Integrado por más de mil términos, el INAH elaboró este diccionario
Más de mil términos que dan cuenta de los objetos que resguardan las iglesias en el territorio nacional han sido incluidos en el primer Tesauro de Muebles e Inmuebles por Destino de Recintos Religiosos, elaborado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Este documento en línea permitirá identificar adecuadamente las piezas en favor de su preservación y ayudará a prevenir el tráfico ilícito de este tipo de bienes culturales.
Desarrollada en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM), la iniciativa surgió en la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), en 2002, dentro del Programa de Prevención y Protección de Bienes de Recintos Religiosos.
La idea fue crear un diccionario con imágenes y una nomenclatura sencilla para que la gente no especializada identifique los objetos. El contar con descriptores y fotografías de los bienes muebles e inmuebles por destino sirve como herramienta de búsqueda en caso de expolio, de ahí la importancia de este tesauro, destacó Martha Tapia, profesora e investigadora de la ENCRyM.
El catálogo, disponible en http://tesauro.encrym.edu.mx/tesauro/buscar.html, también servirá a las asociaciones religiosas para clasificar este tipo de patrimonio cultural, así como a quienes hacen las fichas de identificación de objetos.
La investigadora mencionó que este diccionario —que se basó en una ficha con estándares internacionales— contribuirá en la creación de un registro nacional de bienes muebles e inmuebles por destino de recintos religiosos, en el que no solamente participen académicos, sino alumnos, investigadores y asociaciones religiosas.
El documento digital también tiene como propósito homogeneizar términos en el ámbito nacional, porque en ocasiones había confusión al identificar piezas. Por ejemplo, se pensaba que acetre y caldereta (caldero para llevar agua bendita) eran cosas diferentes, cuando en realidad son lo mismo.
Asimismo, especifica el tipo de bienes localizados en recintos religiosos, y que no necesariamente son piezas de la liturgia, como es el caso de un wong localizado en la Catedral de Durango.
El diccionario, que será presentado en junio en la ENCRyM, describe la mayor cantidad de bienes hasta ahora registrados. “La ventaja del tesauro es que está en línea y se puede actualizar e incluir más objetos”, destacó Martha Tapia.
Términos como momias, relojes, escenografía y marionetas se incluyen en el tesauro, al igual que la tipología de pintura de caballete, mural y mosaico, elementos que en ocasiones la gente no identifica como una obra que deba inventariarse; la idea es ampliar la visión sobre este tipo de patrimonio cultural, agregó la especialista.
También, finalizó, se detallan los distintos tipos de relicarios, que son los bienes con mayor diversidad de formas y características; mobiliario, objetos litúrgicos como acetres, custodias, vestimenta religiosa, retablos, luminarias, escultura, pintura, herramientas para elaborar hostias, tijeras, despabiladores, vitrales, etcétera.
Revista Protocolo
