Cultura

Javier Bátiz, 60 años de brujería

Celebra el músico Javier Bátiz 60 aniversario de vida artística con un concierto-homenaje en el Centro Histórico de la CDMX

Texto y fotos: Luis Felipe Hernández para la revista Protocolo Copyright©

Javier Bátiz celebró sus 60 aniversario de vida artística con un concierto en la plancha del Zócalo de la CDMX. Foto propiedad de la revista Protocolo Copyright©
Javier Bátiz celebró sus 60 aniversario de vida artística con un concierto en la plancha del Zócalo de la CDMX. Foto propiedad de la revista Protocolo Copyright©

El tocar a la perfección diversas guitarras, el componer varias melodías y el haber instruido a otros músicos que han sobresalido en la escena internacional, han sido las pócimas perfectas que han permitido que “El Brujo de Tijuana” siga manteniéndose vivo durante 60 años.

Javier Bátiz recientemente llegó al escenario instalado en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México (CDMX) para recibir un homenaje por su sexagenario de vida artística, como parte de las actividades de la trigésima tercera edición del Festival del Centro Histórico de la CDMX.

Ante un público multigeneracional, que ya sea de pie u ocupando algún lugar llenó más de la mitad de la plaza más importante del país, Bátiz salió para disfrutar de su actuación, que tuvo un repertorio de más de 20 éxitos, en su mayoría rolas compuestas por él, acompañado en todo momento por la Orquesta Filarmónica Metropolitana bajo la dirección de José Arián, así como por su infaltable “Tijuanera”, como el músico llama a su guitarra.

Músicos de la “vieja guardia” rocanrolera como el tecladista Guillermo Briseño, el cantante Tony Lira de la vieja agrupación Lira’n Roll, o el baterista Salvador “Bayoye” García, acompañaron a Bátiz en algunos momentos; sin dejar de mencionar a los jóvenes músicos como el intérprete “Dr. Shenka” de Panteón Rococó, o los cantantes y guitarristas Julio Revueltas y Rosalía León, quienes reiteraron la admiración por quien también fuera maestro de Carlos Santana y Alex Lora; además de Eugenia León y Baby Bátiz, un duelo de voces al cantar “Pacífico Jardín” que enchinó la piel a más de uno.

Bátiz recordó la etapa de sus inicios, del rebelde que cantaba clandestinamente en los desaparecidos “hoyos funkie” y los no menos pecables cafés cantantes, ni qué decir las nueve ocasiones en que pisó la cárcel; sin perder su sentido del humor haciendo chistes y vacilando con algunos invitados asistentes; mientras desde el escenario observaba cómo bailaba su público, algunos más sacaban a discreción cigarrillos con mariguana, pero todos honrando al legendario artista.

Parece que a Javier solo las canas le hacen notar el paso de los años, 72 para ser exactos; sigue siendo el mismo rockero irreverente, fachoso, de greña larga y humilde; sus manos no se cansan de tocar sus guitarras con su estilo característico e inconfundible… Solo es el inicio, todo indica que el hechizo del Brujo de Tijuana seguirá por 60 años más.

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