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Vínculos con el comunismo llevan a renunciar al arzobispo de Polonia

La prensa internacional coincide en que existe una división en la opinión pública de un país fervientemente católico. Sin embargo, el embajador de Polonia en México opina que este hecho transparenta la imagen de la Iglesia

Isabel Rodríguez Flores

El catolicismo es tal vez la parte más importante de la identidad nacional polaca. Históricamente el alcance de la iglesia católica en Polonia ha ido más allá del fervor religioso.

Tras la Segunda Guerra Mundial, el país entró a un régimen comunista que duraría más de 40 años, periodo durante el cual la iglesia actuó como moderadora frente a los conflictos sociales y catalizadora de las aspiraciones populares sirviendo como apoyo para la oposición al comunismo.

Sin embargo, ese momento histórico no ha quedado atrás. El 7 de enero de este año, el recién nombrado arzobispo de Varsovia, Stanislaw Wielgus, renunció al cargo luego de reconocer su colaboración con la Policía Secreta Comunista Polaca.

Aunque la prensa internacional calificó el hecho como un “duro golpe” para la iglesia católica polaca, en entrevista para Protocolo el embajador de Polonia en México, Wojciech Tomaszewski, aseguró que si bien la iglesia enfrenta una situación incómoda, ésta puede capitalizarse favorablemente.

“Lo sucedido con el arzobispo Wielgus deja, sin duda alguna, una cicatriz en la sociedad polaca, pero me parece que esto también puede ser bueno, ya que da la oportunidad a la iglesia de transparentar su imagen frente al pueblo polaco”, señaló el embajador.

Al respecto, el presidente de la Conferencia Episcopal en Polonia, Jozef Michalski, anunció la creación de la Comisión Histórica, dedicada a examinar, con base en actas y documentos del Instituto de Memoria Nacional, el pasado de todos los obispos polacos de los tiempos del régimen comunista.

El embajador Tomaszewski dijo que con esta medida, la iglesia podrá recuperar la credibilidad al llevar a cabo su propia “lustración”, término que da nombre a la ley que pretende depurar los altos cargos del sistema político polaco de ex colaboradores del sistema de seguridad del régimen comunista.

Infiltración comunista

Ante la situación que enfrenta la iglesia en Polonia, el embajador mencionó que la evaluación de la participación de monseñor Wielgus en el régimen comunista no debe basarse en juicios de valor. “Poca gente conoce las condiciones en las que vivíamos durante el comunismo.”

En una confesión pública, el arzobispo Wielgus reconoció haber firmado el documento que lo comprometía a colaborar con la policía secreta bajo presión, “en un momento de debilidad”. Al respecto, el diplomático recordó que al igual que el sacerdote, muchos otros polacos se vieron obligados a establecer un compromiso con el régimen comunista ante el “natural miedo a las consecuencias”.

A raíz de que Stanislaw Wielgus dimitiera de su cargo, otros miembros de la iglesia católica reconocieron haber colaborado con la policía secreta polaca. “El régimen comunista se encargó de infiltrarse en todos los ámbitos sociales y la iglesia, como una institución fuerte y con mucho respaldo social, no podía estar exenta”, apuntó el embajador.

Iglesia católica afectada

Frente a la posibilidad de que la iglesia católica en Polonia esté amenazada por la división entre los fieles e incluso, entre la jerarquía católica, el embajador Tomaszewski manifestó confianza en que esto no afectará la fe del pueblo.

“Los ciudadanos no perdieron su fervor. Éste es un caso muy complejo, pero hasta ahora no se ha demostrado que él (Wielgus) haya hecho daño a alguien en particular”, insistió.

En opinión de historiadores, la iglesia católica en Polonia posee un papel prominente en la sociedad y es altamente estimada gracias a su actuación en la lucha contra el comunismo, particularmente durante el papado de Juan Pablo II; por ello, la polémica en torno al arzobispo Wielgus no podía ser menor.

En este sentido, posteriormente a la renuncia de Wielgus, surgieron opiniones divididas en la prensa polaca, algunas de las cuales sugieren que la información pudo haber sido infiltrada por comunistas, en venganza por el papel que desempeñó la iglesia católica en su caída del poder.

Otros señalamientos apuntan hacia el actual gobierno polaco, considerando el impulso que el presidente de ese país, Lech Kaszyinski, ha volcado en la Ley de Lustración, dirigida a erradicar los restos del comunismo en Polonia, incluidas las filas de la iglesia católica.

No obstante, el embajador Tomaszewski no comparte esta opinión ya que la tendencia ideológica del partido en el poder, Ley y Justicia, es de centroderecha; y no sólo eso, se caracteriza por su ideología católica y ultraconservadora.

Además, el embajador enfatizó que en Polonia “la iglesia no está subordinada al gobierno, así que en mi opinión lo sucedido con el arzobispo Wielgus deberá ser juzgado, únicamente, en el ámbito de la religión”.

Transparencia y verdad

Calificado por el portavoz de El Vaticano, Federico Lombardi, como “un momento de gran dolor para la iglesia”, el episodio que vive monseñor Wielgus tiene, por un lado, matices de búsqueda de transparencia y verdad, y por otro, signos de una venganza por parte de los perseguidores del pasado y sus adversarios.
Aun cuando la designación de Wielgus como arzobispo y su posterior renuncia sea vista como la principal crisis de la iglesia polaca en tiempos recientes, quizá lo más preocupante es la división de la opinión pública de un país fervientemente católico.
Ante esto, el embajador Tomas-zewski enfatizó: “La iglesia debe confrontar una transición necesaria. Es imprescindible que se adapte a las nuevas condiciones impuestas por un mundo cambiante y globalizado que necesita credibilidad.”
Y si bien es cierto que la historia del arzobispo Wielgus tiene aspectos comunes con las de muchos otros ciudadanos polacos que vivieron la época comunista, la diferencia radica en que él ha sido, hasta ahora, el líder eclesiástico de más alto rango en aceptar vínculos con la dictadura.

Semblanza curricular

Nombre: Wojciech Tomaszewski
Cargo: Embajador de la República de Polonia en México, desde el 16 de noviembre de 2004, fecha en la que presentó cartas credenciales.
Estudios: Diplomático de carrera egresado de la Academia Diplomática de Moscú. Economista, egresado de la Escuela Superior de Economía de Praga, República Checa.
Ha desempeñado funciones en las embajadas polacas en Moscú, Perú y Buenos Aires, Argentina. De 2002 a 2004 estuvo a cargo de la Dirección para América Latina y el Caribe en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Polonia.
Estado civil: Casado con la señora Malgorzata Galiñska-Tomaszewska, con quien tiene dos hijas.

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