Cultura

La Navidad y su historia

La Navidad se introdujo en la Iglesia como una forma de absorber los ritos paganos existentes anteriormente

Por Evangelina Mirta Zunino

Un recorrido por la historia de la NavidadSe acerca la Navidad y me gustaría hacer un recorrido por su historia.

El día de Navidad es el 25 de diciembre y se conmemora el nacimiento de Jesús (Dios Salva), de Cristo (Ungido, Mesías).

Navidad es una contracción de Natividad que significa natalicio y viene del latín Nativitas = Nacimiento. Fue en el año 345 que se proclama oficialmente el 25-12 como fecha de la Natividad.

Se introdujo en la Iglesia como forma de absorber los ritos paganos existentes anteriormente. Está íntimamente ligada con el 17/12, fecha en la que se celebra el saturnal romano (fiesta en honor a Saturno, dios de la agricultura) y en la que se realizaban grandes festines, banquetes, había bailes y bebidas y luego orgías en las que participaban casi todos los pueblos de la antigüedad. La nueva enciclopedia de conocimiento religioso, de Schaff-Herzog, dice: “No puede determinarse con precisión hasta qué punto la fecha de esta festividad dependió de la pagana Brumalia (25 de diciembre), que seguía a la Saturnalia (17-24) de diciembre y conmemoraba el día más corto del año y el nuevo sol. Era habitual encender velas y regalar muñecos de barro. Luego, por influencia griega, se agradecía con una atención o regalando dinero a los amigos y a quienes habían prestado sus servicios”.

Norte de Europa y Egipto

También al norte de Europa había una fiesta conocida como Yule, en la que se quemaban en hornos grandes troncos adornados con ramas y cintas, para conseguir que el sol brillara más.

Además, para los egipcios, el 25 de diciembre era la fecha pagana del sol. Horus nació en el mes de Mechir en la estación Peret (la que descansa) y la celebración del nacimiento se perpetuó hasta la Baja Época. Era el hijo de Isis y Osiris y su representación más común es la de halcón, la personificación del cielo y del sol. Más tarde, esa misma fecha fue utilizada para celebrar el nacimiento de Mithra y de Cristo.

El mazdeísmo, culto de origen persa, celebraba el 25 de diciembre el nacimiento de Mitra. Esta religión surge en la época helenística, probablemente en el siglo II a.C., y alcanza su mayor difusión en los siglos III y IV d.C. por el emperador Teodosio. Por lo que se sabe, el rito principal de la religión era el Banquete Ritual, que parece tener similitudes con la eucaristía cristiana. Según Justino, los alimentos eran pan y agua pero los hallazgos arqueológicos hablan de pan y vino. Fue prohibida en el año 391 d.C.

Festividad de la Iglesia católica

La Enciclopedia Católica edición 1911 dice: “La Navidad no estaba incluida entre las primeras festividades de la Iglesia. Los primeros indicios de ella provienen de Egipto bajo ‘Día Natal’”. Orígenes dice: “No vemos en las Escrituras que nadie haya guardado una fiesta ni celebrado un banquete el día de su natalicio. Solo los pecadores (como el faraón y Herodes) celebraban con gran regocijo el día en que nacieron en este mundo”.

Por todo esto, quisiera adentrarme en un recorrido por Egipto, tierra del Nilo y faraones. Su auténtico nombre era Khem o Kemet, que significa la “tierra negra” y también “el país amado”. La etimología de la palabra proviene del griego Aigyptos y pasa por el latín Agyptus.

El Nilo lo divide en dos, en las llamadas orillas de la vida y de la muerte, entre este y oeste. Todo allí era dual: Alto y Bajo Egipto, Cielo y Tierra, Corona Blanca y Corona Roja, dos cetros rituales que eran el gancho o Hega y el látigo o Nekhakha; el que atrae y repele, el norte y el sur. Hermes Trismegisto “el elegido de los dioses” fue quien nombró “El principio de polaridad” que encierra la verdad de que “todo es dual, todo tiene dos polos; todo su par de opuestos”.

El faraón manteniendo los dos cetros cruzados sobre el plexo con las manos opuestas, adopta la posición osiriana para armonizar y redistribuir las energías de Egipto: amor y guerra, por ejemplo. Esta dualidad aparece también en su arte, los bajorrelieves pintados con dos barcas que realizaban el doble recorrido diurno y nocturno o el faraón realizando dos veces la misma ofrenda o gesto ritual hacia el norte y el sur. Esto se debe a que resumían los polos de la existencia, los que unidos hacían brotar vida y separados engendraban muerte y caos.

Todo tenía un significado y estaba regido por un código sagrado. Para entender esto, es necesario saber el significado de estas palabras ya que lo sagrado integra dos funciones: profano y sagrado. Lo primero es un lazo que une el mundo material y tridimensional; lo segundo es la clave de todo lo trascendente, la parte y el todo.

La religión era el eje fundamental y las fiestas que celebraban eran entre el hombre y su dios interior, del pueblo con su faraón y del sacerdote con dios.

Había sacerdotes y sacerdotisas, las cuales solían vestir pieles de leopardo y usaban el tisú rojo; en especial las de Hathor, diosa de la danza y de la música.

Según las creencias egipcias, el hombre estaba dividido en nueve partes que a veces eran resumidas en siete. Khet, el cuerpo; Kha, la personalidad espiritual; BA, el alma; Khai Bit, la sombra.

El faraón era el pilar que unía el cielo y la Tierra, y hacía reinar a Maat sobre esta última. Ella era la ley o la regla, el símbolo de solidaridad, verdad y justicia, y como el rey tenía una doble permanencia, tanto divina como humana, era el mediador entre los dos mundos. Actuaba como el principio universal unificador del orden del mundo cósmico, social e individual. Y gracias a ella, todo se volvía unido y solidario, había orden. Sin ella, este se rompería y la sociedad entraría en decadencia, derrumbándose.

Habiendo terminado el viaje, me despido agradeciéndole a Ariadna y Shen por su constante apoyo.

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