Mediante un comunicado de prensa la delegación de la Comisión Europea dio a conocer el 25 de julio que “la suspensión de las negociaciones de la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC), no fue deseable, ni inevitable, pudo haberse resuelto fácilmente, lo que se interponía entre los negociadores no eran enormes cantidades o grandes números”, dijo Peter Mandelson, el comisario Europeo encargado de los asuntos comerciales.
La oferta de la Unión Europea en las actuales negociaciones ha sido la más amplia desde que iniciaron las rondas de la OMC. La UE ha ofrecido la eliminación del 100 por ciento de los subsidios a la exportación, la reducción del 75 por ciento del apoyo doméstico que distorsiona el comercio y ha mostrado disponibilidad en llegar a una reducción del promedio de los aranceles de productos agrícolas a la mitad y a una reducción de los aranceles agrícolas más altos en 60 por ciento, cerca de los niveles solicitados por México y el G-20.
Concretamente se estima que esta oferta hubiera resultado por ejemplo en un incremento de las importaciones europeas de carne de bovino en 800 mil toneladas, es decir, más de lo que Argentina exporta de ese producto anualmente. Asimismo, las exportaciones de azúcar de la UE habrían disminuido en cinco millones de toneladas, la leche fresca en ocho millones de toneladas y las exportaciones de aves de corral hubieran presentado una disminución de 25 por ciento, lo cual hubiera ofrecido oportunidades a otros países de exportar hacia estos mercados. Estas ofertas son, en su conjunto, más valiosas de lo que se ha alcanzado anteriormente. Argumentar que no existen nuevos accesos a mercados es sencillamente incorrecto. Estados Unidos no aceptó, ni siquiera reconoció, la flexibilidad mostrada por la UE y los demás actores, y como resultado se mostró inflexible en cuanto al tema de sus subsidios agrícolas.
La suspensión de la Ronda de Doha podría resultar en el debilitamiento de la OMC y del sistema de comercio multilateral, por tanto, la Unión Europea no está renunciando a esta Ronda. En el corto plazo, el comisario Mandelson ha expresado su determinación en salvar del fracaso de la negociación un paquete sustancial para el desarrollo mediante siete puntos clave:
1) Seguir con el programa de Ayuda para el Comercio;
2) Continuar los esfuerzos para lograr un nuevo acuerdo para la facilitación del comercio;
3) Establecer el nuevo Marco Integrado de asistencia técnica para el comercio a favor de los países menos desarrollados, y ponerlo en marcha;
4) Implementar completamente el acuerdo de Hong-Kong sobre acceso al mercado libre de aranceles y de cupos (duty-free quota-free) fuera de la Ronda y, de ser posible, mejorarlo;
5) Perseguir propuestas específicas sobre el Trato Especial y Diferenciado;
6) Continuar trabajando para crear reglas de origen más favorables al desarrollo;
7) Determinar si se pueden mejorar los instrumentos de resolución de controversias para facilitar su uso a los países en desarrollo.
Revista Protocolo
