Embajadas

13 de marzo, Día del Papa Francisco

En el marco del octavo aniversario de Jorge Mario Bergoglio al frente de la Iglesia católica, cuatro amigos de la Editorial 3W México comparten su testimonio de haber convivido en el Vaticano con el sumo pontífice

Luis Felipe Hernández Beltrán

Ciudad de México, 12 de marzo de 2021.— Este sábado 13 de marzo de 2021, los católicos de todo el mundo celebrarán el octavo aniversario del pontificado del papa Francisco.

Debido a la pandemia por el covid-19, en la Nunciatura Apostólica, la tradicional misa que suelen encabezar el nuncio apostólico de México, Franco Coppola, y el arzobispo primado de México, Carlos Aguiar Retes, así como la posterior recepción a la que acuden los altos jerarcas de la Iglesia católica, integrantes del cuerpo diplomático acreditado en nuestro país, políticos e invitados especiales, este año no se realizará.

A falta de estos festejos presenciales, en Protocolo Foreign Affairs & Lifestyle convocamos a cuatro amigos de la Editorial 3W México, que en distintos momentos tuvieron la oportunidad de viajar hasta el Vaticano y convivir por breves instantes con Jorge Mario Bergoglio Sivori, para que nos compartieran su testimonio de cómo fue haber estado cerca de uno de los líderes más influyentes del mundo que hoy celebra ocho años al frente de la Iglesia católica.

José Guerrero y Ramírez: “El papa me hizo el milagro”

Cuatro viajes al Vaticano son los que ha realizado el decano de los fotorreporteros mexicanos de sociales José Guerrero y Ramírez. En los primeros tres, tuvo la oportunidad de presenciar ceremonias del entonces papa Juan Pablo II, con quien asegura haberlo tenido de cerca y en una ocasión haberle cantado el “Cielito lindo” junto con otros mexicanos, saludarlo de mano muy rápidamente y hasta recibir una moneda conmemorativa del “Papa Peregrino”.

Pero la relación con Jorge Mario Bergoglio inicia mucho antes de que fuera papa.

“En uno de mis primeros viajes a Italia llegamos al aeropuerto y en una sala VIP, estaba sentado Jorge Mario Bergoglio que era cardenal, recuerdo haberme tomado fotos con él”, evoca José.

“Después, en 2015, volví acompañado por mi hijo Ramiro Guerrero, pero justo llegando al Vaticano me sentí mal, tenía en el estómago unas cuatro ulceraciones, por lo que me tuvieron que hospitalizar en el Hospital Principal de allí y estuve 15 días. Al enterarme de una misa especial que realizaría en la Plaza de San Pedro, me tuve que escapar del nosocomio pues sabía que había posibilidades de estar con el papa Francisco, no solo de estar en su misa, sino hasta acercarme a él.

“La verdad es que no se podía pasar, pero me tuve que ‘colar’ con un grupo de argentinos amigos del papa que sí tenían esa oportunidad. Al estar frente de él, le di la mano y lo saludé y le dije que me había encomendado a él para curarme e hizo el milagro, él me contestó: ‘no te salvé yo, fue tu fe’, y me sentí bendecido”, finalizó.

Aidé Reynoso Castro: “Le regalé un charrito que le encantó”

En octubre de 2015, Aidé Reynoso Castro acudió representando al Instituto Mexicano de Líderes de Excelencia (Imele) a Europa a entregar doctorados honoris causa a personalidades de distintos países del viejo continente. En aquella gira, un conocido le consiguió un boleto para estar presente en la audiencia papal de la Plaza de San Pedro, sin embargo, a pesar de tener la codiciada entrada, la suerte, hasta ese momento no jugaba de su lado.

“Toda la comitiva mexicana con la que iba logró entrar menos otro joven y yo, pero me acerqué a uno de los guardias de la Guardia Suiza y le mostré mi pasaporte, entonces me dijo ‘usted es mexicana, ¡pásele!’”, rememora Aidé.

