Artista performancera francesa presenta su trabajo el cual ha causado polémica a escala mundial por los constantes cambios físicos que realiza en su cuerpo
Texto y fotos: Luis Felipe Hernández Beltrán
Un monstruo francés se encuentra en México y no hay poder humano que lo detenga. Es una mezcla entre el diablo, la máscara mortuoria de Pakal, una Madonna renacentista y la venus de Boticelli.
El quirófano de cualquier hospital es su guarida y los médicos cirujanos, sus aliados. Cuando a cualquiera le hacen una operación, lo más seguro es que previamente haya un adormecimiento para evitar cualquier dolor; con este ser, su anestesia es disfrutar ver sus cirugías, mientras se entretiene leyendo un libro de cuentos e historias.
Antes, era una bella doncella francesa de nombre Mireille Suzanne Francette Porte, pero desde 1990 adquirió el nombre y la personalidad de su álter ego: Orlan.
Ícono indiscutible del arte contemporáneo, especialmente en el terreno del performance, el trabajo de esta artista consiste en la transformación de su cuerpo, dejando atrás el concepto de la belleza, al que ella llama “una cuestión de ideología dominante”, utilizando en varias ocasiones implantes e híbridos de animales, especialmente de una res, para lograr sus cambios físicos, causando impacto y hasta miedo por su apariencia.
Pero el trabajo de Orlan va más allá de eso… lo cual se ve en sus instalaciones performáticas, en las que utiliza telas y a veces hasta fragmentos de su cuerpo para elaborar muebles y vestidos; pasando por el terreno de la escultura, haciendo réplicas de sí misma con el prototipo de las figuras humanas de barro y piedra que usaban las culturas precolombinas, y hasta en la fotografía y el videoperformance.
Orlan se encuentra en México, conviviendo con artistas mexicanos en la Muestra de Arte Contemporáneo (Maco) y ofreciendo conferencias para hablar de su trayectoria artística, como la ocurrida recientemente en el auditorio “Jaime Torres Bodet” del Museo Nacional de Antropología, que llevó por nombre “Las metamorfosis del cuerpo: el individuo puesto a prueba en el imaginario colectivo” con la que se clausuró el coloquio “Híbridos. El cuerpo como imaginario”.
Orlan es un monstruo de carne y hueso que seguirá transformándose…
Orlan es el referente máximo de ese arte incomprendido por muchos pero apasionado por otros llamado performance…
Orlan es la belleza del arte en concepto pero lo contrario de ésta en físico…
Orlan es simplemente Orlan…
Revista Protocolo
