Cultura

Una poesía llamada Ana Gloria Martínez del Campo

En entrevista exclusiva para Protocolo, la poeta, autora de los libros Palabras y qué, La página nueva del libro caduco y Voces hay que escucho a veces, hace un repaso de su trayectoria artística

Luis Felipe Hernández Beltrán

Ciudad de México, 11 de junio de 2021.— Roxana Velásquez, exdirectora del Museo Nacional de Arte (Munal) de México y actual directora del Museo de San Diego, Estados Unidos. Gabriela Gorab, destacada periodista y crítica de arte. Quizá una de las razones que ambas mujeres destaquen internacionalmente en el mundo del arte tiene un antecedente: Ana Gloria Martínez del Campo.

Y es que la madre de Roxana y tía abuela de Gabriela es una de las poetas de la vieja guardia. Con tres libros publicados, basta hablar con ella unos minutos y de inmediato se identifica el género literario que tanto quiere y defiende.

“Me inspiro (para escribir poesía) en tantas cosas, como somos todos poesías, somos hechura de nuestros mismos sueños, somos demencia, en eso es lo que me inspiro, en la demencia, pues en ella vivimos todos pero no todos lo admiten o lo admitimos”, reflexiona Ana Gloria en entrevista virtual exclusiva para Protocolo Foreign Affairs & Lifestyle.

“Mi poesía es sentida. En mi caso siempre he tenido la facilidad, se puede decir que es un don, porque desde niña me gustaba escribir, escribir y escribir. Cómo mis padres eran mucho mayores que yo y fui hija única, entonces escribir era mi deshago en todos sentidos”, comparte.

Cinco hijos, cinco loros y tres libros

Sin tener la intención de publicar, más que solo compartir con familiares y allegados, llegó el momento en que, tras insistencia de unos amigos poetas, Ana Gloria, nacida en la Ciudad de México, se vio prácticamente obligada a editar su primer libro que llevó por título Palabras y qué y venderlo sin imaginar el éxito que este tendría.

“Me estaba volviendo loca, te imaginarás que en una casa con cinco hijos y cinco loros… así comencé a escribir…”

“Entonces, casi casi, sin deseos, hice mi primer libro en mil novecientos ochenta y tantos y lo publiqué. Y resulta que, para sorpresa mía, tuvo una gran acogida, una gran venta en aquel entonces, asombroso pues tú sabes que lo que menos se vende es la poesía porque a la gente no es que le interesa mucho. Total que mi libro no solo se vendió aquí en México. Pasó en Estados Unidos y lo quisieron traducir (al idioma inglés), en Bogotá (Colombia) también se presentó y hasta en las farmacias lo vendían, y yo decía: ¿qué es esto?”

Pero mientras saboreaba el éxito de Palabras y qué, hubo un pasaje difícil en la vida de Ana Gloria que ella lo describe poéticamente: “Tuve un pequeño contratiempo y fui a saludar a mis papás al cielo. Me tocó en una operación que me hicieron, me dijeron: tus hijos están chiquitos, entonces te regresas y sigues batallando y así pasó. Entonces fue una cosa que a mí me gusta mucho porque tiene otro tipo de sentimiento”, metaforiza la escritora. Y así nació la segunda obra bibliográfica: La página nueva del libro caduco que fue presentado en el Polyforum Cultural Siqueiros por el mismo literato y periodista Paco Ignacio Taibo I, padre del también escritor Paco Ignacio Taibo II, actual director del Fondo de Cultura Económica, y de Benito Taibo, también poeta y defensor de la poesía clásica. Vendido en algunas importantes librerías, entre ellas la que se encuentra dentro del Palacio de Bellas Artes.

Sin embargo Palabras y qué y La página nueva del libro caduco tienen un hermano menor Voces hay que escucho a veces prologado por su hija Roxana Velásquez y en la portada una obra de la pintora Marianela de la Hoz, mismo que su autora no quiso publicarlo hasta que su esposo la convenció: “Me dijo mi esposo muy lindo: ‘este no puede estar guardado’. Ya me habían dicho que ‘¿cómo es posible que tengas un libro desde hace tantos años y no lo hayas sacado?, no lo has publicado ¿qué pasa?’. Así que este libro, es casi casi, un libro caduco.”

Rebeldía

El portal español Arte Trama en su texto “La rebeldía como motor de creación artística en el siglo XX”, señala: “Podemos decir que desde el comienzo de las vanguardias del siglo XX, los artistas han ido un paso por delante de la situación social y política del momento. Bien fuera a través del inconformismo, la rebeldía o la expresión de una idea, observamos la necesidad de romper con las ideas más conservadoras y preestablecidas.”

En ese sentido, Ana Gloria saca su lado rebelde y explica por qué sus tres libros han sido escritos de manera independiente, sin necesidad de un sello editorial.

“En una ocasión, me acerqué a una editorial y me dijeron: ‘déjame corregirte algunas cosas’ pero yo en poesía nunca he permitido que se me corrija nada porque pienso que a lo mejor no les gusta lo que yo estoy diciendo y entonces me van a corregir. Entonces al señor que nos iba a hacer la edición, le dije: ‘¿sabe qué?, yo lo voy a editar, yo lo voy a mandar a imprimir y ya sin editorial, va a ser a costo y gasto de mi esposo y mío. Independiente y completamente independiente’.”

“‘Las palabras son mías, entonces si no te gustan, lo siento’, y me dijo el editor: ‘si hubiera venido Gabriel García Márquez y hubiera algo que no le gustara a mi editorial no lo hubieran publicado’, entonces yo le contesté: ‘pues qué pena, pues yo no soy García Márquez ni ninguno de ellos, así que, si no me quieres publicar, ni modo’”, dijo entre rosas.

Diálogos con sor Juana

Al preguntarle, quienes son los poetas que más admira, Ana Gloria contesta:

“Te voy a contar una historia: En mi segundo libro, La página nueva del libro caduco, mi hija estaba todavía en la escuela y se lo llevó a la maestra que le deba clases de español, y en sus observaciones la maestra le dice: ‘este texto se parece a como escribe no sé quién, este se parece a fulanito’, y yo le respondí: ‘¿y quiénes son esos?’ porque yo jamás he tratado de imitar a nadie.

“Cuando yo era niña, salía en la televisión Pita Amor y yo decía: ¡Pita Amor qué maravilla!

“Pero otra de las cosas que me decían era que yo escribía como sor Juana. Entonces invoqué a sor Juana y le dije: ‘yo no he tratado de imitarte, ni copiarte, ni nada entonces, ¡déjame en paz!’ y en efecto, se fue y me dejó en paz.”

La poesía contemporánea

Actualmente, el movimiento literario de la poesía sigue creciendo. Se nota en los distintos festivales de poesía que existen en todo México que convocan a miles de poetas épicos, líricos, dramáticos, vanguardistas, bucólicos, corales y hasta aquellos conceptos poéticos aún no descifrados. Ana Gloria Martínez del Campo sabe que hay que apoyar a las próximas generaciones de poetas: “Aquellos versos caducos ya que se acaben, no es la rima ni nada, es el sentimiento que tienen que expresar (los nuevos poetas) y eso lo veo con una libertad que no la tenían antes”, reflexiona.

Pero Ana Gloria sigue en lo suyo, buscando aquellas Palabras y qué que llenen La página nueva del libro caduco invocando a aquellas Voces hay que escucho a veces en un ejercicio poético constante y enloquecedor que parece no tener fin.

(Fotografías: Cortesía de Gabriela Gorab)

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