Cultura

Dublineses, 14 relatos de vidas malogradas en una ciudad deprimida

En la representación de estas historias no hay sátira punzante ni melodrama, simplemente un riguroso realismo, afirmó Aurora Pimentel

Luz Aurora PimentelEn Dublineses “mi intención fue escribir un capítulo de la historia moral de mi país y elegí Dublín como escenario, porque esa ciudad parece el centro de la parálisis.

“He tratado de presentar al público este panorama bajo cuatro aspectos: la niñez, la adolescencia, la madurez y la vida pública. Los cuentos están ordenados de esta manera. Escribí esta colección en la mayor parte en un estilo de mezquindad escrupulosa”, aseguró el escritor James Joyce en una carta dirigida al editor Grant Richards, quien en 1914 accedió a publicar este libro tachado en su momento de obsceno e inmoral.

A partir de esta afirmación es como Aurora Pimentel ofreció una conferencia magistral en el marco del coloquio Dublineses: a 100 años de su publicación, el pasado 27 de octubre en el Salón de Actos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

De acuerdo con la investigadora, el libro escrito en 1904 está conformado por “14 historias de vidas malogradas en una ciudad deprimida, una ciudad aletargada que sueña con sus glorias pasadas, una ciudad que sin embargo no tiene nada que ofrecer a sus habitantes, más que mediocridad, sueños de evasión y una subsistencia siempre precaria”.

Consideró que en la representación de estas vidas no hay ni sátira punzante ni melodrama, simplemente un riguroso realismo cuyo tema primordial es la mezquindad de una sociedad y sus habitantes.

Se trata de ofrecer dos miradas: una defensiva y otra orgullosa de la capital de Irlanda que por siglos fue colonia de Inglaterra y conservó una cierta autonomía administrativa, legislativa y financiera hasta 1801 en que se firmó el Acta de la Unión de Irlanda al imperio británico.

Recordó que para la época en que Joyce escribió este libro considerado un parteaguas en la literatura universal, Dublín estaba diezmada y desmoralizada, luego de enfrentar una terrible hambruna y mortandad, producto de una plaga que atacó a la papa, principal medio de subsistencia económico de sus habitantes.

Por otro lado, la doctora en literatura comparada por la Universidad de Harvard destacó los temas recurrentes a lo largo de los cuentos:

La parálisis, el deseo de evasión y de emigrar de Dublín, el estancamiento emblemático en el uso de los colores, pues podría decirse que Dublineses está pintado en su mayoría de café y la vida en familia que es vista desde la frustración, el dolor, la violencia y la brutalidad.

También el problema del dinero, el alcoholismo, la epifanía y la autoconciencia, la propia ciudad como tema, la cultura y la política irlandesa, la omnipresencia de la iglesia y el tema de la traición.

“El primer cuento, The sisters, es el que marca la pauta en esta partitura de frustración y desaliento. Parálisis es una de las primeras palabras que aparece junto con el deseo de evasión.”

Además, las dos vertientes del significado de la palabra gnomon animan prácticamente toda la colección, por una parte es la barra que proyecta una sombra sobre un reloj de sol y, por otro lado, significa también en geometría la sección ausente de un paralelogramo.

Por último, la simonía, pecado definido como la compra o venta de lo espiritual por medio de bienes materiales, también está presente, ya que todos los personajes se venden o venden sus principios.

Por lo tanto, para Luz Aurora Pimentel, los cuentos atraviesan de forma incesante por motivos de luz y sombra, presencia y ausencia, lo dicho y lo no dicho.

“El estilo de escrupulosa mezquindad de James Joyce atravesado por un estilo oblicuo abre enigmas más allá de todo realismo.”

En el marco de las actividades, el Seminario Permanente de Traducción Literaria de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM dará a conocer la primera traducción al español de Dublineses, el cual formará parte de la colección Nuestros Clásicos.

Revista Protocolo

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