

La negociación del acuerdo de libre comercio resultó difícil debido al celo con que los dos países protegieron a sus industrias nacionales –Japón con respecto a sus productos agrícolas y pesqueros, y Tailandia con los automóviles, los repuestos de automóviles y los productos del acero–. En virtud de este acuerdo, cuya firma se rubricará próximamente, Tailandia rebajará los derechos arancelarios de los vehículos con motores de tres mil o más centímetros cúbicos del actual 80 a un 60 por ciento para 2010. Los derechos arancelarios de los repuestos de automóviles desaparecerán por completo paulatinamente para 2011, y los de los productos del acero se eliminarán durante los 10 años posteriores a la puesta en marcha del acuerdo.

En lo que respecta a las concesiones de Japón, el arroz quedaría exento de la liberalización desde el comienzo, mientras que los derechos arancelarios de ganado porcino bajarán del 21.3 hasta el 10.65 por ciento durante los cinco años posteriores a la entrada en vigor del acuerdo y se establecerá un régimen con unos derechos arancelarios más bajos para los plátanos. A los cuidadores y enfermeras tailandeses se les permitirá la entrada en Japón, mientras que la experiencia laboral previa que se les exigirá a los cocineros tailandeses para poder residir en Japón se reducirá a cinco años con respecto a los 10 actuales.

Si bien los fabricantes japoneses de automóviles agradecen la eliminación de los derechos arancelarios tailandeses sobre los repuestos de automóviles, aun cuando esto pueda tardar varios años, las concesiones realizadas por los dos gobiernos se consideran en general insuficientes para un acuerdo de libre comercio en el significado internacionalmente aceptado del término. Al observar en el editorial del 2 de agosto que “un acuerdo de libre comercio significa antes que nada la promesa de eliminar completamente los derechos arancelarios”, el Nihon Keizai Shimbun afirmaba que “está claro que el contenido de este acuerdo reciente (con Tailandia) es algo que a duras penas se podrá anunciar por todo el mundo como un acuerdo de libre comercio del que se pueda estar orgulloso”.

La extremada renuencia de Japón a abrir su mercado de productos agrícolas ha lastrado significativamente las negociaciones comerciales, multilaterales o bilaterales, también en el pasado. Y se repite en las negociaciones de los acuerdos de libre comercio con casi todos los demás países, a excepción de Singapur, país que no tiene gran interés en las exportaciones agrícolas.

Fuente: Centro de Prensa Extranjera / Japón.

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