Cultura

Eduardo Terrazas, autoridad en trazos y trozos de diseño

Eduardo Terrazas es un reputado arquitecto, urbanista y diseñador, suyo es el logotipo de los Juegos Olímpicos de México 68

Rendirán un merecido homenaje a Eduardo Terrazas, icono de la plástica, el diseño y la arquitectura
Rendirán un merecido homenaje a Eduardo Terrazas, icono de la plástica, el diseño y la arquitectura

¿Por qué un prestigiado arquitecto estaría relacionado con un suceso referente a la imagen? La respuesta fluye casi automáticamente, porque aunque su trayectoria es más reconocida como arquitecto y urbanista, lo avala su no menos importante trabajo como diseñador y artista plástico, por no mencionar su labor como docente en instituciones de educación superior de gran reputación en el extranjero, y el eje temático del FINI 2016 es la educación: Terrazas, así, es un icono desde cualquier ángulo, al que esta sexta edición le rendirá homenaje.

Eduardo Terrazas es pues un connotado arquitecto, nacido en Guadalajara, Jalisco, en 1936, quien además de consolidarse como urbanista y diseñador, suyo es el logotipo de los Juegos Olímpicos de México 68. Eduardo Terrazas, además tiene otra faceta más íntima: la de pintor.

El origen de su obra plástica, de la que ha montado un sinnúmero de exhibiciones, se remonta a la geometría, a un paso fugitivo por los escenarios y que sin embargo los resalta, acentúa y convierte en experiencia, como dijera alguna vez el escritor Guillermo Fadanelli de su trabajo como pintor y artista visual, al recordar cuando en 1967, Eduardo Terrazas instaló una inmensa esfera translúcida, transgresora y vivificante en el Zócalo de la Ciudad de México.

Eduardo Terrazas estudió arquitectura en la UNAM (1953-1958) e hizo una maestría en Cornell, en Nueva York, donde, como él mismo ha dicho, se le abrió el mundo a la pintura, a la vez que su paso por la UNAM le creó una conciencia social sobre la arquitectura que más le convenía a México, para concluir en un estilo de arquitectura repleta llena de trozos de tradición mexicana y trazos de un moderno funcionalismo que la hacía visible, usable y habitable.

Como profesor de diseño arquitectónico en la Universidad de Columbia, Nueva York, y en la Universidad de Berkeley, en California, su depurada pedagogía, su instinto creador y su sensibilidad artística lo han llevado a ser formador de varias generaciones de diseñadores, arquitectos y, eventualmente, ciertos artistas visuales.

Su aprendizaje se consolidó tras cinco largos años de estudios en el extranjero, Italia, Rusia, Polonia, Inglaterra y finalmente en Estados Unidos, pues en Cornell tuvo como mentores, por ejemplo, al connotado teórico del arte pop Alan Solomon, en historia del arte; de urbanismo y escultura con Tom Reps; John Hejduck, autoridad en arquitectura, pedagogía y plástica o Robert Slutzky, arquitecto, pintor y escritor; profesores formadores con los que Terrazas fue convirtiendo en vasos comunicantes el arte, el diseño, la educación y la arquitectura.

En 1961, mientras Terrazas seguía su instrucción y vocación como artista y arquitecto, recibió la llamada del museógrafo Fernando Gamboa para que lo asistiera en el montaje de la exposición Obras maestras del arte mexicano, en el museo Hermitage de Leningrado. Gracias a montar exhibiciones y exposiciones con Fernando Gamboa, Terrazas adquirió la destreza de presentar una colección de tal modo que demostrara la riqueza histórica y artística del arte mexicano.

En Europa, también estuvo bajo la influencia de grandes mentores en el ámbito arquitectónico, y cultural como el discípulo de Le Corbusier, George Candilis, experiencia que aunada a su desarrollo en Estados Unidos le permitió entender a México con mayor profundidad.

Ya en México, el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, como presidente del Comité Olímpico de 1968, lo nombra coordinador del Programa de Diseño e Identidad para los Juegos de la XIX Olimpiada en 1968.

Mucha y variada es su obra arquitectónica y urbanística, entre la que sobresale la arquitectura de los ejes viales de la Ciudad de México, la Macro Plaza y el Parque Fundidora en Monterrey, el Plan Maestro del Malecón Cancún; el edificio de la Embajada de Francia, conjuntamente con Bernard Kohn; el proyecto de remodelación “nueva imagen” del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, la Torre del Ángel, en colaboración con Robert Stern; y la remodelación del Museo Tecnológico de la Comisión Federal de Electricidad, entre otras.

Realizó una planificación regional para la región central que tiene como centro estratégico la Ciudad de México y su área metropolitana, incluyendo los estados de Morelos, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Querétaro y el resto del Estado de México. Ha impartido conferencias en el ámbito internacional en países como la India, Paquistán, Estados Unidos, Colombia y Chile.

Fue comisionado para la edificación del Pabellón de México en la Feria Mundial de Nueva York (1964-1965) y director del equipo mexicano que colaboró con el gobierno de Tanzania en el plan maestro de su nueva capital, Dodoma (1976-1977). Terrazas como maestro ha impartido clases en la Universidad de Columbia (1963-1965) y en la Universidad de California en Berkeley (1972).

En México, fue director técnico del Instituto Nacional de Desarrollo de la Comunidad y de la Vivienda Popular (1970) y del Instituto de Acción Urbana e Integración Social (1971). Asimismo, tuvo a su cargo el diseño del mobiliario urbano, señalamiento y espacios públicos de los ejes viales (1978-1979).

Terrazas, como pintor, a menudo ha parecido un artista olvidado, apenas al lado de verdaderas estrellas del arte mexicano como Gabriel Orozco, Teresa Margolles, Mario García Torres y Damián Ortega, por no hablar de los adoptados en México Santiago Sierra y Francis Alys. Parece que la atención se ha ido concentrando en los últimos tiempos en su trabajo global, no solo como arquitecto y diseñador, sino también como pintor.

Antes de 2012 Terrazas participó en un puñado de exposiciones y trabajó principalmente como arquitecto mientras desarrollaba su trabajo como artista casi en secreto, se podría pensar, pero a partir de la nueva década del siglo XXI se ha revitalizado: fue invitado a la Bienal de Sharjah y mantuvo conversaciones con Hans Ulrich Obrist en Art Basel, y en 2013 creó un espectáculo en Nils Staerk en Copenhague, mientras ha venido continuando con la planificación de otras exposiciones en México y en el extranjero.

Ante tal trayectoria, constante, multidisciplinaria, plástica y social, el Festival Internacional de la Imagen, que se llevará a cabo del 21 al 29 de abril de 2016, en las instalaciones de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, y bajo los auspicios de su patronato y de la Secretaría de Cultura (antes Conaculta) se enorgullece en rendirle un merecido homenaje a este icono de la plástica, el diseño y la arquitectura.

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