Comercio y Negocios

Logra tus metas financieras: ¿Cómo establecer objetivos factibles?

Hay que conocer la regla CREDITAS para planear mejor la vida financiera

Revista Protocolo

Ciudad de México, 25 de enero de 2021.— Para conseguir el éxito es indispensable planearlo. Imaginar que se va a participar en un maratón para cruzar la meta con una medalla colgada en el cuello. Materializarlo implica investigar la fecha del evento, comer bien como parte de la preparación, tener el outfit adecuado, entrenar y una larga lista de acciones. Pasa lo mismo con la economía: que esta mejore depende de las metas financieras y, para alcanzarlas, hay que saber trazarlas.

Existen diferentes tipos de metas financieras: independizarse de la familia, tener mejor sueldo, terminar con las deudas, cambiar de auto, comprar casa o emprender un negocio son las más comunes; sin embargo, las metas financieras deben tener características específicas para poder lograrlas.

La regla CREDITAS comparte las características que deben tener una meta financiera:

Creíble: Sin importar el tamaño de la meta, uno debe ser el primero que debe considerarla como importante o relevante para el plan o propósito de vida. Escuchar opiniones, pero no dudar del plan sin antes desmenuzarlo.

Razonable: Reconoce la situación actual y posibilidades, repasar a detalle el ecosistema financiero que rodea, opciones en el mercado para créditos y herramientas que apoyarán, de esa forma se podrá plantear una meta realista.

Escrita: Si pasa de la mente al papel, la meta financiera tendrá más facilidad de abrir sus raíces. Descifrar pros y contras, cuánto se le va a invertir en energía, tiempo y dinero y escribir todo esto.

Duración específica: No es lo mismo pensar casarse un día, que entregar un anillo de compromiso y ponerle fecha a la boda. Con las metas financieras es igual. Si se busca disminuir las deudas, abrir un negocio o cambiar de auto, definir para cuándo se quiere lograr, una fecha clara de inicio y final, así como momentos clave ayudarán a crear un sistema para rendir cuentas a uno mismo y ver el avance.

Inspiradora: Lo que motiva, avanza. No hay que perseguir una meta financiera que no convence o que no pertenece, ya que se tirará la toalla a medio camino. La meta debe motivar a alcanzarla, por ejemplo: tener determinada cantidad para empezar el negocio propio, consolidar las deudas para terminarlas en menos tiempo, etc. Si no pasa este filtro, borrarla y escribir otra.

Tangible: Establecer claramente cómo se ve el éxito, esto ayudará a visualizar y trazar el camino para lograrla. Establecer criterios específicos que no dejen lugar a dudas que se cumplió el objetivo, por eso hay que ser específico, cuánto dinero se necesita, si se va a ahorrar para vacaciones cuánto se va a destinar cada mes, si se requiere cambiar algún hábito o cancelar un gasto.

Alcanzable: Uno quiere un nuevo auto, se crea la meta, se busca que el modelo esté disponible en el país, el deseo esté escrito a detalle, que uno lo quiere para mayo, se trabaje con esfuerzo y hasta haber tomado la prueba de manejo, pero si el presupuesto es para un auto de precio medio y la meta financiera es para un convertible de lujo, es momento de aterrizar antes de frustrarse. Las metas deben motivar y ser agresivas, pero realizables.

Seriedad: Comprometerse es una acción que asusta y hay que ajustar hábitos y acciones en congruencia con el objetivo, si este año se piensa en comprar un departamento y a cambio se debe dejar de gastar en objetos que causan placer pero que no conducen al objetivo, el nuevo presupuesto debe estar alineado con esa decisión para ir de la mano con los resultados positivos.

Cuando las metas financieras son claras y factibles, los procesos se vuelven claros.

Ahorrar, disminuir deudas o invertir serán los siguientes pasos. Una forma práctica de alcanzar estas metas es aprovechando tus activos. Si se cuenta con un auto, inmueble o nómina, se puede acceder a un crédito con tasa de interés y plazo accesibles, y apalancarse en ellos para lograr los objetivos, hay que mirar responsablemente a las alternativas que uno tiene. Por ejemplo, si con la pandemia el negocio se vio comprometido y se piensa reactivarlo, se puede usar el auto como garantía para obtener un préstamo para reinvertir. Si hay deudas caras, cambiarlas a préstamos con menor interés y así cumplir la meta de refinanciarlas y salir de ellas en menor tiempo.

Una vez que se tienen las metas financieras trazadas, buscar ayuda para consolidarlas, tomar decisiones correctas, crear reportes de los avances, comprar con consciencia, ahorrar, prever, invertir y, tras el éxito, reinvertir en nuevas metas.

Para más información visita http://www.creditas.com.mx

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