Serie dedicada a las zonas de monumentos históricos de México
• Cuautla, Santa Clara del Cobre, Pátzcuaro y los dos últimos títulos dedicados a Real de Catorce y Taxco, son los números que han consolidado este proyecto
• La colección reúne voces de arquitectos, urbanistas, historiadores, y también rescata la memoria colectiva a través de fotografías de sus moradores
La XXVII Feria del Libro de Antropología e Historia (FILAH) fue el marco para presentar una ambiciosa serie editorial: Patrimonio, que pretende llevar desde múltiples reflexiones a la valoración de las zonas de monumentos históricos del país. Integrada actualmente por cinco números, la colección reúne voces de arquitectos, urbanistas, historiadores, y también rescata la memoria colectiva a través de fotografías de sus moradores pasados y presentes.
Cuautla, en Morelos; Santa Clara del Cobre y Pátzcuaro, en Michoacán), y los dos últimos números: Real de Catorce, en San Luis Potosí, y Taxco de Alarcón, en Guerrero, son las publicaciones que han consolidado en sólo dos años este proyecto surgido desde el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y en el que están involucradas sus coordinaciones nacionales de Difusión, de Monumentos Históricos y de Centros INAH.
En la presentación oficial de la serie, Leticia Perlasca, coordinadora nacional de Difusión, comentó que la aparición de los primeros cinco números se realizó en un tiempo récord. Anunció que los próximos títulos: Veracruz y San Juan del Río (en Querétaro), se encuentran en prensa. Patrimonio es una iniciativa de largo aliento si se considera que son 59 las zonas de monumentos históricos decretadas del país.
Hace 25 años, en el Diario Oficial de la Federación, apareció publicada la declaratoria de la ciudad guerrerense de Taxco de Alarcón como Zona de Monumentos Históricos. Ahora, sus historias, desde aquellas relacionadas con su bienhechor, José de la Borda, como otras ligadas a personajes anónimos; sus edificaciones apabullantes como la Iglesia de Santa Prisca, pero también la sencillez de su arquitectura vernácula; sus cambios y continuidades en el tiempo, se encuentran en la serie Patrimonio.
En este quinto título de la colección se aborda con detalles el patrimonio construido que se halla en los 37 km² referidos en el decreto de Taxco como Zona de Monumentos Históricos. Dentro de un perímetro conformado por 72 manzanas están distribuidos 96 edificios de valor histórico que datan de los siglos XVII al XIX, yendo del estilo barroco al neoclásico.
El arquitecto Pablo Trujillo, uno de los especialistas que colaboraron en este volumen, destacó el conjunto de inmuebles de carácter religioso ubicados en las sinuosas calles de Taxco, caso del Convento de San Bernardino de Siena, las parroquias de Santa Prisca y San Sebastián, las capillas de los barrios de Chavarrieta, Guadalupe, San Miguel, San Nicolás, Santa Veracruz, Santísima Trinidad y el Señor de Ojeda, entre otros.
En lo referente a la arquitectura civil, son dignas de mención la Casa de don José de la Borda y aquellas que tuvieron de huéspedes a personajes ilustres como el explorador Alexander von Humboldt y a José María Morelos y Pavón, héroe de la Independencia. También se encuentran la Antigua Aduana, el Centro de Cultura de Taxco, el viejo edificio del ayuntamiento, los lavaderos y las fuentes públicas.
Trujillo, experto de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos (CNMH) del INAH, expresó que la traza de esta ciudad minera es otro de los aspectos destacados. Calles, rampas, escalinatas y callejones se adecuaron a la topografía, sobresaliendo el Camino Real a cuyo largo pueden encontrarse la Glorieta de Ramonet, la Plazuela de Chavarrieta, el Atrio y Plazuela de San Bernardino, la Plazuela de los Gallos, de San Juan y de San Nicolás Tolentino.
El libro se logró gracias a la participación de investigadores de la Universidad Autónoma de Guerrero y personas interesadas en el patrimonio histórico y cultural de Taxco. Las imágenes históricas y contemporáneas, casi todas inéditas, proceden de la Fototeca Constantino Reyes Valerio, de la CNMH, y del Fondo William Spratling, del Museo Franz Mayer; otras son autoría de los fotógrafos Susana Casarín y Andrés Garay, y algunas más fueron facilitadas por Juan de Dios Labra Labra, cronista de la ciudad, y el investigador Efraín Vélez Encarnación.
El número 4 de Patrimonio hace honor a otro pueblo minero: Real de Catorce, ubicado en el semidesierto potosino a una altura promedio de tres mil metros sobre el nivel del mar. En poco menos de 90 páginas, 13 autores repasan los episodios de bonanza y borrasca de este atrayente lugar.
La historiadora Irene Álvarez Rodríguez, autora de uno de los ensayos, detalló que este sitio fundado a finales del siglo XVIII, tras el hallazgo de “La Descubridora” (una rica veta plata en la Sierra de Catorce), llegó a tener 12 mil habitantes. En su peor declive permanecieron en él 400 habitantes, lo que le dio fama de “pueblo fantasma”.
En la actualidad, Real de Catorce es una de las localidades que forman parte del programa Pueblos Mágicos, de la Secretaría de Turismo. Su población es de aproximadamente 14 mil habitantes, algunos oriundos y otros venidos de estados vecinos o de países tan lejanos como Suiza.
Al respecto, Irene Álvarez hizo hincapié en el turismo religioso que se da cita en esta comunidad, por una parte durante las festividades en octubre dedicadas a San Francisco de Asís; otro más que está relacionado con Wirikuta, ya que el Cerro Quemado es el punto final del camino sagrado de los huicholes; y otro más que tiene que ver con una tradición New Age.
Los antecedentes de su fundación, los protagonistas de su minería y metalurgia, los sistemas constructivos de la región, edificios emblemáticos, sus caminos devocionales, álbumes familiares antiguos y crónicas, son rescatados en este volumen por los investigadores: Moisés Gómez, Begoña Garay, Juan Manuel Pérez, Alicia Leonor Cordero, Neyra Patricia Alvarado, Hugo Cotonieto, Óscar Felipe Reyna, Arturo Humberto Gutiérrez del Ángel y Norma Contla.
Revista Protocolo
