Cultura

Chac Mool despierta recuerdos de Carlos Fuentes

A dos años de la muerte del escritor dan lectura al cuento publicado en 1954 en el libro Los días enmascarados

Silvia Lemus

Con la lectura del cuento Chac Mool, a cargo de José Luis Ibáñez, el Instituto Nacional de Bellas Artes rindió homenaje al escritor Carlos Fuentes (Panamá, 1928-Ciudad de México, 2012), a 60 años de haber sido publicado este relato en el libro Los días enmascarados y a dos años de la muerte del autor.

El Museo Tamayo se vistió de fiesta para la lectura de este texto que, según Silvia Lemus, la viuda del escritor, es “considerado uno de los relatos más elevados de la literatura mexicana” y que surgió, como numerosas obras, tras la lectura de un periódico y es que el Chac Mool, recordó, es el dios maya de la lluvia, al que la gente ponía centavos en la barriga, tras lo cual se desataba una tormenta.

Carlos Fuentes se preguntaba, recordó Silvia Lemus, “hasta qué grado siguen vivas las formas cosmológicas de un México perdido para siempre y que, sin embargo, se resiste a morir y se manifiesta de tarde en tarde a través de un misterio, una aparición, un reflejo”.

De Carlos Fuentes su viuda destacó que era un intelectual ávido, de una curiosidad del mundo que lo rodeaba, siempre al pendiente de la agenda cultural, política y social de todo el mundo, cuya opinión nunca pasó inadvertida, por lo que ejerció un considerable influjo entre intelectuales, políticos y otras personalidades.

Fue, dijo, “un artista que, como pocos, supo entender la complejidad del tiempo mexicano; su escritura es fuente permanente de reflexión que enriquece la apreciación que tenemos de nuestro presente y de nuestra realidad”.

A tan sólo ocho años de la publicación de Los días enmascarados, Silvia Lemus comentó que Carlos Fuentes se reinventó y pasó a formar parte del boom latinoamericano, junto con Julio Cortázar, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, lo que confirma su universalidad, su madurez literaria y su presencia en la literatura moderna.

Si con Los días enmascarados y La región más transparente perteneció a la generación del medio siglo, con La muerte de Artemio Cruz y Aura, el autor “se supera a sí mismo, como un escritor cosmopolita que siempre se encuentra a la vanguardia del tiempo y el espacio”.

Silvia Lemus aseguró que Carlos Fuentes fue “un escritor prominente, que abrevó de la más amplia tradición universal, realizó el gran retrato de México, espejo de nuestra vida, nostalgia, pero también dramático, con claroscuros de aspectos irrebatibles, que supo interpretar y develar la forma exacta de nuestra propia identidad”.

La viuda del escritor indicó que a dos años de la partida de Carlos Fuentes, “se hace más vivo lo que dijo Héctor Aguilar Camín: ‘no temamos su muerte, celebremos la fiesta de su vida, que mejoró la nuestra’”.

Tras este recuento de la vida y obra de Carlos Fuentes, la potente voz de José Luis Ibáñez sonó con la primera frase de Chac Mool: “Hace poco tiempo, Filiberto murió ahogado en Acapulco. Sucedió en Semana Santa”.

El cuento, inscrito dentro del género fantástico, está considerado como el mejor relato de Los días enmascarados, formado por seis cuentos, entre ellos En defensa de la Trigolibia, Por boca de los dioses y Letanía de la orquídea.

Chac Mool cuenta la historia de Filiberto, un burócrata que cada Semana Santa viaja a Acapulco, donde es encontrado muerto luego de haber comprado una réplica del dios maya del agua y del trueno que adquirió en La Lagunilla.

Revista Protocolo

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