Cultura

Japón, país invitado de honor al FIC 2005

Japón, país invitado del 33 Festival Internacional Cervantino, ofrecerá una selección de espectáculos representativos de las tendencias actuales del arte oriental así como de su legado milenario.

En el rubro musical, Nanae Yoshimura y Kifu Mitsuhashi, dos maestros de la música de cámara para koto y shakuhachi, ofrecen un repertorio que evoca la música de las cortes japonesas antiguas. Ambos instrumentos pertenecen a la herencia musical oriental y son poco conocidos en América.

El Trío Kuronuma, integrado por la violinista Yuriko Kuronuma, la chelista Bozena Slawinska y el pianista Josef Olechowski, es un ensamble que integra talentos de Japón y Polonia en depurada técnica interpretativa de tríos de Borodin, Rimski-Korsakov y Dvorak.

A estos espectáculos acústicos e intimistas, se contrapone el de Gocoo + GoRo, en el que poderosos truenos de madera y piel se combinan con atmósferas etéreas de tendencia trance. Es un ensamble de tambores taiko que incorpora elementos occidentales a esta música tradicional, así, integra el didgeridoo australiano, la flauta o el arpa judía a un trabajo coreográfico vertiginoso.

Del lado del rock-pop aparece Miyazawa, la banda que representa lo que ocurre actualmente en este género en el país del sol naciente. Bajo el liderazgo de Kazufumi Miyazawa, la agrupación integra músicos de Japón, Argentina, Brasil y Cuba. Su eclecticismo también se refleja en los instrumentos del grupo, que proceden de distintas partes del mundo.

Los rubros teatral y de la danza son representados por dos proyectos de vanguardia. El primero corresponde a Ishin-ha, compañía teatral que se caracteriza por su fastuosidad creativa. Su director, Yukichi Matsumoto, la fundó en 1971 en Osaka, Japón.

Las obras de Ishin-ha suelen contar historias con guiones silenciosos, música que no se canta y bailes que no se bailan. Comprenden un universo lingüístico personal, alejado de la lógica de los enunciados articulados. Su director denomina a este estilo Jan Jan Opera, en referencia al dialecto que se habla en el distrito de Jan Jan en Osaka.

El segundo es de Akira Kasai, uno de los bailarines aclamados de danza butoh, el estilo más influyente en la danza contemporánea de Japón. Se le ha llamado el Nijinsky del Butoh por evocar al virtuoso bailarín y coreógrafo ruso. Pollen Revolution, el trabajo que presentará en el Cervantino, es una coreografía individual que incorpora elementos estéticos de su país y de occidente con un enfoque transformador.

Resta mencionar el fructífero encuentro creativo entre artistas de Japón y México. El más ambicioso dio como resultado el montaje del cuento tradicional Crepúsculo de una grulla, llevado a escena con cantantes de ambas naciones que alternan en las presentaciones.

Es un espectáculo comandado por la compañía Yuzuru en el que interviene la Orquesta Sinfónica de Yucatán y el Coro de Niños de Yucatán, así como la soprano Encarnación Vázquez, el tenor veracruzano Javier Camarena Pozos, el barítono hidalguense Juan Orozco, el tenor japonés Takashi Otsuki y el bajo Manabu Morita.

Fuente: Sección de Prensa, FIC.

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