Cultura

Conferencia sobre la influencia de la cultura árabe en Hispanoamérica

Muchos musulmanes, aunque cristianizados, llegaron a México y al continente americano con los conquistadores españoles llevando con ellos sus tradiciones y sus culturas

conferencianota
Jorge Nuño y el Embajador
Eduardo Roldán

Jorge Nuño, director del Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo de México, impartió el pasado 2 de junio una conferencia sobre “La influencia de la cultura árabe en Hispanoamérica y en México en particular”. Este evento fue organizado por la embajada de México en Argelia en colaboración con el Instituto Cervantes de Argel, ante la presencia de eminentes intelectuales argelinos, especialistas de la cultura islámico-árabe e hispanoamericana, así como periodistas y estudiantes.

El director del Instituto Cervantes, Francisco Corral, pronunció palabras de bienvenida, congratulándose por la organización de tales encuentros que permiten estrechar las relaciones entre las diferentes civilizaciones, particularmente entre la civilización árabe-islámica e Hispanoamérica.

Acto seguido, Jorge Nuño inició su conferencia sobre la cuestión de la identidad y de las raíces de las civilizaciones. Indicó que “el conocimiento y la comprensión de nuestra historia y sus raíces es fundamental para comprender el futuro, apreciar nuestros valores culturales y orígenes poco conocidos como es la cultura árabe-islámica, que desde hace muchos siglos tuvo una influencia de extraordinaria riqueza en la cultura de Europa y especialmente en la España católica y en América”.

Se refirió a las similitudes existentes entre los mexicanos y los argelinos, señalando que México recibió las culturas árabe-islámicas a través de España. Enfatizó que México recibió grandes aportaciones culturales y artísticas que, a partir del siglo XVI, se han fusionado con las culturas indígenas, formando un mestizaje e integrándose en un crisol arquitectónico, astronómico, artístico y cultural de gran valor.

Recordó que la civilización y la cultura árabe solamente se desarrollaba dentro de espacios urbanos, con un modelo de ciudad original, que hoy podemos observar reminiscencias en la cultura y riqueza arquitectónica mudéjar en Latinoamérica, especialmente en México, gracias al talento y la imaginación del arquitecto mexicano José Luis Ezquerra, quien nos “transporta a un pretérito espacial y temporal, a su “lejanía” que son verdaderos sueños, sus obras y hoteles construidos, como Las Hadas y otros lugares que recuerdan Las mil y una noches.

Indicó que muchos musulmanes, aunque cristianizados, llegaron a México y al continente americano con los conquistadores españoles trayendo sus tradiciones y sus culturas. Recordó que el profeta Mahoma pudo imponerse y crear un imperio muy poderoso gracias a sus prédicas religiosas, en las cuales enfatizaba sobre los valores del islam y donde señalaba que el hombre nació para ser libre, al contrario de otras civilizaciones decadentes de esa época y de otras, donde la esclavitud era institucionalizada.

Por lo tanto —dijo—, al convertirse al islamismo los españoles pasaban a ser hombres libres. El islam español significó una liberación política para los judíos y una liberación política y social para la mayoría de la población de origen cristiano.

Mencionó que en sólo diez años, el islam pudo transformar a un pueblo desunido y débil en un Estado fuerte y poderoso. Agregó que con esta fe plena en su “Destino Manifiesto”, los árabes conquistaron pueblos cultivados. No destruyeron sus culturas, tuvieron la inteligencia de aprender y nutrirse de ellos.

Señaló que en México hay muchas manifestaciones culturales y artísticas, así como herencias de la lengua. Más de cinco mil vocablos forman parte de la lengua española, como las palabras almohada, aceituna, zapatos, etc. Hubo también la herencia de los números en matemáticas, así como influencias en la medicina.

Mencionó que la riqueza cultural de la convivencia y tolerancia entre las tres grandes religiones, cristiana, islámica y judía, influyó no solamente en la arquitectura, sino también en la orfebrería, joyería, la industria textil, la literatura, la música, la danza, la gastronomía y fueron los mudéjares quienes introdujeron en la cocina tradicional actual el uso de productos como los frutos secos y las especies en la carne del cordero, los pistachos en jengibre, la gallina a la miel, etc.

