Cultura

Preparan al Museo de Antropología para celebrar su primer medio siglo de vida

Previo al 50 aniversario de este recinto, restauradores retiran la grasa táctil acumulada en estas piezas de gran formato

Preparan al Museo de Antropología para celebrar su primer medio siglo de vidaÍconos del México antiguo en el mundo como la Piedra del Sol, la diosa telúrica Coatlicue o el Señor de las Flores, Xochipilli; así como estelas y dinteles que llevan grabada la gloria de ciudades mayas, resplandecen ante la inminente conmemoración del 50 aniversario del Museo Nacional de Antropología, espacio que es un referente en la zona cultural del Bosque de Chapultepec.

Un equipo de profesionales, guiados por la restauradora Claudia Blas Rojas del Laboratorio de Conservación del museo, se dio a la tarea de retirar la grasa táctil acumulada en la superficie de estas piedras que fueron esculpidas hace siglos y que —en el caso de varias de ellas— engalanaron la vieja Galería de Monolitos inaugurada en 1887 por Porfirio Díaz, la primera galería arqueológica del país y probablemente de toda América Latina, según el historiador Jesús Galindo y Villa.

Sobre andamios y plataformas colocadas por personal del museo, y una vez cubiertas las bases museográficas con una tela protectora contra partículas contaminantes, futuros egresados de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (ECRO) trabajaron en el aspirado y remoción de grasa táctil en las esculturas que se encuentran fuera de vitrina.

Además de acendrar la Piedra del Sol, que mide 3.60 metros de diámetro y pesa 24 toneladas, se dio lustre a más de 160 monolitos de la Sala Mexica datados entre los años 1200 y 1521 de nuestra era.

Las labores de limpieza que se realizaron en los monolitos partieron de una metodología basada en el reconocimiento de los materiales constitutivos de las piezas escultóricas. “Los monolitos de la Sala Mexica son básicamente de origen volcánico, mientras que las estelas y dinteles que se encuentran en la Sala Maya fueron realizados en piedras calizas. Estas rocas sedimentarias tienen muchas diferencias físicas con respecto a las volcánicas; empezando por el aspecto, se trata de piedras blancas, mientras en la Sala Mexica son en su mayoría grises, aunque también hay rosas y verdes”, detalla Claudia Blas Rojas, experta del Laboratorio de Conservación del Museo Nacional de Antropología.

Gracias a este proceso de limpieza, también más de medio centenar de piezas expuestas de forma directa al público en la Sala Maya, entre ellas estelas y dinteles milenarios que rebasan el metro y medio de altura, procedentes de las antiguas ciudades como Yaxchilán y Calakmul, lucen de nuevo la superficie nívea característica de la piedra caliza.

Ahora, por ejemplo, se puede apreciar con nitidez la delicada representación del gobernante Yaxún Balam (Pájaro Jaguar) IV de Yaxchilán envuelto en una capa de plumas, en una estela que hace referencia a una danza en la que participó. En la Estela 51 de Calakmul aparece un gobernante de esa urbe portando lanza y bolsa de guerrero, sometiendo de pie a un cautivo.

Estas obras, realizadas en su mayoría entre 600 y 800 d.C., son testimonio del tiempo concebido por esta cultura, de rituales que incluían el autosacrificio para comunicarse con los dioses y la lucha permanente entre las más poderosas ciudades, caso de la Estela 18 de Yaxchilán, donde está referida la captura del señor de Lakanha (Palenque) por parte del señor de esta urbe.

Estas mismas tareas de limpieza se realizan en las salas dedicadas a las culturas teotihuacana y de la Costa del Golfo, donde se han limpiado las esculturas de mayores dimensiones como la representación de la deidad del agua Chalchiuhtlicue y la cabeza olmeca. Con ello el Museo Nacional de Antropología, el que Jaime Torres Bodet señalara en su inauguración como espejo de la grandeza del pasado de México, está listo para celebrar su primer medio siglo.

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