Después de la reciente caída de La Esperanza por el sismo, la Secretaría de Cultura dispuso bajar La Fe y La Caridad, trilogía que coronaba el recinto religioso
Protocolo/Redacción
Luego del sismo del 19 de septiembre que provocó la caída de la escultura La Esperanza, de la trilogía religiosa con que Manuel Tolsá coronó la Catedral Metropolitana, la Secretaría de Cultura retiró las otras dos esculturas tituladas La Fe y La Caridad para su evaluación y restauración.
El pasado jueves 9 de noviembre se llevaron a cabo las maniobras necesarias en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, para el retiro del resto de este conjunto escultórico, colocado en 1813, para su resguardo y preservación.
Raúl Delgado, director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura, señaló que esta medida es para proteger el patrimonio cultural, tras el desplome de La Esperanza.
Con apoyo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia, del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México y las autoridades del gobierno de la Ciudad de México, bajo la coordinación de la Secretaría de Cultura, una empresa especializada desprendió las obras, que son consideradas bienes culturales de la nación.
Colocadas en el Cubo del Reloj de la Catedral, miden tres metros de altura, con un peso de cerca de cuatro toneladas, hechas de piedra blanca del tipo de las chilucas, a una altura de 45 metros.
Para su retiro se utilizó una grúa con capacidad de 220 toneladas y un brazo de 60 metros, pues la maniobra se realizó a una distancia de 35 metros de la fachada de la Catedral.
Adicionalmente para su seguridad, las piezas fueron envueltas con bandas resistentes de poliéster y fibra de carbono, de textura suave, posteriormente se llevaron a la Curia de ese recinto religioso, para iniciar las labores de limpieza y restauración, tras 200 años de exposición al viento, los cambios de temperatura y la atmósfera ácida de la ciudad.
El conjunto escultórico presenta afectaciones como polvo, hongos, escamaciones, así como fisuras. De hecho, dijo Raúl Delgado, La Caridad tiene una fractura en su base, por lo que se llevará a cabo un diagnóstico integral para su restauración. En el caso de La Esperanza, que fue la escultura que se desplomó tras el sismo, todos los fragmentos han sido resguardados para su restauración.
Las autoridades culturales y eclesiásticas analizan que, tras la restauración, las piezas queden resguardadas en la Curia de la Catedral Metropolitana, a la vista del público, y en el exterior, colocar réplicas para el disfrute de los visitantes.