Agregó que la revista Artes de México publicó una obra llamada “Arte Mudéjar”, la cual es un deleite de las manifestaciones mudéjares en México y en el continente americano, de lo que es, fue y sigue siendo hasta nuestros días, una marca española, y una marca de mestizaje o de hibridación cultural. Añadió que la arquitectura mudéjar historicista y ecléctica contemporánea es un verdadero estilo nacional, es un estilo que permanece en el tiempo y en el espacio, que desde la baja edad media ha influido hasta la transición de España a la modernidad.

Mencionó que dicho arte establece valores esenciales para un estilo urbanístico y con una técnica que ha logrado evadir y rebasar el academicismo y ha hecho sentir su influencia en toda Latinoamérica, donde la influencia se observa en la construcción del estilo mudéjar, así como en otras partes y construcciones en el estado de Puebla.

Indicó que el arte mudéjar fue un eslabón de la cultura árabe-islámica a la cultura cristiana, porque finalmente los musulmanes que serían derrotados, se quedaron por un largo tiempo en los reinos cristianos, especialmente en Castilla, lo que facilitó su asentamiento, sobre todo de artesanos y hombres de ciencia, quienes continuaron transmitiendo sus conocimientos porque de ellos dependía la economía de vastas regiones.

Igualmente, señaló que el arte mudéjar se manifestó en un estilo propio de arte rural religioso y urbano de pequeñas poblaciones, es una expresión de carácter colectivo, pero sobre todo, un arte anónimo, que en su arquitectura utiliza materiales de la región, como el barro cocido y su albañilería tiene influencia románica.

Por otra parte, recordó que después del atentado terrorista contra las Torres Gemelas en Estados Unidos, en septiembre de 2001, se empezó a hablar de los islámicos, considerándoles como violentos. Al respecto, enfatizó que ello fue una exageración dirigida contra los musulmanes. Asimismo, recordó que Argelia y México lucharon contra el mismo colonizador (Francia) y que existe una gran amistad entra ambos países en el siglo XIX.

Se refirió a la visita que el entonces presidente de México, Luis Echeverría, realizó a Argelia en 1975, y donde discutió con el difunto presidente argelino Houari Boumediene, la “Carta de derechos y deberes económicos de los Estados” para un nuevo orden de cooperación económica internacional, que fue aprobada por las Naciones Unidas en 1974, aunque nunca aplicada; pero que seguía vigente ante la presente crisis mundial.

Igualmente, se refirió a la labor arquitectónica del arquitecto lejanista José Luis Ezquerra, cuya obra está inspirada en los grandes valores humanistas y donde la influencia del arte islámico es muy presente.

Estimó que los arquitectos islámicos que llegaron a México y a América Latina eran más bien artistas, creadores de modelos urbanos muy típicos y ciudades similares a la ciudad de Guanajuato, donde domina la cerámica árabe. La belleza de las casas islámicas es hacia adentro, no afuera. Las columnas de las casas, las bóvedas y la decoración son totalmente de estilo mudéjar y árabes.

Finalmente, el embajador de México en Argelia, Eduardo Roldán, hizo una intervención en la que se refirió a la gran trayectoria de Jorge Nuño como antiguo militar y abogado, egresado de la Facultad de Derecho de la UNAM, titulándose en 1976 con la tesis: “La Primera Declaración de Derechos Económicos y Sociales en el Mundo”.

Subrayó que Nuño se formó al lado del ex presidente Luis Echeverría, quien visitó Argelia en 1975. País donde se firmó la “Carta de Argel” o Carta de los Países No Alineados, con el liderazgo de Argelia.

Agregó que, por ser director general del Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo, Jorge Nuño conoce el norte y el sur, y la cooperación sur-sur y su importancia, debido a que los problemas entre los países industrializados y los países en desarrollo siguen persistiendo.

Enfatizó que las naciones deben instaurar el diálogo de civilizaciones para restablecer la confianza y la comprensión. Subrayó que el choque de civilizaciones es una terminología inventada.

Mencionó que la herencia árabe-islámica presente en México y en los demás países de América Latina se refleja también por las similitudes existentes entre los mexicanos y argelinos, a ambos pueblos les gusta trabajar, vivir, comer y amar. Señaló que México cuenta con una herencia árabe y berebere, tomando en consideración que muchos zuavos formaron parte de las tropas francesas que hicieron la guerra a México en el siglo XIX, pero que una vez en México, no aceptaron seguir esa guerra y se quedaron definitivamente en este país, donde se casaron con mexicanas y aportaron ellos también mucho de su cultura y de sus tradiciones.

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