Cultura

50 años de cultura Latinoamericana

Por Gerardo Soto Carmona

Se conmemoró el medio siglo de la Casa de las Américas

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Carlos Montemayor, Miguel Barnet, Ana Esther Ceceña, Jorge Fornet y Héctor Díaz Polanco

Con una mesa redonda dentro del Auditorio de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se conmemoró el medio siglo de la Casa de las Américas, la primera institución cultural que buscó una identidad latinoamericana.

El encuentro fue organizado por la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, el Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, el Movimiento Nuestra América, el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba, el Observatorio Económico Latinoamericano y por la Embajada de Cuba en México, quienes se encargaron de reunir a Carlos Montemayor, Héctor Díaz Polanco, Miguel Barnet, Jorge Fornet, al cantautor uruguayo Daniel Viglietti y el grupo mexicano Salario Mínimo.

Ante una gran diversidad de audiencia de distintas generaciones, la mesa fue moderada por Ana Esther Ceceña, del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien consideró a la Casa de las Américas como la “liberadora de toda nuestra América”, en medio de las luchas por todos lados del continente.

Durante su intervención, el escritor Carlos Montemayor habló sobre el momento en que era fundada la Casa de las Américas y mencionó que gracias a ella muy pronto descubrió que México formaba parte de las tantas ramas del árbol latinoamericano. Además, reconoció que a través de sus publicaciones y acciones, la Casa se convirtió en un importante referente para el pensamiento latinoamericano.

Para Jorge Fornet, director del Centro de Investigaciones Literarias de Casa de las Américas, la casa surgió como respuesta a un proyecto cultural de orientación panamericana impulsado por la Organización de Estados Americanos, lo que sirvió a Cuba para contrarrestar la guerra fría cultural promovida por Estados Unidos en todo el mundo, y “dio un nuevo canon intelectual en todo el continente para nuestros escritores y artistas”.

Héctor Díaz Polanco, quien ha estado muy cerca de la institución, recordó su labor desde su fundación. Al mismo tiempo ofreció un reconocimiento a las batallas de ideas, en donde el movimiento cubano se estableció como un punto de vista alternativo ante el pensamiento único promovido por el imperialismo estadounidense en el continente; además el escritor resaltó la importancia del Premio Casa y la incuestionable limpieza con que se otorga, lo cual, a su parecer, no ocurre con otros galardones debido a la honestidad en la labor de la institución y en el nivel incuestionable de los jurados que lo otorgan.

El escritor Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, observó que siendo la primera institución cultural surgida de la Revolución y cuando ésta aún no se declaraba socialista, Casa de las Américas “ya estaba elaborando una estrategia cultural que proyectaba a los artistas y escritores cubanos que vivíamos en la isla y a los artistas y escritores latinoamericanos hacia el mundo”.

Barnet refirió que las figuras de la literatura mundial, jamás hubieran pasado por Cuba de no existir la Revolución Cubana y la Casa de las Américas, ya que antes del boom latinoamericano y de que los escritores latinoamericanos fueran publicados por editoriales europeas, Casa de las Américas ya los tenía en su catálogo y los había publicado en ediciones masivas.

Fundada en La Habana el 28 de abril de 1959, la Casa de las Américas ha cumplido a lo largo de su existencia con su principal tarea: desarrollar y ampliar las relaciones culturales entre los pueblos de Latinoamérica y el Caribe así como su difusión en Cuba y el resto de América.

La casa busca estimular la producción e investigación cultural; además de difundir el material artístico y literario, por medio de actividades de promoción, conciertos, concursos, exhibiciones, festivales, seminarios, entre otras, en las que se encuentra la reconocida entrega anual del Premio Literario Casa de las Américas, donde se premian las categorías de poesía, cuento, novela, teatro, ensayo, testimonio, literatura para niños y jóvenes, literatura caribeña de expresión inglesa, literatura caribeña francófona, literatura brasileña y literatura indígena.

Al terminar la mesa redonda, el cantautor uruguayo Daniel Viglietti se presentó en el escenario para ofrecer un recital de temas ligados a la poesía de Mario Benedetti, a Violeta Parra; recordó a Haydee Santamaría con una canción compuesta para ella y mencionó también el orgullo de cantar en el mismo auditorio donde se presentara el genial músico cubano Bola de Nieve.

Para concluir con la celebración y a pesar de las dificultades que tuvieron para entrar con su equipo, el grupo mexicano Salario Mínimo, puso el sabor de los ritmos caribeños con letras de resistencia.

Revista Protocolo

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Auditorio Narciso Bassols de la Facultad de Economía de la UNAM El cantautor uruguayo Daniel Viglietti El grupo mexicano Salario Mínimo

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