Cultura

La Semana Santa en la historia de la humanidad

El papa Juan Pablo II dijo en su mensaje de 2005: “La cuaresma nos invita a recorrer un itinerario espiritual que nos prepara a revivir el gran misterio de la muerte y resurrección de Jesucristo, ante todo, mediante la escucha asidua de la palabra de Dios y la práctica más intensa de la mortificación, gracias a la cual podemos ayudar con mayor generosidad al prójimo necesitado.”

Así tenemos que a 2,006 años de su nacimiento, recordamos muy especialmente a un hombre cuya entrega y pasión fue la muestra más grandiosa de amor hacia sus semejantes. “Yahvé Dios envió a Jesucristo, su único hijo, para que el mundo sea salvo por él.”

Jesucristo nació en Belén, ciudad palestina situada a ocho kilómetros al sur de Jerusalén. Es la antigua ciudad de Judea, patria de David. Ahí hay un convento y una basílica de la Natividad, así como otros centros religiosos cristianos de varias denominaciones. Jerusalén es una ciudad de Palestina, capital de distrito homónimo, y de Israel, fue internacionalizada por la ONU en 1949 y repartida entre Israel y Jordania.

El núcleo urbano consta de dos partes. La primera es la ciudad antigua encerrada en sus viejas murallas que fueron construidas por el sultán turco Solimán el Magnífico en el siglo XVI, está compuesta por la ciudadela del rey David; el barrio cristiano con el santo sepulcro y muchas iglesias y conventos; el barrio armenio, el barrio judío, con sus sinagogas y el célebre Muro de las Lamentaciones, el barrio musulmán con la famosa Mezquita de Omar.

Muy cerca de la ciudad antigua están el huerto de Getsemaní y el Monte de los Olivos. Jerusalén es quizá la ciudad más antigua de las que existen, anterior a la llegada de los hebreos a Palestina, y es ciudad santa para cristianos, judíos y mahometanos.

Con respecto a la ciudad de Nazaret, según los Evangelios, “en ella residió Jesucristo hasta su bautismo; existen restos de una basílica construida por Constantino en el lugar donde vivió la virgen María, y sobre la cual se levantó en 1620 la Iglesia de la Asunción”.

La biblioteca más antigua del mundo

Al leer la Biblia conocemos la forma como se suscitaron los hechos en la vida de Jesús y es éste el medio de comunicación de Dios a su pueblo para salvarlo y comunicarse como amigo, haciendo una alianza de amor.

Recordemos que la Biblia es la biblioteca más antigua del mundo, ya que contiene un total de 73 libros agrupados en dos grandes secciones, a las que se les denomina Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. La mayoría de los libros del Antiguo Testamento se escribieron en hebreo, aunque algunos, como los 27 libros del Nuevo Testamento, están escritos en lengua griega.

Los libros de la Biblia se encuentran divididos en capítulos y versículos, para facilitar su consulta. La primera Biblia completa con numeración de capítulos y versículos fue una edición francesa publicada en 1553.

El Antiguo Testamento abarca la creación y los primeros 3,500 años de la historia humana, observando en esta sección la relación de Dios con los israelitas desde el siglo XVI aC. El Nuevo Testamento se centra en las enseñanzas y actividades de Jesucristo y sus discípulos durante el siglo I dC.

La Biblia fue escrita por 40 hombres a lo largo de 1,600 años de historia desde 1513 aC hasta el 98 dC. Entre los hombres que la escribieron encontramos príncipes, reyes, profetas, sacerdotes, escribanos, caudillos, un recaudador de impuestos, un médico, varios pescadores, un carpintero y un fabricante de carpas.

El que tantas personas de diferentes antecedentes, que vivieron en distintos tiempos y culturas, elaboraran un libro ético tan armonioso, es una prueba vigorosa de que la Biblia no es producto de la inteligencia humana sino que fue inspirada por Dios.

Respuestas bíblicas

En referencia a los planteamientos descritos en la Biblia, retomamos las clásicas preguntas que muchos suelen hacerse cuando sienten que Dios no está con ellos. A continuación algunas de las aseveraciones más comunes, con las respectivas respuestas bíblicas, “cuando tú dices”/”Dios te contesta”:

“No puedo resolver las cosas”/“Yo dirijo tus pasos” (Proverbios 3.5-6); “Es imposible…”/“Todo es posible” (Lucas 18:27); “Me siento muy solo”/“No te dejaré ni te desampararé” (Hebreos 13:5); “Yo no lo puedo hacer”/“Todo lo puedes hacer” (Filipenses 4:13); “No merezco perdón”/“Yo te perdono” (1º Juan 1:9 y Romanos 8:1); “Tengo miedo”/“No temas, que estoy contigo” (Isaías 41:10); “Estoy muy cansado”/”Yo te haré descansar” (Mateo 11:28-30); “Nadie me ama de verdad”/“Yo te amo” (Juan 3:16 y Juan 13:34); “No sé cómo seguir”/“Yo te enseñaré el camino” (Salmo 32:8); “¿Qué camino me conduce a Dios?”/“Mi hijo amado Jesucristo” (1º de Timoteo 2:5, Hechos 4:12 y Juan 3:16).

¡Y cuando quieras saber todo lo que Dios quiere decirte… sólo calla y admira sus milagros!

Reflexiones

Recordemos aquí, que… con 700 años de antelación, Miqueas predijo que Jesucristo nacería en Belén de Éfrata. Por otra parte sabía usted que: ¿Isaías, contemporáneo de Miqueas, predijo que al Mesías lo golpearían y escupirían?, ¿que con 500 años de adelanto, Zacarías profetizó que el Mesías sería traicionado por 30 piezas de plata?

Con más de mil años de anterioridad David predijo una serie de circunstancias relacionadas con la muerte de Jesucristo, como lo dice el Salmo 22:7-8, 18.

Con cinco siglos de anterioridad la profecía de Daniel reveló cuándo nacería el Mesías, la duración de su ministerio (sus predicaciones) y cuándo se produciría su muerte (Daniel 9:24-27).

Después de observar con asombro la vida de Jesucristo, lo anterior nos invita a reflexionar en su trascendencia e impacto en la historia de la humanidad a lo largo del tiempo y no puedo evitar recordar una bellísima y sugestiva frase encontrada en una estela en un templo griego en la isla de Paphos Chipre, la cual describe un diálogo entre dos personas llamadas Pandión y Demos, y a la letra dice:

“¡Oh, Pandión, dime!, ¿existe Dios?”

“Demos: si le preguntaras a las estrellas, a la aurora, al ocaso o a la noche, tal vez te mentirían. Sólo hay uno que no podrá mentirte, sólo hay uno que al hacerle esta pregunta tu ojo atento descubriría sin remedio. Ése, Demos, vive dentro de ti; ése, querido amigo, es tu corazón, inquiérele y ahí encontrarás la respuesta. Él te dirá si el Dios no conocido que no ves pero presientes, existe.”

Y del Museo de Historia Natural de Nueva York, Estados Unidos, comparto con ustedes una máxima que fue escrita en forma prominente:

“Dios quiere vernos amables y tiernos, siendo prácticos y cuidadosos pero también generosos y estimulados por sus ideales, manteniendo sus pensamientos elevados a la altura de las estrellas, pero con los pies bien puestos en la tierra, ya que el valor, el duro trabajo, el dominio propio y el esfuerzo inteligente, son los elementos esenciales para el triunfo, pues la suma de todo esto a la larga forma el carácter personal, que es el factor decisivo en una vida de éxito, tanto en el caso de un individuo como en el de una nación.”

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