Comercio y Negocios

Productos libres de maltrato animal

De acuerdo con la organización PETA, cada año más de 100 millones de animales son sometidos a pruebas para comprobar la efectividad de ciertos ingredientes cosméticos y así crear artículos de cuidado personal y de belleza

Revista Protocolo

Ciudad de México, 26 de octubre de 2020.— Los productos de belleza son utilizados para resaltar rasgos y mejorar la apariencia de quien los usa, sin embargo, para que puedan cumplir con su función, sin perjudicar al consumidor, es necesario someterlos a una serie de procesos para garantizar que no sean dañinos para los usuarios y así evitar que causen reacciones adversas como irritaciones, alergias, infecciones, entre otros.

A pesar de que existen métodos de verificación, algunos laboratorios realizan pruebas funcionales y de seguridad en animales, en las que les aplican químicos que pueden causar ceguera, inflamaciones, convulsiones e incluso la muerte.

Por lo anterior, es muy importante que antes de comprar o utilizar algún producto cosmético, los consumidores revisen que estos sean libres de crueldad animal para evitar contribuir a la experimentación en seres vivos. De acuerdo con la organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA), cada año más de 100 millones de animales son sometidos a pruebas para comprobar la efectividad de ciertos ingredientes cosméticos y así crear artículos de cuidado personal y de belleza.

Mediante estos procesos garantizan la seguridad del usuario al consumir sus productos, sin embargo, el uso de esta técnica para detectar cualquier anormalidad en los ingredientes de la fórmula representa una amenaza para miles de animales, ya que son utilizados para medir los niveles de sensibilización y certificar que los componentes son aptos para su uso. Existen laboratorios que realizan pruebas en las que aplican productos en piel u ojos de animales para saber si producen alergias, irritabilidad o daño cutáneo. En ocasiones son forzados a ingerir compuestos durante un periodo prolongado para asegurar que no produzcan cáncer o daños genéticos.

Gracias a la tecnología y al avance científico, existen diferentes alternativas que garantizan la funcionalidad de los cosméticos sin hacer pruebas en animales, tales como realizar controles de seguridad con células similares a la piel del ser humano, simulaciones en equipos de cómputo o utilizar ingredientes autorizados que no fueron probados en animales. Cada vez son más las marcas del sector que han tomado consciencia de la situación y deciden asegurar la calidad y funcionalidad de sus productos con métodos que no requieren la experimentación animal.

St. Joseph’s, laboratorio conformado por expertos en el desarrollo de productos funcionales con más de 40 años de experiencia en la maquila de cosméticos, productos higiénicos, nutricionales y farmacéuticos para reconocidas marcas en México y en el mundo, así como para el sector gubernamental, ha optado por desarrollar líneas de salud y belleza libres de crueldad animal cuyos componentes están cuidadosamente seleccionados para evitar daños en seres vivos y aportar la mejor calidad y funcionalidad en sus productos.

En México no existe una ley que prohíba o regule los testeos en animales en este tema, pero, en marzo de 2020, se aprobó un dictamen para reformar algunas legislaciones e impedir el uso de seres vivos en la producción, investigación, fabricación y desarrollo de cosméticos; pero hasta que el acuerdo no se ponga en marcha, se seguirá involucrando a cerca de cinco millones de seres vivos cada año en estas prácticas, según la organización Animal Heroes.

Los productos St. Joseph’s se encuentran a la venta a través de su comercio electrónico en https://stjosephs.mx/ y la plataforma Amazon, en sus redes sociales y en las tiendas en línea de Liverpool y Walmart.

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