Embajadas

Conmemoran el 199 aniversario de la independencia de Paraguay

“Mi sueño es la integración de Latinoamérica, una cuestión impostergable”, Carlos Riveros

Texto y fotos: Jacqueline Jiménez

Carlos Heriberto Riveros Salcedo y
su esposa María Lucía Ayala de Riveros

El embajador de la República del Paraguay, Carlos Riveros Salcedo, y su esposa María Lucía Ayala de Riveros, ofrecieron una recepción para conmemorar el 199 aniversario de la independencia de la República del Paraguay, la cual tuvo lugar el 14 de mayo en The University Club of Mexico.

El embajador Riveros pronunció unas emotivas palabras a los presentes, y expresó que la mayoría de sus colegas dicen un discurso leído en estos actos, porque eso es lo que el protocolo recomienda: “pero como yo sabía que íbamos a estar entre amigos, quise que saliera realmente del corazón”.

Y comenzó con una breve reseña histórica. Paraguay es independiente una madrugada del 14 de mayo de 1811, mediante una intimación que se le hace al gobernador español Velasco, por parte de un grupo de patriotas. Los antecedentes son prácticamente idénticos a todo este movimiento independentista de Latinoamérica, a diferencia que el país paraguayo nace con una característica muy particular: “no pertenece a ninguna de las corrientes libertadoras de América, sino que forja su propia independencia de una manera totalmente original. Paraguay no rompió una cadena con España, para atarse a otra cadena, a partir de ese momento se ha constituido en una república soberana e independiente”, subrayó.

Riveros aseguró que pese a tener una historia plagada de sinsabores y alegrías, asumen su historia íntegra, con defectos y virtudes. “Y como decía un gran presidente paraguayo del siglo pasado ‘al Paraguay lo pueden doblegar, lo pueden hacer desaparecer del mapa, pero no lo van a vencer, porque va a seguir siendo libre, independiente y soberano mientras exista un paraguayo’”, dijo con énfasis.

Y añadió: “la historia forja la personalidad de los hombres, le da carácter a los pueblos, no creemos en el determinismo ni en el fatalismo, porque consideramos que el hombre tiene que ser y debe ser, por su condición de ser humano, el dueño y el forjador de su propio destino. Nosotros somos capaces y vamos a ser los constructores del destino paraguayo”.

El embajador quiso compartir un sueño: la integración de todos los pueblos latinoamericanos y del Caribe: “es necesario en este momento álgido de transición, que se llama globalización. Si nosotros no logramos la integración de nuestros pueblos, les estamos negando la posibilidad de desarrollo. Es el sueño de una América Latina integrada, por encima de nuestras diferencias ideológicas, raciales y religiosas, y una cuestión impostergable”.

“Les propongo a mis hermanos de Latinoamérica y a los del Caribe tres cuestiones para una integración efectiva: defensa con criterio político; una zona de libre circulación de bienes, servicios y personas; y un organismo que diseñe la política exterior, y así estaremos dando el paso anhelado por San Martín, por Bolívar y por Juárez. Es el paso necesario para dejarles una integración más amplia y efectiva a las generaciones que nos sucedan”, finalizó Riveros.

Revista Protocolo

Blanca de Adorno, Ireneo Adorno,
primer secretario de la embajada
de Paraguay; Martha Medina, primera
secretaria, y José Vera Román
Laura y Víctor Verdún, consejero de la
Embajada de Paraguay

Juana María Medrano Martínez y
Liz María Cáceres

Irma Alicia Fassioli, ministra de Perú;
Isabel Felicita de Alvarado y Luis Alvarado
Contreras, embajador de Perú
Julia Carissimo y Marta Giménez

Wendy Coss y Sergio Ampudia Mello

Byong-seop Kim, María Luisa Concha Varas y
Germán Guerrero Pavez, embajador de Chile

Jorge Mansilla Torres, embajador de Bolivia;
José Ignacio Korzeniak Pastorino, embajador
de Uruguay, y Manuel Francisco Aguilera
de la Paz, embajador de Cuba
Alev Kilic, embajador de Turquía, e Ilgar
Mukhtarov, embajador de Azerbaiyán

Baile tradicional de Paraguay El festejo de Paraguay se caracterizó
por su folclore y entusiasmo
Las relaciones de Paraguay y México
datan de 1831

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