La escultura busca convertirse en un punto de encuentro dentro de la ciudad de Quebec cambiando la forma en que sus ciudadanos se relacionan con su entorno
Texto y fotos: Luis Felipe Hernández para la revista Protocolo Copyright©
Desde hace siete años, el Ángel de la Independencia, la Diana Cazadora, el Monumento a la Revolución, han dejado de convertirse en el monumento más visitado de la Ciudad de México (CDMX); actualmente, son Las Alas que se encuentran sobre Paseo de la Reforma a un costado del Museo Nacional de Antropología, la escultura más concurrida por los turistas nacionales y extranjeros.
Volviéndose un atractivo más de la capital del país y una parada obligatoria para fotografiarse en la pieza interactiva del reconocido escultor Jorge Marín, unas alas similares han decidido volar hasta la ciudad de Quebec en Canadá y quedarse definitivamente en el parque Promeade Samuel de Champlain, a lo largo del río San Lorenzo, por lo que paseantes a tan importante ciudad francófona, podrán fotografiarse de manera divertida simulando que tienen alas en su espalda.
Esta iniciativa, fue una donación tanto del escultor Marín como del gobierno de la CDMX para fortalecer las relaciones entre México y Quebec.
Las Alas, es una escultura que pesa cinco toneladas, es una estructura metálica con placas de concreto, hecha en bronce y mide tres metros de longitud.
En la conferencia de prensa en su estudio, acompañado por representantes de la delegación de Quebec en México y un representante del gobierno de la CDMX, el artista Jorge Marín comentó que esta pieza se suma a otras cinco más; por lo que aparte de la CDMX, otras ciudades importantes como Los Ángeles en Estados Unidos; Tel Aviv, Israel; Berlín, Alemania; Singapur capital y ahora Quebec, Canadá, ya cuentan con este conjunto escultórico. Aún quedan dos más, para las cuales se espera concretar acuerdos con alguna ciudad sudamericana y otra africana para albergar de manera permanente esta obra de arte participativa.
Revista Protocolo