“A mí me tocó estar en la Plaza de San Pedro atrás de una de las vallas donde colocan a las personas que acuden a presenciar las misas públicas. Al terminar la eucaristía cuando el papa Francisco se acerca hasta donde yo estoy, le dije: ‘yo le traje este regalo, lo hice con mis manitas’ y le di un charrito hecho de pasta de migajón que le encantó y me correspondió con un abrazo y un beso en la mejilla. El charrito lo dejó sorprendido y no lo soltó para nada, ni siquiera los otros regalos grandes y más sorprendentes que otras personas le dieron, los vio con tanto cariño como lo hizo con mi charrito”, recuerda.

“El papa Francisco emite una vibra de paz muy bonita, una sensación maravillosa, esos tiempos era un poco escéptica en algunas cosas, pero creo que gracias a ese encuentro ahora me ubico y cuando tengo ciertas dificultades me doy cuenta de que a veces lo espiritual nos asiste mucho sobre todo cuando lo necesitamos”, declaró.

Ana Paula Morales Martínez: “¡Estamos embarazados!”

Después de haber contraído nupcias en diciembre de 2017 y realizado su luna de miel donde quedaron embarazados, en abril de 2018 en plena Semana Santa, Ana Paula Morales Martínez y su esposo Javier Zetina, viajaron hasta el Vaticano como punto previo al viaje que después realizarían por Tierra Santa.

“Si tú y tu pareja son recién casados y van (a la Plaza de San Pedro) vestidos de novios (las autoridades del Vaticano) te permiten estar más cerca en la audiencia del papa. Entonces, el papa Francisco se acercó a todas las parejas que íbamos con esas vestimentas, a cada una nos dedicó un cierto tiempo y cuando llegó con nosotros, nos preguntó que de dónde éramos, y le dijimos que de México”, comparte Ana Paula.

“En la breve plática, le dije ‘santo padre, nos acabamos de casar hace tres meses y llevamos dos meses de embarazados’”, a lo que el papa Francisco correspondió con una bendición en el vientre de Ana Paula. “Fue muy simpático, nos dedicó como dos minutos, además de bendecirnos un rosario que llevaba y agarrarnos de la mano a mi esposo y a mí”, continuó con su relato.

Quien es la actual directora de Prensa y Comunicación Social en México del Magdala Center, califica aquel momento como “espectacular”. “Fue muy bonito, un encuentro muy sencillo, el papa me pareció una persona muy normal, por algo el mundo la ha bautizado como el ‘papa de la gente’”, finalizó.

Beatriz Alejandra Fernández López: “Papa Francisco, Amante de México”.

A sus casi 26 años, Beatriz Alejandra Fernández López “Betty” puede presumir lo que muy pocos, ha viajado diez veces al Vaticano y en todas esas ocasiones, ha podido estar presente en algún evento papal, todos con el papa Francisco, pero ninguno como el de aquel año 2018, cuando pudo platicar por breves minutos con Jorge Mario Bergoglio.

“En 2018 fui hasta el Vaticano para entregarle al papa Francisco el premio Amante de México, su respuesta fue muy positiva porque la condecoración consiste en una escultura de un niño indígena abrazando un mapa de la República Mexicana, y el cariño que el santo padre tiene por México, más la sensibilidad que tiene por los niños es algo muy bonito.

“En esa ocasión, en medio de un mar de emociones por estar cerca de él, tuve la oportunidad de darle un abrazo y le dije, ‘le dejo una pieza, más allá de que siga apoyando a México, nos tenga presentes de lo que significa México’. El papa me respondió ‘los niños son el futuro, requieren apoyo y hay que seguir trabajando por cuidarlos’”, recuerda, Betty.

La presidenta de la Fundación Amantes de México evocó que aquel encuentro con el papa, al que califica como “un gran líder”, fue un símbolo de paz, tranquilidad y confianza.

“Es muy bonito el hecho de saber que para las personas que somos católicas y que en tiempos pasados nos habían alejado de la Iglesia por alguna situación, sentir ese acercamiento. Es una confianza y un símbolo de esperanza. Al papa Francisco lo sientes una persona sencilla, noble y entregada”, finalizó.

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