Por Gerardo Soto Carmona
Cecilia Suárez de Galarza y su esposo, el embajador de Ecuador, Galo Galarza Dávila |
El embajador Galo Galarza Dávila fue el anfitrión
Con motivo del bicentenario de la independencia nacional de su país el embajador de Ecuador en México, Galo Galarza Dávila, y su esposa Cecilia Suárez de Galarza ofrecieron una recepción en la casa ecuatoriana, ubicada en la colonia Polanco.
A la reunión acudieron varios invitados del embajador, autoridades gubernamentales, embajadores y miembros del cuerpo diplomático, empresarios, escritores y artistas, miembros de la comunidad ecuatoriana e invitados especiales.
Durante su discurso el embajador Galarza recordó la gesta del 10 de agosto de 1809, resaltando la importancia y trascendencia que tuvo para toda América el inicio de la independencia ecuatoriana y el resto de los países, después de más de 300 años de dominio de los imperios europeos.
La fecha no sólo sirvió para recordar los viejos logros de la independencia ecuatoriana, sino ha marcado para el pueblo ecuatoriano cambios actuales muy importantes, como la entrada de la nueva Constitución, en donde se estableció que ésta es la primera elección, en donde resultó electo Rafael Correa, basándose en un régimen de transición.
El presidente Rafael Correa asumió el 10 de agosto un nuevo mandato de cuatro años en virtud del mandato de la nueva Constitución y del régimen de transición, aprobado por la Asamblea Constituyente como un anexo de la Carta Política.
Entre los principales logros que reconoció el embajador que ha tenido la nueva Carta Magna, ha sido declarar a Ecuador como territorio de paz.
En ese mismo día, el presidente Correa recibió de manos de la mandataria de Chile, Michelle Bachelet, la presidencia de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), donde a decir del embajador, el organismo materializa la convicción de la integración de los pueblos americanos, la cual es imprescindible para su desarrollo.
En su discurso Galarza manifestó su inconformidad con el golpe de Estado en Honduras, y subrayó que se deben respetar la voluntad popular de los pueblos americanos.
Precisó que dentro de su país no se consumará la verdadera independencia hasta que no se logren los cambios sociales profundos, acabar con la desigualdad, la pobreza, etc., lo cual se sincroniza en un solo objetivo de lograr una verdadera independencia en América Latina.
Revista Protocolo