Junto con su esposo Manolo Fábregas, se le debe el introducir la comedia musical en México y producir exitosos montajes teatrales
Texto: Luis Felipe Hernández Beltrán
Fotografías: Internet
Se ha cerrado el telón para siempre y con ello una ovación larga y de pie a quien fuera una de las principales promotoras del teatro, especialmente en el género musical del que fue pionera.
Rafaela Salinas, quien adoptó el nombre artístico de Fela Fábregas, saboreó las mieles del éxito con un sinnúmero de montajes teatrales producidos por ella que tuvieron cabida en el Teatro San Rafael, el cual construyó y diseñó en 1975 con su marido, el también desaparecido actor Manolo Fábregas.
Y sí, su romance con el llamado “Hombre Teatro” bien pudo haber salido de un guion teatral, ya que a los 16 años lo conoció en un elevador de un edificio en Monterrey, Nuevo León, y duraron casados durante más de 50 años hasta la muerte del primer actor en 1996.
Manuel, Virginia, Martha y los actores Rafael y Mónica Sánchez Navarro, fueron sus hijos biológicos, pero esta mujer, tuvo otros hijos adoptivos más: El violinista en el tejado, Cats, El diluvio que viene, ¡Qué plantón!, Regina el musical para una nación que despierta, ni qué decir del mayor de estos, Mi bella dama, considerada la primera obra musical producida en México en 1977 y con la que se inaugura el Teatro San Rafael, protagonizada por el mismo Manolo Fábregas y por una entonces iniciante artista de nombre Manuela Torres. Éxitos teatrales que lograron llenos en las butacas, boletajes agotados y los más importantes premios nacionales e internacionales de teatro, arte y cultura.
A Fela junto con Manolo, también se les reconoce como los pioneros de llevar al teatro a la academia, primeramente en 1982 con talleres de actuación y posteriormente con la carrera universitaria de Licenciatura en Comedia Musical Manolo Fábregas; además de la construcción del Centro Teatral Manolo Fábregas, donde aparte del Teatro San Rafael, alberga cinco recintos escénicos más, así como el Centro Cultural Virginia Fábregas que cuenta con biblioteca y cafetería.
Todos esos logros le valieron ser reconocida en 2010 como “La Mujer del Año”, que anualmente entrega el patronato del mismo nombre que dirige la filántropa Kena Moreno y que reconoce a mujeres destacadas en distintos ámbitos.
Con su fallecimiento la tarde de ayer, termina la era de una mujer que apostó por el teatro, vivió para el teatro y se encumbró con el teatro, una historia exitosa de la que seguramente se “develará una placa” de 87 años de funciones ininterrumpidas y que solo la muerte logró terminar con la temporada que parecía inacabable.
¡Descanse en paz!
