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26 de mayo, Día Nacional de Georgia

En exclusiva para la revista Protocolo Foreign Affairs & Lifestyle, el embajador del país euroasiático, Zurab Eristavi, hace un recuento del crecimiento político, social y económico que su nación ha logrado desde su independencia en 1918

Zurab Eristavi*

Ciudad de México, 26 de mayo de 2020.— Georgia es un claro ejemplo de lucha permanente por su independencia y la libertad.

Nuestro país, después de casi un siglo de ocupación, ya había recuperado su independencia, declarada el día 26 de mayo de 1918, pero Rusia lo anexionó de nuevo a su imperio en 1921.

Después de tres cortos años de libertad, Georgia permaneció 70 años más bajo la influencia del Kremlín hasta el 9 de abril de 1991, cuando tras un referéndum popular, el Gobierno Independentista de Georgia declaró la restauración de la independencia. Hasta entonces, como es conocido, dos ideologías se disputaban el liderazgo mundial, pero la victoria del liderazgo occidental había creado una nueva perspectiva no solo para Georgia, sino para otros países que se encontraban en el imperio soviético, como los países bálticos, Ucrania, Azerbaiyán, Armenia, etc.

Desde los años noventa, Georgia ha pasado por diferentes etapas de desarrollo como Estado: un régimen dictatorial después del golpe de Estado en enero de 1992, los cambios hacia la democracia y la famosa Revolución de Terciopelo del año 2003, la etapa de fortalecimiento de las instituciones democráticas y, al final, la consolidación de las reformas que actualmente posicionan a Georgia como uno de los mejores y exitosos ejemplos entre los países postsoviéticos.

Tenemos un gran desafío por delante, ya que el 20 por ciento de nuestro territorio está ocupado por Rusia, que tiene una presencia militar y que patrullan las líneas de ocupación, violando los derechos de la población georgiana. Tenemos el problema de personas desplazadas que suman más de 300 mil de ellas que están fuera de sus hogares, lo cual es considerable si se le compara con la población total que es algo más de cuatro millones.

A pesar de los tiempos difíciles que la pandemia del COVID-19 trajo al mundo, así como la difícil situación humanitaria en los territorios ocupados, Georgia sigue aspirando a ser parte del bloque europeo, por eso trabajamos en una agenda de reformas importantes que tenemos que realizar no solo en la dirección de fortalecer las instituciones democráticas, sino en reformas económicas.

Georgia, a pesar de las dificultades de índole económica, ha sabido gestionar la emergencia sanitaria en el país, resolvió con éxito la repatriación de miles de ciudadanos georgianos y, por los líderes políticos mundiales, entre ellos los de la Unión Europea, recibimos felicitaciones por los logros que obtuvimos hasta hoy. Asimismo, cabe destacar que nuestra nación, por instrucciones del primer ministro Giorgi Gakharia, abrirá las fronteras para turistas internacionales desde el 1 de julio del presente año.

El pueblo georgiano, que hoy, 26 de mayo, celebrará la fiesta de independencia, es uno de los más antiguos, reconocido en la historia mundial como una nación que siempre ha luchado y defendido el bien universal: la libertad.

Georgia tiene mucho que defender y sigue luchando por su lugar merecido, pero en un mundo justo, pacífico y digno.

* El autor es el embajador de Georgia en México, desde octubre de 2015

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