Símbolos de religión y cultura popular por el artista italiano Luigi Presicce en la Semana del Arte
Texto: Gabriela Gorab
Fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán para la revista Protocolo Copyright©
Recientemente, la Ciudad de México fue el anfitrión de “La Semana del Arte en México”, la cual contó con centenas de galerías de arte y novedosas propuestas, entre ellas ZsONA MACO, Material Art Fair, Salón Acme y varios museos de la ciudad quienes inauguraron exposiciones y tuvieron eventos especiales.
El Museo de Arte Popular (MAP), el más importante del país en su género, quien dio vida al Vochol y al Desfile de Alebrijes, presentó un performance-instalación llamado El velo de Verónica, un evento que formó parte del marco de ZsONA MACO.
El performance tuvo una duración de casi dos horas y estuvo encabezado por el artista italiano Luigi Presicce quien dio vida a Jesucristo y 11 personajes más, es decir, un total de 12 personas, número en la Biblia que hace alusión a los 12 apóstoles.
La historia del velo de Verónica ha causado tanta credibilidad entre los fieles que fue capaz de convertir este milagro en una de las estaciones del Vía Crucis.
Es usual que los performances se caractericen por una sencillez escenográfica, es por esto que El velo de Verónica contó solamente con dos motocicletas, un alebrije monumental y una ventana con una cruz inclinada a la derecha.
Símbolos de consumismo y voyerismo fueron mostrados durante toda la obra por medio de fotografías y selfies tomadas con celulares por parte de los personajes, quienes no paraban de retratar a Jesucristo ensangrentado y a una sufrida Virgen María cuyo papel fue representado por la activista transexual Angie Rueda.
Por su lado, otro de los personajes principales fue una persona cuyo acto fue la simulación de la flagelación de Jesús, este personaje fue el único con mayor libertad de movimiento, quien pudiera dar un significado a la libertad y opresión del mal contra el bien; debido a que en un 90 por ciento, los participantes estaban inmóviles durante lo que duró la performática presentación.
Todas estas alegorías nos llevan a, críticamente, pensar y meditar lo que el consumismo ha hecho con el cristianismo y a la vez, lo que la cultura popular y medios de comunicación han hecho con nuestra capacidad de tipificación.
