Cultura

El Acueducto del Padre Tembleque en la lista del Patrimonio Mundial

La magna obra de ingeniería hidráulica del siglo XVI es un ejemplo de la creatividad constructiva

El Acueducto del Padre Tembleque en la lista del Patrimonio MundialEl Acueducto del Padre Tembleque, una magna obra con 443 años de antigüedad y ejemplo sobresaliente del desarrollo de los sistemas hidráulicos en América, ha sido inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. La decisión del Comité del Patrimonio Mundial, reunido en la ciudad alemana de Bonn, resultó favorable para la candidatura presentada por México.

Con la decisión tomada el pasado 5 de julio, por la totalidad de los estados parte del Comité del Patrimonio Mundial, el bien denominado Complejo Hidráulico del Acueducto del Padre Tembleque, ingresa en ese importante listado como Canal Patrimonial exento, es decir que no forma parte de una zona de monumentos.

Bajo la coordinación de Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el expediente técnico se conformó en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con la participación conjunta de la Dirección General de Sitios y Monumentos. El expediente se elaboró para gestionar, en primer lugar, los Estudios y, en segundo lugar, gestionar la Declaratoria y la Inscripción en la Nómina de Patrimonio Mundial, en los términos de la Convención de París de 1972, sobre el Patrimonio Mundial Cultural y Natural de la UNESCO.

El acueducto fue erigido en 1554 —durante 17 años— hasta 1571, por 40 comunidades indígenas, quienes aportaron 400 canteros, ayudantes, albañiles, peones, carpinteros y, el financiamiento de las mujeres de esos pueblos quienes produjeron textiles en excedencia para realizarlos mercantilmente en los “tianguis” para financiar las obras, sin la aportación de la corona española, aunque con la autorización del virrey Antonio de Mendoza, dirigidos por el fraile franciscano español (originario del poblado de Tembleque, en Toledo, España) acompañado de Juan de Agüeros. El acueducto posibilitó llevar agua a pequeñas poblaciones del yermo altiplano mexicano, ubicadas entre los actuales estados de Hidalgo y de México.

Durante los ejercicios fiscales comprendidos entre 2009 a 2015, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes ha aplicado recursos técnicos, académicos y financieros federales aportados por el gobierno federal: unos, etiquetados por la Cámara de Diputados, y otros, propios, por 28.2 millones de pesos y 10.5 millones de pesos, estos últimos aportados por el Fondo Ambassador para la Preservación Cultural (Ambassador’s Fund for Cultural Preservation del Departamento de Estado de Estados Unidos) que se derivaron de un concurso internacional ganado por el Conaculta, para obtener esa aportación.

Ante la decisión del Comité del Patrimonio Mundial, Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Conaculta, hizo referencia a la coordinación de instancias municipales, estatales y federales, así como a la sociedad civil organizada, para llevar a buen puerto la propuesta del Acueducto del Padre Tembleque, “un ejemplo destacado de la sorprendente creatividad constructiva que acrisoló el contacto de la civilización europea con la mesoamericana”.

Enfatizó que el reconocimiento como Patrimonio Mundial es resultado del trabajo conjunto entre la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), a través de la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Es también el resultado de una política cultural dedicada a la protección y divulgación de nuestra extraordinaria herencia patrimonial.

Subrayó la importancia de la labor coordinada con los gobiernos del Estado de México e Hidalgo, la Universidad Autónoma del Estado de México y los municipios mexiquenses de Nopaltepec, Otumba y Axapusco, y los hidalguenses de Tepeapulco y Zempoala. Sobresale la participación de organizaciones de la sociedad civil, entre ellas el Patronato Acueducto Tembleque, AC.

Se realizó también un Plan de Manejo de alcance regional para el sitio. Mediante la aplicación de programas y proyectos sustentables asentados en este plan de gestión, será posible equilibrar los valores del patrimonio edificado, el medio natural y el urbano.

La Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de Conaculta ha realizado labores de conservación como la liberación de elementos agregados, desazolve de arena en los canales y cajas de agua, limpieza del entorno inmediato, mantenimiento y restauración de apantles, aljibes, cajas de agua y areneros del conjunto hidráulico. Las labores se efectuaron recuperando sistemas constructivos tradicionales y mano de obra local. Estos trabajos han contado con la asesoría y supervisión del INAH.

Por su parte, el INAH ha realizado trabajos de identificación de diversos elementos del monumento, registro de sus características, investigación histórica y levantamientos arquitectónicos en sus diversos componentes, como los 90 glifos donde la mano del trabajo indígena está presente, que han sido complementados recientemente con un levantamiento en 3D de nube de puntos láser de última generación, y que han sido encontrados a lo largo de los trabajos realizados.

El acervo documental generado en torno al acueducto desde 1994 fue clave para sustentar el expediente técnico. En él se asienta que la zona de protección abarca 34 mil 820 hectáreas de manera que la declaratoria no sólo contempla la protección del Acueducto del Padre Tembleque, el cual abarca 48.22 kilómetros lineales entre los municipios de Nopaltepec, Otumba y Axapusco, en el Estado de México, así como los de Tepeapulco y Zempoala, en Hidalgo.

En el área de protección son fundamentales el Acueducto de Tepeapulco (antecedente constructivo inmediato del Acueducto del Padre Tembleque) y el convento franciscano de esta misma localidad, espacio donde fray Bernardino de Sahagún recogiera los testimonios de informantes y pintores indígenas que conformarían los llamados Primeros Memoriales.

A propósito, Teresa Franco, directora general del INAH, comentó: “En la pionera labor antropológica realizada por Bernardino de Sahagún y en el trabajo arquitectónico de Tembleque, es posible identificar de manera precursora dos conceptos fundamentales en torno a las relaciones humanas del siglo XVI: el respeto a la diversidad cultural y la tolerancia ante las manifestaciones culturales del otro.”

En el Acueducto del Padre Tembleque —continuó— permaneció un registro gráfico de la forma de expresión cultural indígena, similar al recogido en las ilustraciones de los Primeros Memoriales. Glifos de chimalli (escudo), calli (casa), pantli (bandera), acatl (caña) y otros de carácter calendárico, quedaron representados sobre las arquerías de Tecajete y Tepeyahualco, concluyó.

Este complejo posee una elevación (39.65 metros en su arquería principal) no alcanzada previamente en sistemas hidráulicos europeos de arquerías en un solo nivel. Su arcada mayor se levantó en su totalidad con un sistema novedoso para su época, sustituyendo la cimbra de madera por la de adobe, lo que demuestra la audaz integración de saberes constructivos indígenas en su construcción.

Cabe recordar que México es el país con más bienes inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial en toda América con un total de 33 a partir de hoy: 27 en la categoría de Patrimonio Cultural, cinco en la de Patrimonio Natural y uno como Bien Mixto (cultural y natural).

La nueva inscripción se logró bajo los criterios culturales (i), (ii) y (iv) por representar una obra maestra del ingenio creativo del hombre, ser testimonio de un intercambio de influencias considerable y representar un modelo sobresaliente de un tipo de construcción.

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