Cultura

El Fuerte de San Diego celebra tres décadas como bastión cultural

Desde el 24 de abril de 1986, el Museo Histórico de Acapulco alberga y difunde la memoria histórica del puerto guerrerense

Vista general del Fuerte de San Diego. Foto Mauricio Marat. INAH
Vista general del Fuerte de San Diego. Foto Mauricio Marat. INAH

Arquitectura militar y un avanzado diseño de ingeniería del siglo XVIII son rasgos característicos del Fuerte de San Diego que este 2016 celebra 30 años de su incorporación a la red museística del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), como sede del Museo Histórico de Acapulco, un bastión que preserva y difunde la memoria histórica del célebre puerto guerrerense.

Fue el 24 de abril de 1986 cuando la antigua fortaleza del barrio Petaquillas se transformó en un museo de sitio para narrar, principalmente, el glorioso pasado de intercambio comercial entre México y Filipinas, en tanto que ahí se almacenaron las mercancías que transportó el legendario Galeón de Manila.

Hoy “es un museo vivo”, indicó Víctor Hugo Jasso, director del recinto, “es un referente de vida e identidad para la comunidad; está en perfectas condiciones, es un ejemplo de arquitectura militar y funciona como centro polivalente que ofrece diversas actividades para el público que anualmente ronda los 122 mil visitantes”.

El monumento data de 1778 y hoy en día es un espacio atendido por sus propios trabajadores, indicó su director. Algunos de ellos llegaron a trabajar hace 35 años como veladores del edificio, cuando sus bóvedas y galeras funcionaban como bodegas, continuaron la custodia del museo desde su inauguración, y actualmente desempeñan diversas actividades, siempre con el mismo compromiso y entusiasmo.

En palabras de los trabajadores, el Fuerte de San Diego les ha dado todo: empleo, desarrollo profesional, amigos y un profundo orgullo por laborar en un monumento de importante talla: es el único edificio colonial de Acapulco y ha sido testigo de todos los acontecimientos históricos de la bahía.

La infraestructura del recinto abarca un proyecto sustentable. El agua se recolecta en la temporada de lluvias y sirve para el resto del año, la mayor parte de la energía eléctrica se obtiene mediante celdas solares, tiene conexión a internet y un sistema con cámaras de seguridad.

Frente al caudal de opciones que provee este famoso destino turístico, el Museo Histórico de Acapulco ha sabido ganarse un lugar entre el público local y foráneo. Lo mismo se dan visitas programadas en español que en inglés, francés, japonés y lenguas indígenas, como el náhuatl y el tlapaneco; también se atiende turismo de cruceros y visitas escolares.

En 12 salas de exhibición permanente, el contenido del museo aborda la cronología histórica del puerto, desde los primeros pobladores, pasando por la actividad comercial de los navíos provenientes de Filipinas durante el virreinato, hasta la hazaña militar de Morelos en el movimiento de Independencia; todo ello en medio de una narración sobre los diversos usos que ha tenido el inmueble a lo largo del tiempo.

Usualmente, los visitantes extranjeros que arriban en crucero a la bahía, cubren un recorrido que inicia en la tienda INAH sobre la Costera Miguel Alemán, después cruzan por un puente para llegar a la Unidad de Servicios donde se ubica una sala de exposiciones temporales, y finalmente suben hacia el museo que desde diferentes puntos ofrece una magnífica panorámica del paisaje marítimo.

Los visitantes locales acostumbran asistir a las actividades culturales que en su mayoría son gratuitas: conferencias académicas, talleres, cursos, festivales y presentaciones artísticas. De manera que continúa siendo un punto de encuentro, un detonador de la vida cultural y del arraigo identitario del barrio histórico en que se encuentra.

“En Acapulco no existen espacios públicos diferentes a los centros comerciales o a las áreas turísticas, así que la zona donde se ubica el Fuerte de San Diego es ideal para ello”, explicó Víctor Hugo Jasso.

El Museo Histórico de Acapulco, Fuerte de San Diego, se localiza en la esquina de las calles Hornitos y Morelos s/n, colonia Centro, en Acapulco, Guerrero. Horario: martes a domingo de 9:00 a 18:00 horas. Los domingos la entrada es gratuita para el público nacional y extranjeros residentes.

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