Cultura

El Sistema Sonemos busca cambiar la vida a los niños y jóvenes de Morelos

Está conformado por dos bandas y dos orquestas sinfónicas que conjuntan alrededor de 350 niños de entre siete y 17 años de edad

El Sistema Sonemos busca cambiar la vida a los niños y jóvenes de MorelosCuernavaca, Morelos.— Luego de un año de gestación, el 14 de septiembre nació oficialmente el Sistema Sonemos, del estado de Morelos, actualmente conformado por dos bandas y dos orquestas sinfónicas que conjuntan alrededor de 350 niños de entre siete y 17 años de edad. Ellos ofrecieron un concierto en el Teatro Ocampo de la ciudad de Cuernavaca, donde interpretaron obras de José Padilla, Modest Mussorgsky, Gustav Holst, Guillermo Nápoles, David Amram, Nicolai Rimsky-Korsakov y de Arturo Márquez, coordinador general de Sonemos.

El Sistema Sonemos forma parte de Música para la Armonía, una de las líneas de acción de Cultura para la Armonía impulsadas por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) para trabajar, mediante acciones específicas, en la reconstrucción del tejido social del país.

En el concierto participaron la Banda Sinfónica El Zarco, la Orquesta Sinfónica de Tepoztlán, la Orquesta Sinfónica de Cuernavaca y la Banda Sinfónica Armonía Tepozteca, quienes ejecutaron un programa de acuerdo a su nivel técnico y al final formaron una selección de las cuatro agrupaciones para tocar las obras Chinelos, en una versión para orquesta sinfónica, y Alas (A Malala), acompañados de los coros de niños cantores de Morelos y de Cuernavaca.

Previo al concierto, el compositor Arturo Márquez explicó que vienen trabajando con el Sistema Sonemos desde agosto de 2013 con una metodología homologada. “Esto nos permite crecer paulatinamente pero con firmeza, para que los muchachos tengan la técnica necesaria, pero sobre todo estén en una agrupación que los haga felices. Estamos convencidos de que este tipo de proyectos son muy necesarios para que los niños puedan crecer felices, que le encuentren el sabor a la vida.”

Márquez, coordinador de Sonemos, explicó que cuando iniciaron con este proyecto detectaron que se hacía un trabajo atomizado. “Lo que hace Sonemos es unificar criterios, unificar la manera de enseñar y ahora los maestros pueden estar de una agrupación a otra y eso ha permitido que el avance sea mucho más firme. Es un proyecto social, comunitario, donde están involucrados no sólo los niños, los maestros y las autoridades, sino también los papás y la gente de los municipios. Ojalá que este tipo de proyectos estuviera en todos lados. Es un proyecto que necesita como 20 horas a la semana para cada niño. La ventaja de este programa es que están entre tres y cuatro horas con el maestro, con sus compañeros, practicando, conviviendo y haciendo música.”

Eduardo García Barrios, coordinador del Sistema Nacional de Fomento Musical del Conaculta, recordó que Alas (A Malala) es el himno del Movimiento Nacional de Agrupaciones Comunitarias. Además, precisó que partió de una profunda investigación que realizó Arturo Márquez con su hija y que se enfocó en el marco social y los derechos de los niños, tomando como base la lucha de una niña pakistaní en pro de los derechos de su comunidad. Alas (A Malala), es una cumbia que al mismo tiempo se divide en tres niveles, como una pirámide, para que pueda ser interpretada por niños de diversos niveles musicales.

El coordinador del Sistema Nacional de Fomento Musical subrayó que para la parte final, cuando se conformó una gran orquesta con los niños seleccionados de cada una de las cuatro agrupaciones, también se invitó a niños de los sistemas de Ciudad Nezahualcóyotl, Guadalajara, León y Acapulco. “Queremos que estos sistemas sean sistemas autogestivos, independientes, que generen sus propias formas siguiendo ciertas líneas metodológicas que funcionan para el trabajo social a través de la música.”

Márquez precisó que ahora se tienen a alrededor de 350 niños en las cuatro orquestas, pero que se buscará llegar a los 400 y luego a 500. “A estos niños y jóvenes les ha cambiado la vida. Lo hemos visto en muchas partes, como en Medellín, Colombia, que era considerada la ciudad más peligrosa del mundo y tras la muerte de Escobar se dieron a la tarea de transformar la ciudad y eso sucedió a través del arte, principalmente de la música. Tienen 27 escuelas de música en una ciudad que no es más grande que Puebla.

“Este programa está buscando tener acceso a las zonas más vulnerables. Estamos empezando y necesitamos mucha ayuda, del Estado y de la sociedad. Podemos ayudar abriendo los ojos y los brazos para abrazar a los niños”, finalizó.

En el concierto del nacimiento oficial del Sistema Sonemos, también estuvieron presentes el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, acompañado de su esposa, Elena Cepeda, así como la secretaria de Cultura del estado, Cristina Faesler.

Revista Protocolo

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