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El Mundial de Futbol y su uso en la política

Con la celebración de la Copa del Mundo de Futbol de 2018 lleva Vladimir Putin la atención mundial a su país y a su figura, luego de asumir la presidencia por cuarta ocasión

Revista Protocolo

El Mundial de Futbol que se celebra en Rusia, es un evento deportivo que sirve al presidente Vladimir Putin para legitimar su gobierno, “aunque es difícil decir que el torneo podrá ayudarle en su diálogo con los países occidentales”, sostuvo Dmitry Shmidko, profesor en Humanidades de la Universidad Estatal Rusa desde 2014, quien realizó una estancia de investigación en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El pasado 9 de mayo se celebró en Rusia el desfile por el Día de la Victoria para conmemorar el triunfo de la Unión Soviética y los aliados sobre los nazis en la Segunda Guerra Mundial, durante la cual la otrora Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas perdió poco más de 27 millones de ciudadanos y hasta la fecha persisten muchos problemas demográficos derivados de ese conflicto.

En este contexto, el investigador señaló que el futbol es muy popular en su país, incluso, existen fotografías de futbolistas jugando en Stalingrado 40 días después del inicio del bloqueo alemán, el cual duró tres años. “Estaban en pleno juego cuando hubo un bombardeo, uno de los ataques más sangrientos, sin embargo, una vez que terminó la agresión se continuó el juego”, narró.

Sin embargo, la edición número 21 de la Copa del Mundo, destapó una serie de actos de corrupción que hizo pensar que ya no se realizaría el Mundial en esta sede, no obstante, una anulación de esta competencia hubiese provocado investigaciones a la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) y generado problemáticas, como la devolución de miles de boletos ya vendidos.

Algunos sucesos que ya marcaron este Mundial de Futbol, dijo Shmidko, tienen que ver con el dopaje. “A principios de este año Grigory Rodchenkov, exdirector del Laboratorio Antidopaje de Moscú, sacó a la luz el tema de dopaje de estado ruso y afirmó tener información que implicaba a futbolistas nacionales, pero denunció que la FIFA lo ignoró.

Un mundial caro

Para Dmitry Shmidko, Rusia es un país competitivo en la industria, la construcción de aviones, entre otras áreas, y Putin necesitaba encontrar una forma de presentar al país a escala mundial y vio en los deportes una vitrina, una justa deportiva para ponerse en paz con los países occidentales.

Así que se habrán gastado “14 mil millones de dólares para imagen. Los rusos saben que este evento no dará ningún impacto para el desarrollo económico. El ciudadano se pregunta por qué fue tan necesario organizar el Mundial en un país donde alrededor del 14 por ciento de la población vive en pobreza”.

Los estadios del Mundial de Rusia son 12, repartidos en 11 ciudades. Shmidko comentó que el estadio Krestovski, en San Petersburgo, inició su construcción en 2007, y a partir de entonces tuvo diez años de obras que parecían interminables, acusaciones de corrupción, problemas de pagos y un desorbitado costo que lo convirtieron en el estadio más caro del planeta, por encima del Wembley, en Londres, Inglaterra.

Aunado a ello, Rusia, tras sufrir en 2009 la mayor recesión desde la caída del bloque soviético, y a pesar de la recuperación de los años siguientes, atravesó otra recesión, entre 2015 y 2016, debido a la fuga de capitales, la caída del rublo ruso, la reducción del precio del petróleo y sanciones comerciales de Occidente que siguieron al estallido de la crisis ucraniana.

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