Cultura

La obra Corona de sombra se presenta en Querétaro

Para los amantes del teatro y de la historia, resulta muy recomendable la obra Corona de sombra, que se presenta desde el mes diciembre y hasta el último fin de semana del mes de febrero, en la Escuela de Laudería, en el estado de Querétaro.

La obra se desarrolla en el contexto histórico del México imperial, fugaz y trágico, que apela a fuentes que más o menos reflejan lo que podríamos mencionar la historia oficial de la llegada a México, en 1864, de los emperadores Carlota y Maximiliano, como monarcas del Segundo Imperio mexicano.

Corona de sombra, creación de Rodolfo Usigli, dramaturgo mexicano (1905-1979), fue subtitulada por su propio autor, en 1943, como pieza antihistórica en tres actos y 11 escenas.

La puesta en escena actual, dirigida y adaptada por Mauricio Jiménez, es una coproducción del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Cuenta con un reparto de 18 actores en escena, quienes magistralmente dan vida a los personajes que nos convocan a seguir los pasos de Maximiliano y Carlota, desventurados emperadores que buscando un reino fueron guiados por un espejismo, perdiéndose en un bosque de sombra, amor, locura y muerte.

La obra se estrenó en San Luis Potosí, en noviembre de 2005, en el marco de la Muestra Internacional de Teatro; y desde diciembre está en Querétaro, en la Escuela de Laudería, que preside Laura Gabriela Corvera, cuyas instalaciones (una casona en el centro histórico de Querétaro) proveen el escenario perfecto para desarrollar la trama de la historia, sin olvidar que la iluminación, el vestuario y la música original también sobresalen.

Sobre el autor, Rodolfo Usigli, mucho se puede decir, a través de su obra advierte que es afecto a los subtítulos, los usa para tomar posición de antemano, apenas el lector accede al texto: «teatro a tientas», «comedieta», «moraleja en tres actos», «comedia sin unidades», «farsa impolítica», «estudio en intensidad dramática», entre otros. En el caso de «Corona de sombra», el subtítulo de pieza antihistórica entraña la decisión de ponerse en contra del lugar que la historia oficial de ese tiempo le dedicó a un hecho de gran relevancia histórica para México, la sujeción de la vida política mexicana a los intereses imperiales de Francia, mediante la instalación en el fastuoso palacio de Chapultepec de una pareja de monarcas europeos en una tierra convulsionada por los enfrentamientos ideológicos, que desde que obtuvo la independencia, en 1821, hasta 1864, año en que se produce el arribo de Maximiliano y Carlota, con palabras de Usigli, «había padecido 43 presidentes».

Si usted desea hacer un recorrido a través de un fragmento de la historia de México, puede acudir este fin de semana a ver Corona de sombra, a la vez que visita una de las ciudades coloniales más bonitas y con mayor desarrollo en la República Mexicana, Santiago de Querétaro.

Revista Protocolo

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