La exhibición que consta de fotografías y objetos que se utilizan en sitios nevados de Canadá, estará abierta al público hasta abril de 2018
Texto y fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán para la revista Protocolo Copyright©
En un hecho sin precedentes en la Ciudad de México, comienzan a verse pasajes nevados.
Con ello, ropa y diversos objetos necesarios que únicamente se utilizan en la nieve, comenzarán a usarse. Parece que por fin se cumplirá el sueño de muchos niños o de quienes alguna vez lo fueron, de jugar a aventarse bolas de nieve, o por lo menos, de estar cerca de esta situación.
Y no, no crea usted, amable lector, que el calentamiento global ya ha hecho de las suyas… ¡sino todo lo contrario!… Se trata de la exposición Nieve. Los canadienses y el frío, que desde el Museo Canadiense de Historia, llega al Museo Nacional de las Culturas (Moneda 13, Centro Histórico de la CDMX, a un costado del Palacio Nacional).
Dividida en cinco ejes temáticos: Los canadienses y la nieve, Adaptación, Innovación, Pasión e Inspiración, a través de fotografías, ropa y herramientas que se necesitan en climas nevados e interesantes textos curatoriales, se podrá conocer más la importancia que tiene la nieve en la cultura de Canadá.
Y tanta es la relevancia de la nieve para los canadienses, que la Embajada de Canadá en México fue una de las promotoras en traer esta exposición, inaugurada el día de ayer por el embajador Pierre Alarie, representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), así como por Jean-Marc Blais, director del Museo Canadiense de Historia que fue el encargado de hacer la explicación en los recorridos de inauguración, tanto para personalidades y representantes de medios de comunicación, como para el público en general.
Durante su estancia en el Museo Nacional de las Culturas, que se prevé sea hasta finales de abril de 2018, Nieve. Los canadienses y el frío será de entrada gratuita, y los asistentes podrán participar en una zona interactiva, en la que se les prestarán prendas especiales para el frío y se podrán tomar fotografías con un fondo nevado artificial, para que, aunque simuladamente, sientan lo que sienten los canadienses en distintas épocas del año.
