Cultura

Virtuosismo y sensibilidad en el recital de Rudolf Buchbinder

En el marco de la 42 edición del Cervantino, el pianista ofrece a través de siete presentaciones las 32 sonatas para piano de Beethoven

El pianista austriaco Rudolf Buchbinder. Foto: de Claudia Reyes / Festival Internacional CervantinoRudolf Buchbinder ofreció el tercero de los siete recitales de las 32 sonatas para piano de Beethoven, al mediodía del sábado 11 de octubre en el Templo de la Valenciana en la ciudad de Guanajuato, en el marco de la 42 edición del Festival Internacional Cervantino.

El pianista austriaco mostró nuevamente virtuosismo y sensibilidad en cada una de las interpretaciones, confirmando así que no es necesario seguir un orden cronológico en la audición de las piezas.

Minutos antes de la presentación, el crítico Lázaro Azar ofreció una introducción de cada una de las sonatas, lo que dio un contexto a los asistentes sobre su importancia y rasgos característicos dentro del lenguaje beethoveniano.

El programa inició con Sonata No. 3, en Do mayor, Op. 2 número 3, considerada “casi un concierto” al incorporar desde el primero hasta el último movimiento, cadencias y recursos que permiten el lucimiento del intérprete, al demandarle una técnica impecable.

Luego, prosiguió con la Sonata No. 19, en Sol menor, Op. 49 núm. 1, pieza breve escrita por el compositor alemán con fines didácticos, cuya principal belleza y atributo radicó en su simplicidad.

En el caso de la Sonata No. 26 en Mi bemol mayor Op. 81ª, Los adioses, el dolor que experimentó Beethoven ante la partida de su amigo y protector fiel, el archiduque Rodolfo, fue plasmado de manera sentida.

Después de un breve intermedio, tocó el turno a la Sonata No. 7, en Re mayor, Op. 10 No. 3 que de acuerdo con el musicólogo Arturo Reverter en el libro Obra comentada de Beethoven posee “un presto que asemeja una obertura de una ópera bufa y continúa con un largo e mesto casi confesional para proseguir con el alegre y vivo menuetto que precede el rondó final, que tiene el carácter de una improvisación con una graciosa reinversión en la coda del tema principal”.

Esta pieza fue una de las más ovacionadas por los asistentes que se encontraban en el recinto que ejemplifica el estilo churrigueresco mexicano y cuenta con retablos de cantera rosa.

Antes de concluir, el reconocido músico ofreció Sonata para piano No. 28, en La mayor, Op. 101 que con apenas dos páginas de longitud, resulta técnicamente demandante y muestra una compleja polifonía de la marcha y el finale.

Rudolf Buchbinder ha grabado en dos ocasiones las 32 sonatas para piano de Beethoven: la primera, como parte de una integral de la obra pianística beethoveniana en la década de los setenta y concluida una década después, y la más reciente, que le valió ser reconocido con el Premio Echo Klassi como Instrumentalista del año 2012.

Revista Protocolo

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