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Lesiones comunes en deportistas

Las lesiones deportivas se dividen en las llamadas de colisión y las de sobrecarga, estas últimas son las de mayor incidencia

En marzo pasado, durante un partido de futbol en la liga italiana, el otrora capitán de la selección inglesa, David Beckham, se dirigió al círculo central del campo. Solitario, el mediocampista recibió el balón con calma, giró y al momento de intentar un pase lateral se lesionó gravemente el tendón de Aquiles de la pierna izquierda, truncando así el anhelo de jugar en Sudáfrica su cuarto mundial.

Los especialistas entendían que el tendón sufrió micro-traumatismos (diminutas lesiones) durante un periodo indeterminado hasta que finalmente, débil y exhausto, no soportó la carga requerida para completar un pase de trámite.

“No sé exactamente cómo definir lo sucedido a Beckham. Es un deportista de alto rendimiento cuyo cuerpo está acostumbrado a tales exigencias físicas. El número de partidos que juega (los de liga, copa y liga de campeones) mezclado con un historia de lesiones pudieron causarle la que lo dejó fuera del mundial”, expuso la doctora Patricia Tlatempa Sotelo, investigadora en Medicina del Deporte de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).

Con frecuencia se observa a futbolistas lanzarse ante el mínimo roce con el contrario, y esto genera la percepción en el público de que la mayoría de las lesiones son ocasionadas por choques violentos. La realidad, basada en las observaciones de expertos de la UAEM, establece lo contrario.

De acuerdo con el estudio realizado por Tlatempa Sotelo, las lesiones deportivas se dividen en las llamadas de colisión y las de sobrecarga, estas últimas son las de mayor incidencia.

En cuanto a las lesiones por colisión, ocurren cuando se encuentran a cierta velocidad un pie con el piso o dos piernas disputando el balón. El choque de dos fuerzas provoca que “la lesión sea mucho mayor por la velocidad desarrollada hasta el impacto”. Un ejemplo futbolero fue la lesión del futbolista Miguel Sabah durante un entrenamiento, en el que una colisión con el arquero Guillermo Ochoa le dobló la rodilla y ocasionó su baja de la selección mexicana.

En tanto, la segunda clase de lesión ocurre “porque la carga de trabajo fue mayor a la que es capaz de soportar un tejido determinado”. En estos casos, la sobrecarga provoca la ruptura del tejido, llámese ligamento, tendón (como el caso de Beckham) o músculo.

“Las lesiones de sobrecarga son menos comunes en deportistas profesionales porque los músculos están mejor desarrollados y más preparados para tales exigencias. Cuando una persona que no practica deporte frecuentemente corre por el balón, su tejido puede vencerse fácilmente y sufrir un tirón, un desgarre o incluso un esguince”, explicó la especialista.

Lesiones comunes en no-deportistas

Normalmente, el ritmo de vida que dicta la semana laboral aleja a personas del ejercicio físico. Muchas veces se pasa el día prácticamente sentada, lo cual provoca un deterioro gradual en el cuerpo.

“Ésta es una de las peores cosas que se le puede hacer al cuerpo. Ya que por querer lucir bien, se le exige de más a un cuerpo que no está acostumbrado y si aunamos una deficiente nutrición, nos da como resultado mayor probabilidad de lesiones. Es por esto que ejercicio y alimentación deben de ir de la mano”, reiteró la doctora Tlatempa Sotelo.

Las causas más comunes en lesiones no-deportivas no son las colisiones, sino las sobrecargas a las que ingenuamente se expone uno. En personas menos deportistas, este tipo de lesiones se puede evitar si se tiene conciencia sobre los límites del cuerpo, calentar apropiadamente para que los músculos trabajen mejor, realizar un ejercicio progresivo y de esta forma se inculca un hábito del deporte. (Agencia ID)

Revista Protocolo

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