Música

Alberto Cortez se va, queda un espacio vacío…

Tras 62 años de triunfal trayectoria artística, el cantautor argentino, creador de más de 50 éxitos, fallece a los 79 años

Texto: Luis Felipe Hernández Beltrán

“Que cosas tiene la vida”, a pesar de “haber tenido la suerte de nacer” en la provincia de La Pampa, Argentina, Alberto Cortez “No fue de aquí ni fue de allá”.

No hubo un país de habla hispana donde sus canciones no se escucharan ni se cantaran, además de haber vivido por temporadas en los principales países de Iberoamérica, México uno de ellos, nación a la que llegó por primera vez en 1967.

“Caminó siempre adelante”, la fama le llegó a los 17 años, justo cuando iniciaba en el ambiente musical, pues bastó con escribirle a los perros, a la pared, a la naturaleza, a los niños, al triunfo y al positivismo. Aunque también el amor y desamor, y el componerle a las mujeres, fueron parte de sus más de 500 canciones de los cuales, mínimo, 50 éxitos tuvo a lo largo de su trayectoria en los primeros lugares de las listas de popularidad.

Casi 50 discos grabados, todos con alto número de ventas que le valieron discos de oro y platino, así como presentarse en escenarios sagrados como el Auditorio Nacional de México o el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar en Chile.

De 1980 al 2000, no hubo un año en que Cortez no hiciera temporada de, mínimo, un mes en México, principalmente en el hotel Fiesta Americana de Paseo de la Reforma, ya sea solo o acompañado, como lo fue aquella serie de presentaciones con su coterráneo Facundo Cabral que llevó por nombre “Lo Cortez no quita lo Cabral”.

Una vez instalado en su finca de Madrid, España, donde residió hasta su muerte, adaptó una pequeña casa, acompañado solo por su guitarra, donde se encerraba para no ser interrumpido y ahí concentrarse para seguir componiendo.

Aunque no tan reconocido como lo fue como cantautor, José Alberto García Gallo, su nombre real, también escribió cuatro libros y participó como actor secundario en dos películas.

Ayer, jueves 4 de abril, la noticia de que el “amigo se fue” a “reunirse con su viejo” a los 79 años a consecuencia de una hemorragia gastrointestinal en un hospital del municipio de Móstoles, comunidad de Madrid, España, consternó a todos aquellos que crecieron, vivieron y se enamoraron con sus canciones.

“El árbol quedó y el tiempo pasó”, seguramente, en “el rincón del alma” donde “a partir de mañana” descansarán sus restos, “le llegará una rosa cada día”.

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