Con una misa y una recepción, así como pidiendo por la paz y enfermos del coronavirus, la Nunciatura Apostólica celebró los primeros siete años de Jorge Mario Bergoglio al frente de la Iglesia católica
Luis Felipe Hernández Beltrán
Ciudad de México, 17 de marzo de 2020.— A la distancia, el papa Francisco hace milagros. La lluvia que, recientemente, amenazaba con caer en la Ciudad de México y con ello opacar el festejo por el séptimo aniversario de Jorge Mario Bergoglio al frente de la Iglesia católica, se detuvo por completo y permitió, sin problema alguno, que se diera con éxito.
La Nunciatura Apostólica de México recibió en sus instalaciones de la colonia Guadalupe Inn de la Ciudad de México a más de 200 personas, destacando obispos, arzobispos y sacerdotes quienes acompañaron al nuncio Franco Coppola a presidir la misa y, posteriormente, un convivio en honor al papa Francisco.
La paz mundial y la salud de los enfermos por el coronavirus, fueron algunas de las constantes peticiones de los oficiantes en la eucaristía, quienes sumándose al llamado de organismos internacionales de salud para promover el cuidado por contraer la enfermedad, decidieron no realizar el ritual del saludo de paz, así como entregar la ostia directamente en la mano de los comulgantes y no en la boca como suele ser costumbre.
Durante su discurso oficial, además de reconocer el liderazgo de Francisco I, el nuncio Coppola dio la bienvenida a monseñor Roberto Lucchini, quien en sustitución de monseñor Kevin Randall y desempeñando varios cargos eclesiásticos, llega a México para sumarse como nuevo consejero de la Nunciatura Apostólica.
Además de embajadores en México, representantes de distintos gobiernos estatales y organizaciones religiosas, figuraron entre los convidados el arzobispo primado emérito Norberto Rivera Carrera, la subsecretaria de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Diana Álvarez Maury; la ex primera dama y ex candidata independiente a la presidencia Margarita Zavala, la diputada federal Juanita Guerra Mena y el director de la asociación civil Provida, Jorge Serrano Limón.
Con música latinoamericana en vivo interpretada por un dueto de guitarras, celebrantes e invitados disfrutaron de canapés y bebidas, con las que brindaron tanto por la salud como por los primeros siete años del trabajo de su santidad, el papa Francisco.
Previamente, Franco Coppola ofreció una misa para pedir por el papado de Francisco I 
Nicolás Pedro Guidi, Roberto Lucchini y Franco Coppola 
Monseñor Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Morelia, encargado de leer el evangelio en la eucaristía 
Un Cristo colocado en lo más alto de un árbol, asombró a los asistentes 
Domingo Arteaga, embajador de Chile, y Mohammed Saadat, embajador de la Delegación Especial de Palestina 
Valentín Petrov Modev, embajador de Bulgaria; Jean-Pierre Bou, encargado de Negocios y Asuntos Internacionales de la Delegación de la Unión Europea, y Luigi de Chiarah, embajador de Italia 
Margarita Zavala y Ana Paula Morales 
María Elena Hernández, Romana Cortazar y Ahimara Torres 
Luis de Ovando, Jean-Pierre Bou, Juanita Guerra Mena y Nicolás Díaz 
Esthela Almaraz, Beatriz Arce, Pedro Mena, Gustavo Elizondo, Guadalupe Lebrija y Mónica Lorea
Fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán
