El rejoneador español y el empresario mexicano hacen un donativo de casi 5 millones de pesos para restaurar cuatro recintos considerados como Patrimonio Histórico de la Humanidad del estado de Puebla
Texto y fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán
Utilizando el argot taurino, el empresario José Antonio Fernández invitó al rejoneador español Pablo Hermoso de Mendoza a torear un difícil toro por colleras.
Ambos personajes lidiaron con los estragos que dejaron los temblores de los pasados 7 y 19 de septiembre y decidieron hacer una gran faena al donar cuatro millones 838 mil 850 pesos para restaurar cuatro inmuebles de Puebla, considerados como Patrimonio Histórico de la Humanidad.
Se trata de la Capilla de San José y la Capilla de la Concepción, ambas en el municipio de Atlixco; el Templo de San Diego de Alcalá, en la localidad de Huejotzingo, y la Capilla de la Verónica en la capital del estado.
Recientemente, en las instalaciones de la Secretaría de Cultura, ante la presencia de la titular de esa dependencia, María Cristina García Cepeda, y el gobernador de Puebla, José Antonio Gali Fayad, el torero Hermoso de Mendoza firmó el compromiso de la entrega del donativo mismo que recibió Alejandra Kuri Castro, directora ejecutiva del Fideicomiso Fuerza México, organización que se encarga de hacer las labores de reconstrucción.
Así, la primera figura del rejoneo mundial continúa haciendo labores de altruismo en favor del país “que le ha dado tanto”, como bien lo mencionó; recordando su participación desinteresada en la “Corrida por México” del pasado 12 de diciembre en la monumental Plaza México, cuando alternó con los matadores de a pie José Tomás, Julián López “el Juli”, José Mari Manzanares hijo, Joselito Adame, Octavio García “el Payo”, Sergio Flores y Luis David Adame, cuyo monto recaudado fue a beneficio de los damnificados.
Resultado final: orejas y rabo para Pablo Hermoso de Mendoza, sale a hombros por la puerta grande de México con sus labores filantrópicas gracias a su arte en los ruedos mexicanos.
