Cultura

Pierde México a una diva… Murió Evangelina Elizondo

Considerada una de las actrices más completas que ha tenido el país: actuó para cine, televisión y teatro; cantó, dirigió una orquesta, hizo doblaje y hasta fue líder sindical, perdió la vida a los 88 años de edad

Texto: Luis Felipe Hernández Beltrán

Evangelina ElizondoLa mujer que conquistó a todo un país con su peculiar don de dirigir una orquesta con sus bien torneadas piernas, ha muerto.

Evangelina Elizondo, siempre de palabra suave, dulce, idónea para darle vida a la Cenicienta, la producción de Walt Disney encontró en ella al personaje ideal para prestarle la voz.

En el filme Las zapatillas verdes (René Cardona, 1956) alterna el baile y la actuación dejando ver su belleza que fue única y de un porte muy fino; esa cualidad fue elegida para darle vida a muchas películas en blanco y negro, probablemente sin argumentos sólidos en los que el cine mexicano se había convertido en proyectos de diversión.

Sin embargo, el paréntesis más importante se suscitó en cuanto el genio en la música de un gran director de orquesta mexicano llamado Juan García Esquivel, traspasó la frontera atrapado por las producciones de Estados Unidos, justo cuando él había creado un sonido único y característico en el arreglo musical. El vecino país del norte se apropió del talento mexicano, una especie de sonido reforzado con la música vocal a través del coro, que más tarde Ray Connif afinaría encumbrándose.

Al dejar García Esquivel el país, la orquesta fue otorgada a Evangelina que, ciertamente, poco sabía de orquestación y arreglos musicales, pero el conjunto estaba tan bien puesto y logrado, que tocaría sin necesidad de una batuta, pues aprovechando la belleza y figura, pero sobre todo sus extremidades famosas, haciendo gala de la danza, aprovechó para dirigirla únicamente con las piernas, que fue la novedad de la parte final del repertorio del desaparecido teatro Margo, hoy llamado teatro Blanquita.

Quién iba a pensar que con el tiempo, esta mujer de carácter, preparada, se hizo importante en las elites sindicales dentro del gremio de la Asociación Nacional de Actores (ANDA). Ese liderazgo, la reflejó como actriz en Televisa, recordada en telenovelas como El pecado de Oyuki al lado de Ana Martin o El abuelo y yo con un entonces iniciante actor de nombre Gael García Bernal; y ni qué decir en Televisión Azteca, en producciones en las que en su papel secundario, parecía ser principal por la naturalidad al interpretar sus personajes, como Mamalena en Mirada de mujer en la que compartió créditos con histriones de la talla de Angélica Aragón y Fernando Luján; Magnolia en Tres veces Sofía, protagonizada por Lucía Méndez, o Mamané en Cuando seas mía al lado de actores de la talla de Sergio Basáñez, Silvia Navarro, Sergio de Bustamante y Anette Michel.

Lamentablemente, ese carácter definido la llevó a tener enfrentamientos con las empresas televisivas, desapareciendo de golpe y porrazo de los repartos, pese a ello, Evangelina continuó firme en su deseo de velar por los intereses de sus compañeros actores en las filas de la Asociación Nacional de Actores (ANDA).

Así, paulatinamente, fue desapareciendo del mapa popular, hasta ahora, cuando tristemente se da a conocer su deceso a los 88 años de edad. Aunque su legado, conformado por más de 60 películas, 11 telenovelas, así como obras de teatro, discos y un sinfín de reconocimientos nacionales e internacionales, seguirá por toda la vida más vivo que nunca.

Evangelina Elizondo se erigió como una Cenicienta, una sin igual directora de orquesta y una actriz de carácter en el que siempre reflejó su deseo por la justicia. Descanse en paz.

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